Al PSOE se le han perdonado todos sus abusos y desmanes, incluyendo algunos tan graves como el saqueo del banco de España y el envio de las reservas españolas en oro a la antigua URSS, dejando al país en bancarrota. Nadie se explica la impunidad histórica del socialismo, que parece tener el favor de un Dios poderoso y la tutela de un hada mágica que cuida sus intereses. Hoy, cuando las urnas están a punto de abrirse de nuevo el próximo 28 de abril, el PSOE figura como favorito de las encuestas, a pesar de haber cometido la peor fechoría política desde la muerte de franco: haber gobernado en alianza con lo más despreciable de España y con los partidos que más odian a la nación y quieren romperla. Una poderosa e incomprensible amnesia se apodera de los españoles en los procesos electorales y les empuja misteriosamente a votar socialista.
?Cómo es posible que el PSOE, después de aprobar, junto con Bildu, la miserable “Ley vasca de abusos policiales” la última infamia de Pedro Sánchez, siga disfrutando de una alta intención de voto? Esa impunidad de sus suciedades y abusos resulta incomprensible para los españoles decentes.
Parece increíble, pero los españoles, a la hora de votar, suelen olvidar los "pecados" y traiciones del PSOE, en especial que ese partido les ha llevado dos veces a la ruina económica, con Felipe González y con Zapatero, del mismo modo que olvida también sus grandes escándalos, corrupciones y abusos de poder, una ristra inmensa de mentiras, engaños, estafas, saqueos y maniobras oscuras que van desde el terrorismo de Estado que protagonizó en tiempos de Felipe González al saqueo de las cajas de ahorro, los primeros pactos con el nacionalismo catalán, que abrieron la caja de los truenos independentistas, y la utilización de Andalucía para instalar y probar un sistema de poder y de clientelismo tan denso que casi era equiparable al del Estado Soviético en la vieja URSS.
Las últimas "fechorías" del socialismo español, bajo un personaje tan siniestro e inquietante como Pedro Sánchez parecían imposibles de ser olvidadas por el pueblo, pero ahora, en vísperas de que se abran las urnas, el PSOE figura como favorito para ganar las elecciones. Nadie se lo explica, pero la ciudadanía española aparece dominada por una especie de virus de la amnesia que le empuja a votar al PSOE, olvidando su terrible pasado, incluso el peor de todos y el más reciente: el hecho de que Pedro Sánchez haya gobernado en alianza con los peores enemigos de España: golpistas catalanes, proetarras de BILDU, nacionalistas de todos los colores y comunistas de Unidas Podemos disfrazados de populistas.
La arrogancia del PSOE de Sánchez parece imparable. La mayoría de los españoles quiere que se reduzca el poder de las autonomías, pero Pedro Sánchez acaba de pactar con el PNV ceder nuevas competencias a cambio de los votos que necesita, una política repugnante que los españoles odian tras comprobar que la practicaron Gonzalez, Aznar y Zapatero con efectos letales para España. Esa arrogancia socialista les lleva a legislar y gobernar contra la voluntad popular y a tomar medidas que el pueblo rechaza sin que tenga que pagarlo.
Muchos españoles se preguntan cómo el PSOE gana elecciones a pesar de sus corrupciones, abusos y errores. La única respuesta lógica es que el PSOE, desde la Transición, siempre ha sido el partido favorito de los grandes poderes ocultos del mundo, los que realmente mueven los hilos, que siempre le han cuidado desde las sombras. Por eso le apoyan todas las televisiones importantes y muchos de los principales medios escritos y de radio.
La gran pregunta que flota entre los expertos y analistas más informados es si ese poder sigue confiando en el PSOE y está dispuesto a seguir abriéndole las puertas de la Moncloa o si ha cambiado de rumbo y apuesta ya por otra formación u otra alianza. La respuesta quizás nunca se sepa del todo, pero los resultados del 28 de abril aportarán pistas de gran valor y significado.
Francisco Rubiales
?Cómo es posible que el PSOE, después de aprobar, junto con Bildu, la miserable “Ley vasca de abusos policiales” la última infamia de Pedro Sánchez, siga disfrutando de una alta intención de voto? Esa impunidad de sus suciedades y abusos resulta incomprensible para los españoles decentes.
Parece increíble, pero los españoles, a la hora de votar, suelen olvidar los "pecados" y traiciones del PSOE, en especial que ese partido les ha llevado dos veces a la ruina económica, con Felipe González y con Zapatero, del mismo modo que olvida también sus grandes escándalos, corrupciones y abusos de poder, una ristra inmensa de mentiras, engaños, estafas, saqueos y maniobras oscuras que van desde el terrorismo de Estado que protagonizó en tiempos de Felipe González al saqueo de las cajas de ahorro, los primeros pactos con el nacionalismo catalán, que abrieron la caja de los truenos independentistas, y la utilización de Andalucía para instalar y probar un sistema de poder y de clientelismo tan denso que casi era equiparable al del Estado Soviético en la vieja URSS.
Las últimas "fechorías" del socialismo español, bajo un personaje tan siniestro e inquietante como Pedro Sánchez parecían imposibles de ser olvidadas por el pueblo, pero ahora, en vísperas de que se abran las urnas, el PSOE figura como favorito para ganar las elecciones. Nadie se lo explica, pero la ciudadanía española aparece dominada por una especie de virus de la amnesia que le empuja a votar al PSOE, olvidando su terrible pasado, incluso el peor de todos y el más reciente: el hecho de que Pedro Sánchez haya gobernado en alianza con los peores enemigos de España: golpistas catalanes, proetarras de BILDU, nacionalistas de todos los colores y comunistas de Unidas Podemos disfrazados de populistas.
La arrogancia del PSOE de Sánchez parece imparable. La mayoría de los españoles quiere que se reduzca el poder de las autonomías, pero Pedro Sánchez acaba de pactar con el PNV ceder nuevas competencias a cambio de los votos que necesita, una política repugnante que los españoles odian tras comprobar que la practicaron Gonzalez, Aznar y Zapatero con efectos letales para España. Esa arrogancia socialista les lleva a legislar y gobernar contra la voluntad popular y a tomar medidas que el pueblo rechaza sin que tenga que pagarlo.
Muchos españoles se preguntan cómo el PSOE gana elecciones a pesar de sus corrupciones, abusos y errores. La única respuesta lógica es que el PSOE, desde la Transición, siempre ha sido el partido favorito de los grandes poderes ocultos del mundo, los que realmente mueven los hilos, que siempre le han cuidado desde las sombras. Por eso le apoyan todas las televisiones importantes y muchos de los principales medios escritos y de radio.
La gran pregunta que flota entre los expertos y analistas más informados es si ese poder sigue confiando en el PSOE y está dispuesto a seguir abriéndole las puertas de la Moncloa o si ha cambiado de rumbo y apuesta ya por otra formación u otra alianza. La respuesta quizás nunca se sepa del todo, pero los resultados del 28 de abril aportarán pistas de gran valor y significado.
Francisco Rubiales