Información y Opinión

¿Simple cobardía o defensa del privilegio?



El PSOE se enroca, cierra los ojos y defiende a Zapatero, negándose a ver la evidencia de que el líder socialista está conduciendo a España hacia el precipicio. No es facil saber si lo que escenificó ayer el comité federal del PSOE es el silencio cobarde de los corderos o la defensa desesperada del privilegio, pero, en cualquier caso, es una postura políticamente indecente que deja a España abandonada y sin esperanza, en manos de un inepto.
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El comité federal del PSOE cerró filas en torno a Zapatero, el peor dirigente político que ha tenido España desde Fernando VII, a pesar del evidente fracaso de su liderazgo, que está conduciendo a España hacia el precipicio.

No es fácil discernir si los jerarcas socialistas fueron ayer vergonzosamente cobardes o simplemente defendieron sus privilegios y ventajas en un tiempo terrible de crisis, que ellos no perciben desde sus coches oficiales y sueldos estelares. De cualquier modo, lo de ayer fue un espectáculo triste de borregos sometidos, incapaces de anteponer el bien común a sus intereses de casta, ciegos frente a lo que les rodea.

En lugar de debatir sobre el sufrimiento de España, sobre la pérdida de la prosperidad, la corrupción que infecta al Estado y a la sociedad y sobre el drama que representa el crecimiento imparable del desempleo y la pobreza, cada una de las 35 intervenciones comenzaba con proclamas de fidelidad. «No estas sólo. Los tuyos estamos aquí sentados. Ya les gustaría a algunos estar tan solos como dicen que estás tú», llegó a decir el extremeño Guillermo Fernández Vara.

Lamentable espectáculo que demuestra el alto grado de degeneración del sistema democrático en España, transformado por los partidos políticos en una sucia partitocracia que margina al ciudadano, que aliena a las élites políticas en una burbuja de lujo y arrogancia y que es capaz de anteponer los intereses y privilegios de "la casta" política al bien común.

Truculento, como es su estilo, el presidente se presentó ante el comité federal como el defensor de los débiles que ha dicho no a los poderosos, sin un gramo de autocrítica, sin debate libre, sin reconocer que España, bajo su mandato, se empobrece, se desmembra y ha perdido la alegría, la confianza y la fe en su futuro como pueblo.

El PSOE tenía ayer motivos más que suficientes para abrir un debate libre y para afrontar la autocrítica. pero prefirió "hacer una piña" en torno al lídeer, sin reconocer que los españoles no queremos en este momentos adhesiones inquebrantables que recuerdan al franquismo, sino un liderazgo eficiente y lúcido que nos devuelva la properidad y la esperanza.

En ese debate que no se celebró, el PSOE debería haber analizado por qué España, bajo el gobierno de Zapatero, ha subido al podio europeo del desempleo, de la pobreza, del consumo y tráfico de drogas, del fracaso escolar, de la falta de calidad en la enseñanza, del crecimiento de la delincuencia, del alcoholismo, de la inflación de coches oficiales, de los privilegios y arrogancia de la clase política, del crecimiento desordenado del Estado, del deterioro de la confianza de los ciudadanos en la política y en los políticos. También debería debatir por qué razón en las encuestas del CIS, debidamente "maquilladas", aparecen ya los políticos como la quinta preocupación de los ciudadanos, por delante del terrorismo. Por último, deberían analizar por que no paran de crecer las colas en los comedores de caridad, por qué Cáritas está asumiendo un enorme protagonismo en la vida de los españoles y por que razón el PSOE se parece cada día más a las antiguas Conferencias de San Vicente de Paul, cuya misión central era repartir caridad entre los pobres, hermosa tarea, pero impropia de un gobierno democrático, cuyo deber principal, antes que "repartir limosnas", es solucionar problemas, generar confianza, evitar la pobreza, garantizar la unidad, ayudar a que los ciudadanos sean felices, crear empleo y tomar decisiones lúcidas y eficaces.



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Domingo, 20 de Septiembre 2009
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