Los partidos, todos, deben desaparecer y ante la imposibilidad práctica que la política se mueva por otras vías y haya que soportar partidos, que sean otros y con otra gente. En estos momentos no vale ya la refundación, ni la formación de otro partido con otras siglas. Nadie que haya estado en un partido debe volver a la política, porque introducirá los vicios que nos han llevado a esta situación.
Pero el sistema está tan bien montado que es imposible que desaparezcan. El pueblo no tiene mecanismos para imponerse, el pueblo solo puede votar a unos o a otros o no votar, pero no existe nada parecido a un plebiscito que permita echar al partido gobernante, por ejemplo.
Mientras que en otros países los refrendos son muy frecuentes y se suelen hacer junto con las elecciones, aquí no, Es el gobierno el que convoca un referéndum para lo que le conviene. Si esa vía no es posible para le pueblo, ¿qué otras vías quedan?
La calle no es democrática, pero es que a la vista está que la calle la domina quien pone más dinero. La cosa quedó muy clara con el 15M y el nacimiento de podemos. Todo a golpe de billetes, como de costumbre. Y esto es lo que no le entra al personal. La gente piensa que es imposible que los capitalistas paguen para que los comunistas tomen el poder. Pero es justo lo que ha ocurrido siempre. Las revoluciones se hacen con dinero y el dinero lo tienen los capitalistas.
Por tanto, la calle además de no ser democrática, pues en teoría, impone por la fuerza los criterios de unos pocos, resulta que está al servicio de quienes pueden pagarla, que tampoco es democrático que digamos.
Es más, si nos fijamos, ninguna de las revoluciones que el mundo han sido se ha hecho pensando en la democracia, todas han montado una democracia aparente para tener tranquilo al pueblo, pero siempre se hacen pensando en las oligarquías, que son las que ponen el dinero.
Las revoluciones triunfan, no porque sean cosa del pueblo, sino porque el régimen al que sustituyen está tan podrido que nadie mueve un dedo para defenderlo, pero el "pueblo" consiste en unas turbas vociferantes, dirigidas por mercenarios y que nunca son más del 1 % de la población. Pero con unos medios adictos, la revolución triunfa.
¿Por qué no se forma una revolución aquí, si el régimen está muerto? Pues porque nadie pone el dinero para mover a las masas. El régimen está tan muerto que bastó una idea atractiva para que la gente se movilizara espontáneamente en Cataluña, a pesar de todo el dinero que gastaron los separatistas no consiguieron callar a los que defendían a España. Desgraciadamente eso se desactivó y dudo que se vuelva a producir.
También es cierto que hay una masa que no se mete en nada y para la que todo está bien. Es la ley de los tercios. Una parte son adictos, otra parte, enemigos y otra parte, indiferentes y acomodaticios. Seguramente los contrarios, en estos momentos sean más del 40 % y los adictos menos del 20, pero los indiferentes puede que sean más del 50 o con que sean el 40, es imposible cualquier protesta. Y eso se verá en las votaciones. Siempre sale más del 60 % de participación, si descontamos un 15 % debido a la cocina, nos sigue quedando más del 50 % de gente que ha votado. Y así no se echa a nadie.
Vanlop
Pero el sistema está tan bien montado que es imposible que desaparezcan. El pueblo no tiene mecanismos para imponerse, el pueblo solo puede votar a unos o a otros o no votar, pero no existe nada parecido a un plebiscito que permita echar al partido gobernante, por ejemplo.
Mientras que en otros países los refrendos son muy frecuentes y se suelen hacer junto con las elecciones, aquí no, Es el gobierno el que convoca un referéndum para lo que le conviene. Si esa vía no es posible para le pueblo, ¿qué otras vías quedan?
La calle no es democrática, pero es que a la vista está que la calle la domina quien pone más dinero. La cosa quedó muy clara con el 15M y el nacimiento de podemos. Todo a golpe de billetes, como de costumbre. Y esto es lo que no le entra al personal. La gente piensa que es imposible que los capitalistas paguen para que los comunistas tomen el poder. Pero es justo lo que ha ocurrido siempre. Las revoluciones se hacen con dinero y el dinero lo tienen los capitalistas.
Por tanto, la calle además de no ser democrática, pues en teoría, impone por la fuerza los criterios de unos pocos, resulta que está al servicio de quienes pueden pagarla, que tampoco es democrático que digamos.
Es más, si nos fijamos, ninguna de las revoluciones que el mundo han sido se ha hecho pensando en la democracia, todas han montado una democracia aparente para tener tranquilo al pueblo, pero siempre se hacen pensando en las oligarquías, que son las que ponen el dinero.
Las revoluciones triunfan, no porque sean cosa del pueblo, sino porque el régimen al que sustituyen está tan podrido que nadie mueve un dedo para defenderlo, pero el "pueblo" consiste en unas turbas vociferantes, dirigidas por mercenarios y que nunca son más del 1 % de la población. Pero con unos medios adictos, la revolución triunfa.
¿Por qué no se forma una revolución aquí, si el régimen está muerto? Pues porque nadie pone el dinero para mover a las masas. El régimen está tan muerto que bastó una idea atractiva para que la gente se movilizara espontáneamente en Cataluña, a pesar de todo el dinero que gastaron los separatistas no consiguieron callar a los que defendían a España. Desgraciadamente eso se desactivó y dudo que se vuelva a producir.
También es cierto que hay una masa que no se mete en nada y para la que todo está bien. Es la ley de los tercios. Una parte son adictos, otra parte, enemigos y otra parte, indiferentes y acomodaticios. Seguramente los contrarios, en estos momentos sean más del 40 % y los adictos menos del 20, pero los indiferentes puede que sean más del 50 o con que sean el 40, es imposible cualquier protesta. Y eso se verá en las votaciones. Siempre sale más del 60 % de participación, si descontamos un 15 % debido a la cocina, nos sigue quedando más del 50 % de gente que ha votado. Y así no se echa a nadie.
Vanlop