Son unos golfos
¿Quién? ¿Los catalanes? ¿Los políticos catalanes?
Los políticos en Cataluña, sin lugar a dudas, como lo demuestran hechos recientes de corrupción y golferío que afectan a los grandes partidos políticos, sin excepción.
ERC se encuentra envuelto en un escándalo sorprendente, tras haberse atrevido, desde una desfachatez ética impropia de la democracia, a pedir un "peaje" de entre el 4% y el 24% de sus sueldos a funcionarios y expertos que trabajan en las consejerías que controlan. Como es habitual en la política, justifican el cobro de ese "impuesto" inmoral y antidemocrático afirmando que es "para el partido", como hacían aquellos "chorizos" que fueron pillados y se hicieron famosos en la etapa del gobierno de Felipe González.
Convergencia i Unió ha sido acusada en reiteradas ocasiones, incluso por otros partidos políticos catalanes, de financiarse mediante el implacable cobro del 3 por ciento por cada obra o movimiento urbanístico durante los muchos años que estuvo en el poder.
El Partido Socialista de Cataluña todavía padece el escándalo del préstamo condonado y no devuelto a La Caíxa, gestionado por el actual ministro Montilla.
En fin, un panorama ético.político desalentador en una Cataluña que, gracias, precisamente, a esos partidos infectados, estrena un Estatuto independentistas y autoritario, concedido por el gobierno de Zapatero ,que, según reflejan las investigaciones sociológicas, es rechazado por la inmensa mayoría de los españoles.
Sintomáticas del ambiente infecto de la ética política en Cataluña son las declaraciones de Puigcercós, lider de Izquierda Republicana de Cataluña, que puso el ventilador para esparcir irregularidades en la financiación de otros partidos: "estamos orgullosos de ser un partido donde no hay donaciones anónimas, donde no nos nutrimos de comisiones urbanísticas sino del esfuerzo de nuestra gente", dijo.
¿Queda alguna duda del hedor a cloacas?
¿Quién? ¿Los catalanes? ¿Los políticos catalanes?
Los políticos en Cataluña, sin lugar a dudas, como lo demuestran hechos recientes de corrupción y golferío que afectan a los grandes partidos políticos, sin excepción.
ERC se encuentra envuelto en un escándalo sorprendente, tras haberse atrevido, desde una desfachatez ética impropia de la democracia, a pedir un "peaje" de entre el 4% y el 24% de sus sueldos a funcionarios y expertos que trabajan en las consejerías que controlan. Como es habitual en la política, justifican el cobro de ese "impuesto" inmoral y antidemocrático afirmando que es "para el partido", como hacían aquellos "chorizos" que fueron pillados y se hicieron famosos en la etapa del gobierno de Felipe González.
Convergencia i Unió ha sido acusada en reiteradas ocasiones, incluso por otros partidos políticos catalanes, de financiarse mediante el implacable cobro del 3 por ciento por cada obra o movimiento urbanístico durante los muchos años que estuvo en el poder.
El Partido Socialista de Cataluña todavía padece el escándalo del préstamo condonado y no devuelto a La Caíxa, gestionado por el actual ministro Montilla.
En fin, un panorama ético.político desalentador en una Cataluña que, gracias, precisamente, a esos partidos infectados, estrena un Estatuto independentistas y autoritario, concedido por el gobierno de Zapatero ,que, según reflejan las investigaciones sociológicas, es rechazado por la inmensa mayoría de los españoles.
Sintomáticas del ambiente infecto de la ética política en Cataluña son las declaraciones de Puigcercós, lider de Izquierda Republicana de Cataluña, que puso el ventilador para esparcir irregularidades en la financiación de otros partidos: "estamos orgullosos de ser un partido donde no hay donaciones anónimas, donde no nos nutrimos de comisiones urbanísticas sino del esfuerzo de nuestra gente", dijo.
¿Queda alguna duda del hedor a cloacas?