La vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al cumplirse dos años de los luctuosos e indecentes atentados del 11 de marzo de 2004, ha dicho cosas insólitas que sorprenden a la audiencia: "Se sabe prácticamente todo del 11 M".
Pues, si es así, que nos lo cuente porque los ciudadanos apenas sabemos un poquitín y seguimos agobiados por las incognitas, las dudas y las sospechas.
Una encuesta realizada por "Sigma Dos" refleja que más del 66 por ciento de los españoles cree que aun no se sabe lo que en realidad pasó el 11 M, cuando un atentado, presuntamente islamista, ocurrido hace dos años, causó casi dos centenares de muertos y más de 1.500 heridos en Madrid. La misma encuesta revela que más del 57 por ciento de los votantes socialistas también afirma que desconoce lo que realmente ocurrió con los atentados.
Desde esta injusta ignorancia, que cuestiona la transparencia y la honestidad del sistema democrático en España, los ciudadanos pedimos al gobierno y a los medios que sigan investigando y que si es cierto que se sabe todo, como dice Doña María Teresa, que nos lo cuenten, porque guardar secretos y ocultarlos a la población es una violación sustancial de la transparencia democrática.
Pues, si es así, que nos lo cuente porque los ciudadanos apenas sabemos un poquitín y seguimos agobiados por las incognitas, las dudas y las sospechas.
Una encuesta realizada por "Sigma Dos" refleja que más del 66 por ciento de los españoles cree que aun no se sabe lo que en realidad pasó el 11 M, cuando un atentado, presuntamente islamista, ocurrido hace dos años, causó casi dos centenares de muertos y más de 1.500 heridos en Madrid. La misma encuesta revela que más del 57 por ciento de los votantes socialistas también afirma que desconoce lo que realmente ocurrió con los atentados.
Desde esta injusta ignorancia, que cuestiona la transparencia y la honestidad del sistema democrático en España, los ciudadanos pedimos al gobierno y a los medios que sigan investigando y que si es cierto que se sabe todo, como dice Doña María Teresa, que nos lo cuenten, porque guardar secretos y ocultarlos a la población es una violación sustancial de la transparencia democrática.