Fidel, Evo y Chávez
No suelo intervenir en estas diatribas, menos aún con oponentes invisibles, pero alguna vez tendría que ser y esta es la ocasión. Me indignan las posiciones a ultranza porque ellas contienen el germen de la intolerancia, así que vayamos diseccionando el episodio (nada grato para ninguno) por fases: 1.- Hugo Chávez lanza (desde el día anterior) dicterios contra un ex-presidente español y los repite en la plenaria, usurpando el tiempo del Presidente Rodríguez. =un error diplomático garrafal. 2.- El presidente español, cortésmente, le pide moderación, pero Chávez continúa con las ofensas. = un acierto para Rodríguez y otro error para Chávez. 3.- El Rey Don Juan Carlos se enerva y en medio de dimes y diretes manda callar a Chávez. = error diplomático grave para el Rey, aún con todos los atenuantes. 4.- Chávez continúa arrimando leña al fuego con más sorprendentes declaraciones 'post-Chile.'= Otro error político de Chávez.
Que los errores u omisiones de los dirigentes no separen a nuestros pueblos... Esta es mi solicitud a tirios y troyanos.
Para los curiosos de mi origen, hace 60 años que soy ciudadano venezolano,nacido en Washington DC, de padre llanero y de madre vasca. Amo y respeto profundamente al pueblo de los Estados Unidos, al de España toda y al de Venezuela, pero los pueblos no podemos ser solidarios de nuestros gobernantes. Lo que ellos hagan nos afectan (¡qué duda cabe!) pero somos las gentes sencillas y honradas las que no podemos caer en luchas fraticidas ni salir a la 'defensa-a-ultranza' de ellos. Todos (unos más que otros) erraron en la Plenaria de Chile. A nosotros nos queda castigarles con los votos y con la historia.
Que los errores u omisiones de los dirigentes no separen a nuestros pueblos... Esta es mi solicitud a tirios y troyanos.
Para los curiosos de mi origen, hace 60 años que soy ciudadano venezolano,nacido en Washington DC, de padre llanero y de madre vasca. Amo y respeto profundamente al pueblo de los Estados Unidos, al de España toda y al de Venezuela, pero los pueblos no podemos ser solidarios de nuestros gobernantes. Lo que ellos hagan nos afectan (¡qué duda cabe!) pero somos las gentes sencillas y honradas las que no podemos caer en luchas fraticidas ni salir a la 'defensa-a-ultranza' de ellos. Todos (unos más que otros) erraron en la Plenaria de Chile. A nosotros nos queda castigarles con los votos y con la historia.