En menos de medio siglo, el mundo del trabajo, como lo conocemos hoy, sólo será un recuerdo. Se perderán por lo menos la mitad de los puestos de trabajo existentes en la actualidad, lo que nos condena a vivir en un mundo donde el trabajo bien remunerado será un auténtico privilegio y con gran parte de la población recibiendo salarios de miseria o recibiendo subsidios de subsistencia, pagados por el Estado.
Hay ya miles de empresas con planes de expansión en los que los robots sustituyen a la mayor parte de la plantilla. El problema es tan grave que en Estados Unidos, el presidente Obama ya prepara una ley para que los trabajadores a los que los robots les arrebaten el puesto de trabajo reciban una paga de compensación.
Únicamente los trabajos mas sofisticados seguirán siendo desempeñados por el ser humano. Los puestos que requieren poca preparación, los trabajos repetitivos y de esfuerzo serán desempeñados por máquinas avanzadas dotadas de inteligencia artificial, o por inmigrantes dispuestos a trabajar a cambio de limosnas. El trabajo del ser humano sólo será imprescindible y valorado cuando el puesto que desempeñe requiera creatividad, carga emocional y liderazgo, rasgos que sólo se dan en los puestos directivos, en la investigación científica, el liderazgo y en algunos otros de gran rareza.
Pero los "ladrones" de los trabajos menos cualificados no serán sólo los robots. Hay dos fenómenos relacionados con la globalización que afectarán al empleo de manera contundente. El primero la migración de las empresas hacia países donde los salarios son de miseria para lograr mas competitividad, lo que dejarán a millones de trabajadores sin empleo en los países mas ricos. El segundo es las oleadas de inmigrantes hambrientos que llegarán de los países mas pobres, dispuestos a trabajar por salarios de miseria y a realizar por muy poco dinero los trabajos que hoy desempeñan los empleados locales. Los gobiernos, casi siempre mas inclinados a beneficiar más a las grandes empresas que a sus ciudadanos, no impedirán esa invasión porque con los empleados a bajo sueldo llegará también costes de producción mas bajos y mayor crecimiento y competitividad.
El perfil del mundo futuro que dibujan los expertos es sobrecogedor y amenazante: millones de robots produciendo a gran escala, cientos de millones de desempleados cobrando subsidios de subsistencia, millones de inmigrantes trabajando en puestos sin cualificar, a cambio de salarios miserables, y una élite muy bien formada, procedente de universidades elitistas, creativa, elocuente y capacitada para tomar decisiones y dirigir grupos, que trabajará cobrando grandes sueldos y viviendo a cuerpo de rey. Las clases medias prácticamente desaparecerán y el mundo estará, ostentosa y cruelmente, dividido en ricos y pobres, en élites privilegiadas y en masas depauperadas y muy escasas de recursos.
Francisco Rubiales
Hay ya miles de empresas con planes de expansión en los que los robots sustituyen a la mayor parte de la plantilla. El problema es tan grave que en Estados Unidos, el presidente Obama ya prepara una ley para que los trabajadores a los que los robots les arrebaten el puesto de trabajo reciban una paga de compensación.
Únicamente los trabajos mas sofisticados seguirán siendo desempeñados por el ser humano. Los puestos que requieren poca preparación, los trabajos repetitivos y de esfuerzo serán desempeñados por máquinas avanzadas dotadas de inteligencia artificial, o por inmigrantes dispuestos a trabajar a cambio de limosnas. El trabajo del ser humano sólo será imprescindible y valorado cuando el puesto que desempeñe requiera creatividad, carga emocional y liderazgo, rasgos que sólo se dan en los puestos directivos, en la investigación científica, el liderazgo y en algunos otros de gran rareza.
Pero los "ladrones" de los trabajos menos cualificados no serán sólo los robots. Hay dos fenómenos relacionados con la globalización que afectarán al empleo de manera contundente. El primero la migración de las empresas hacia países donde los salarios son de miseria para lograr mas competitividad, lo que dejarán a millones de trabajadores sin empleo en los países mas ricos. El segundo es las oleadas de inmigrantes hambrientos que llegarán de los países mas pobres, dispuestos a trabajar por salarios de miseria y a realizar por muy poco dinero los trabajos que hoy desempeñan los empleados locales. Los gobiernos, casi siempre mas inclinados a beneficiar más a las grandes empresas que a sus ciudadanos, no impedirán esa invasión porque con los empleados a bajo sueldo llegará también costes de producción mas bajos y mayor crecimiento y competitividad.
El perfil del mundo futuro que dibujan los expertos es sobrecogedor y amenazante: millones de robots produciendo a gran escala, cientos de millones de desempleados cobrando subsidios de subsistencia, millones de inmigrantes trabajando en puestos sin cualificar, a cambio de salarios miserables, y una élite muy bien formada, procedente de universidades elitistas, creativa, elocuente y capacitada para tomar decisiones y dirigir grupos, que trabajará cobrando grandes sueldos y viviendo a cuerpo de rey. Las clases medias prácticamente desaparecerán y el mundo estará, ostentosa y cruelmente, dividido en ricos y pobres, en élites privilegiadas y en masas depauperadas y muy escasas de recursos.
Francisco Rubiales
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