A ENDESA no podrá salvarla de la poderosa y técnicamente bien concebida OPA lanzada por Gas Natural ni el Partido Popular, ni Caja Madrid, ni siquiera sus accionistas, sino únicamente la sociedad civil española, que la rechaza, que la ve como una de las "letras" que el gobierno debe abonar a sus socios políticos catalanes y que, desde su quijotismo tradicional, está dispuesta a apoyar a ENDESA en su lucha contra los gigantes.
ENDESA tiene la ocasión única de apelar al ciudadano y a la maltrecha sociedad civil española para fortalecerse y hacer frente así a la OPA casi invencible que le ha lanzado Gas Natural, con el apoyo indisimulado del Gobierno socialista, una operación cuyo único punto débil es que puede ser masivamente rechazada por una opinión pública española que la percibe como politizada y contraria a la competencia y a los intereses de los consumidores.
El mejor consejo que se le puede dar a Manuel Pizarro es que, mejor que exhibir inutilmente una Constitución Española en la que sus enemigos quizás no crean demasiado, se dedique a explicar la situación que su empresa atraviesa y la naturaleza de la OPA en los foros y tribunas de España. Sólo si coge las maletas y se dedica a predicar por los cuatro puntos cardinales de España, podrá salvarse, porque la OPA es técnicamente perfecta y todos las rutas de escape están vigiladas, menos la de la opinión pública, descuidada por los grandes poderes porque están acostumbradon a controlarla y porque la sociedad civil española es tan débil que no influye y ni siquiera ha sido tenida en cuenta como riesgo.
Sin embargo, hay evidencia suficiente para anticipar que tal vez haya llegado el momento de que la sociedad civil española se atreva a plantar cara y diga un "no" abrumador al poder político español, cada día más fuerte, altivo y osado. La OPA a ENDESA es una oportunidad óptima para que la sociedad civil recupere independencia, cohesión e influencia frente al todopoderoso poder político en España.
Los ciudadanos, marginados de la política y con los que únicamente se cuenta a la hora de abrir las urnas, están cansados de que la democracia sea entendida en su mínima expresión y desean recuperar los poderes soberanos y decisivos que les reconoce la democracia auténtica.
Los sondeos e investigaciones sociológicas reflejan que la mayoría de la sociedad española percibe la OPA como una operación que merma la libre competencia, politizada y apoyada por un gobierno que ha debido comprometerse a pagar determinadas "letras" a sus socios nacionalistas catalanes, una de las cuales podría ser la entrega de la estratégica ENDESA.
ENDESA tiene la ocasión única de apelar al ciudadano y a la maltrecha sociedad civil española para fortalecerse y hacer frente así a la OPA casi invencible que le ha lanzado Gas Natural, con el apoyo indisimulado del Gobierno socialista, una operación cuyo único punto débil es que puede ser masivamente rechazada por una opinión pública española que la percibe como politizada y contraria a la competencia y a los intereses de los consumidores.
El mejor consejo que se le puede dar a Manuel Pizarro es que, mejor que exhibir inutilmente una Constitución Española en la que sus enemigos quizás no crean demasiado, se dedique a explicar la situación que su empresa atraviesa y la naturaleza de la OPA en los foros y tribunas de España. Sólo si coge las maletas y se dedica a predicar por los cuatro puntos cardinales de España, podrá salvarse, porque la OPA es técnicamente perfecta y todos las rutas de escape están vigiladas, menos la de la opinión pública, descuidada por los grandes poderes porque están acostumbradon a controlarla y porque la sociedad civil española es tan débil que no influye y ni siquiera ha sido tenida en cuenta como riesgo.
Sin embargo, hay evidencia suficiente para anticipar que tal vez haya llegado el momento de que la sociedad civil española se atreva a plantar cara y diga un "no" abrumador al poder político español, cada día más fuerte, altivo y osado. La OPA a ENDESA es una oportunidad óptima para que la sociedad civil recupere independencia, cohesión e influencia frente al todopoderoso poder político en España.
Los ciudadanos, marginados de la política y con los que únicamente se cuenta a la hora de abrir las urnas, están cansados de que la democracia sea entendida en su mínima expresión y desean recuperar los poderes soberanos y decisivos que les reconoce la democracia auténtica.
Los sondeos e investigaciones sociológicas reflejan que la mayoría de la sociedad española percibe la OPA como una operación que merma la libre competencia, politizada y apoyada por un gobierno que ha debido comprometerse a pagar determinadas "letras" a sus socios nacionalistas catalanes, una de las cuales podría ser la entrega de la estratégica ENDESA.