Señor López Garrido:
¡Déjese de historias y de engaños!
Me dirijo a usted para reprocharle su escasa moral como político y su fea intención de engañar a la ciudadanía con sofismas y mentiras disfrazadas de verdad, una costumbre que, desgraciadamente, está muy extendida en nuestra degradada clase política española.
Acaba de afirmar usted, con una falsedad notoria, que la iniciativa de su partido, el PSOE, de permitir a los inmigrantes votar en las próximas elecciones municipales se debe a que "queremos avanzar en ciudadanía".
Permitir votar a los inmigrantes no es avanzar en el concepto de ciudadanía, sino avanzar en el concepto de poder y dominio, que es lo que de verdad le interesa a su partido. Con el voto inmigrante ustedes esperan ganar las próximas elecciones. Esa es la verdadera intención, obviamente ocultada por usted.
Si ustedes quisieran "avanzar en el concepto de ciudadanía", como falsamente afirma, eliminarían esas listas cerradas y bloqueadas, mediante las cuales arrebata al ciudadano su derecho a elegir, fundamental en democracia, un derecho que ejercen ahora las élites de los todopoderosos partidos políticos, a las que usted pertenece, que son quienes realmente eligen al confeccionar unas listas ante las que el ciudadano no puede tachar nombres indeseables, ni agregar a gente honrada, sino únicamente aceptarlas plenamente o rechazarlas.
Si ustedes quisieran, realmente, avanzar en el concepto de ciudadanía, como falsamente afirma, gobernarían teniendo en cuenta el criterio ciudadano, y no en contra, como han hecho con el Estatuto de Cataluña o como hacen al negociar con ETA con los pantalones bajados. Si de verdad tuvieran ustedes interés en la ciudadanía, consultarían la opinión de los ciudadanos, que prefieren ignorar para manipularla desde el poder, o estimularían un debate franco, sin trucos, que ustedes jamás practican, o ayudarían a construir la sociedad civil española, que, desde el poder político, habéis casi aniquilado, comprando o sometiendo a sus principales instituciones: sindicatos, religiones, patronal, universidades, medios de comunicación, fundaciones, asociaciones y hasta empresas.
En fin, si les interesara a ustedes la ciudadanía, gobernarían con eficacia, en lugar de hacerlo como ineptos ante cada problema, como ha quedado demostrado con los incendios de Guadalajara y ahora, de Galicia, o como quedó demostrado con el "Prestige", cuando gobernaban sus "adversarios", tan poco interesados en la verdadera "ciudadanía" como ustedes los socialistas. Si de verdad quisieran fabricar ciudadanos, reformarían la nefasta enseñanza que habéis impuesto en las escuelas de España y dejarían de fabricar esclavos en las aulas. Si les interesara la ciudadanía, eliminarían la corrupción, cada día más galopante en España, respetarían la separación de poderes, fundamental en democracia, poderes que ustedes han invadido degenerando la democracia hasta límites inconfesables, y antepondrían en la gestión de gobierno los intereses generales a los de su propio partido, que son los que realmente os interesan a las elites políticas obsesionadas por el poder y el dominio.
En fin, creo que a usted le interesa que "avance el concepto de ciudadanía" lo mismo que a mí me interesa que los koalas coman frijoles.
¡Déjese de historias y de engaños!
Me dirijo a usted para reprocharle su escasa moral como político y su fea intención de engañar a la ciudadanía con sofismas y mentiras disfrazadas de verdad, una costumbre que, desgraciadamente, está muy extendida en nuestra degradada clase política española.
Acaba de afirmar usted, con una falsedad notoria, que la iniciativa de su partido, el PSOE, de permitir a los inmigrantes votar en las próximas elecciones municipales se debe a que "queremos avanzar en ciudadanía".
Permitir votar a los inmigrantes no es avanzar en el concepto de ciudadanía, sino avanzar en el concepto de poder y dominio, que es lo que de verdad le interesa a su partido. Con el voto inmigrante ustedes esperan ganar las próximas elecciones. Esa es la verdadera intención, obviamente ocultada por usted.
Si ustedes quisieran "avanzar en el concepto de ciudadanía", como falsamente afirma, eliminarían esas listas cerradas y bloqueadas, mediante las cuales arrebata al ciudadano su derecho a elegir, fundamental en democracia, un derecho que ejercen ahora las élites de los todopoderosos partidos políticos, a las que usted pertenece, que son quienes realmente eligen al confeccionar unas listas ante las que el ciudadano no puede tachar nombres indeseables, ni agregar a gente honrada, sino únicamente aceptarlas plenamente o rechazarlas.
Si ustedes quisieran, realmente, avanzar en el concepto de ciudadanía, como falsamente afirma, gobernarían teniendo en cuenta el criterio ciudadano, y no en contra, como han hecho con el Estatuto de Cataluña o como hacen al negociar con ETA con los pantalones bajados. Si de verdad tuvieran ustedes interés en la ciudadanía, consultarían la opinión de los ciudadanos, que prefieren ignorar para manipularla desde el poder, o estimularían un debate franco, sin trucos, que ustedes jamás practican, o ayudarían a construir la sociedad civil española, que, desde el poder político, habéis casi aniquilado, comprando o sometiendo a sus principales instituciones: sindicatos, religiones, patronal, universidades, medios de comunicación, fundaciones, asociaciones y hasta empresas.
En fin, si les interesara a ustedes la ciudadanía, gobernarían con eficacia, en lugar de hacerlo como ineptos ante cada problema, como ha quedado demostrado con los incendios de Guadalajara y ahora, de Galicia, o como quedó demostrado con el "Prestige", cuando gobernaban sus "adversarios", tan poco interesados en la verdadera "ciudadanía" como ustedes los socialistas. Si de verdad quisieran fabricar ciudadanos, reformarían la nefasta enseñanza que habéis impuesto en las escuelas de España y dejarían de fabricar esclavos en las aulas. Si les interesara la ciudadanía, eliminarían la corrupción, cada día más galopante en España, respetarían la separación de poderes, fundamental en democracia, poderes que ustedes han invadido degenerando la democracia hasta límites inconfesables, y antepondrían en la gestión de gobierno los intereses generales a los de su propio partido, que son los que realmente os interesan a las elites políticas obsesionadas por el poder y el dominio.
En fin, creo que a usted le interesa que "avance el concepto de ciudadanía" lo mismo que a mí me interesa que los koalas coman frijoles.