Cualquier político honrado y digno dimitiría y convocaría elecciones anticipadas al conocer una encuesta tan demoledora como la que publica hoy el diario "El País", según la cual el 75% de los españoles rechaza la gestión de Zapatero y el 84% dice que no confía en él.
La encuesta, publicada por un medio "amigo" como el diario de PRISA, fortalece la tesis, en la que cada día más españoles creen, de que Zapatero es un fracasado que está conduciendo a España hacia el desastre y a su partido, el PSOE, hacia una derrota memorable, de la que tardará muchos años en recuperarse.
La encuesta, según la cual el Partido Popular eleva su ventaja electoral a 14,5 puntos, mientras los socialistas siguen en retroceso y se sitúan ya sólo en un 28,5% de estimación de voto, coloca a Zapatero como el presidente en ejercicio más rechazado de la historia democrática española y es una constatación del enorme fracaso de un político que pasará a la historia moderna de España como un inepto peligros al que apoyaron millones de borregos descerebrados y que condujo a España hasta el borde del fracaso y arrebató a su pueblo la sonrisa, la confianza, la esperanza y hasta la fe en la misma democracia.
Con casi 9 de cada 10 españoles en contra (84% de rechazo), cualquier político con dignidad y vergüenza dimitiría, pero Zapatero, sin esos atributos básicos del liderazgo, seguirá, probablemente, aferrado a un poder que no merece y que en la última etapa de su mandato tendrá que gestionar en solitario, mientras siente en su nuca el desprecio de España y el de su mismo partido.
La encuesta, publicada por un medio "amigo" como el diario de PRISA, fortalece la tesis, en la que cada día más españoles creen, de que Zapatero es un fracasado que está conduciendo a España hacia el desastre y a su partido, el PSOE, hacia una derrota memorable, de la que tardará muchos años en recuperarse.
La encuesta, según la cual el Partido Popular eleva su ventaja electoral a 14,5 puntos, mientras los socialistas siguen en retroceso y se sitúan ya sólo en un 28,5% de estimación de voto, coloca a Zapatero como el presidente en ejercicio más rechazado de la historia democrática española y es una constatación del enorme fracaso de un político que pasará a la historia moderna de España como un inepto peligros al que apoyaron millones de borregos descerebrados y que condujo a España hasta el borde del fracaso y arrebató a su pueblo la sonrisa, la confianza, la esperanza y hasta la fe en la misma democracia.
Con casi 9 de cada 10 españoles en contra (84% de rechazo), cualquier político con dignidad y vergüenza dimitiría, pero Zapatero, sin esos atributos básicos del liderazgo, seguirá, probablemente, aferrado a un poder que no merece y que en la última etapa de su mandato tendrá que gestionar en solitario, mientras siente en su nuca el desprecio de España y el de su mismo partido.