José Saramago:
El abstencionismo del 30, 40 o 50 por ciento no le dice nada al político. Pero el voto en blanco le provoca miedo. El voto en blanco define una cosa muy sencilla, que se puede condensar en una frase. El elector está diciendo: esto no me gusta, punto. Si no se contabiliza ese voto, se esta escamoteando una opinión concreta del ciudadano.
¿El voto en blanco puede cambiar radicalmente el sistema democrático?
J.S. El sistema democrático -entre comillas- tiene una bomba, y la bomba es el voto en blanco. Un cambio democrático puede nacer del uso conciente, muy conciente, del voto en blanco. Eso sería darle un susto, un susto tremendo al sistema electoral. A mi me gustaría que la ciudadanía le diera un susto muy fuerte a la clase política con el voto en blanco. Así se tenga el 80 por ciento de abstención, el sistema seguirá funcionando, pero qué ocurriría, ¿qué haría un gobierno si se encuentra con un 80 por ciento de votos en blanco?
¿Por qué tan critico de la democracia?
J.S. Mi idea de democracia es pesimista, si funcionara sería magnifica. Si la democracia no controla el poder económico no funciona. El poder económico lo condiciona todo. El Fondo Monetario Internacional no es democrático y lo decide todo. Nosotros no podemos hacer mucho, nosotros somos simples ciudadanos. Nos piden nuestro voto y nosotros vamos a votar. Lo que realmente podemos hacer es muy poco, quitar un gobierno y poner otro en su lugar, nada más. El brazo del ciudadano es demasiado corto para llegar arriba, arriba donde está el poder económico.
¿Hay un resurgir de la izquierda?
J.S. La izquierda tiene que redefinirse. En el fondo somos un poco personas en busca de ideas, algunas se quedaron en el camino, otras han sido desvirtuadas, otras han sido traicionadas, entonces estamos en una situación de complejidad muy incomoda.
El abstencionismo del 30, 40 o 50 por ciento no le dice nada al político. Pero el voto en blanco le provoca miedo. El voto en blanco define una cosa muy sencilla, que se puede condensar en una frase. El elector está diciendo: esto no me gusta, punto. Si no se contabiliza ese voto, se esta escamoteando una opinión concreta del ciudadano.
¿El voto en blanco puede cambiar radicalmente el sistema democrático?
J.S. El sistema democrático -entre comillas- tiene una bomba, y la bomba es el voto en blanco. Un cambio democrático puede nacer del uso conciente, muy conciente, del voto en blanco. Eso sería darle un susto, un susto tremendo al sistema electoral. A mi me gustaría que la ciudadanía le diera un susto muy fuerte a la clase política con el voto en blanco. Así se tenga el 80 por ciento de abstención, el sistema seguirá funcionando, pero qué ocurriría, ¿qué haría un gobierno si se encuentra con un 80 por ciento de votos en blanco?
¿Por qué tan critico de la democracia?
J.S. Mi idea de democracia es pesimista, si funcionara sería magnifica. Si la democracia no controla el poder económico no funciona. El poder económico lo condiciona todo. El Fondo Monetario Internacional no es democrático y lo decide todo. Nosotros no podemos hacer mucho, nosotros somos simples ciudadanos. Nos piden nuestro voto y nosotros vamos a votar. Lo que realmente podemos hacer es muy poco, quitar un gobierno y poner otro en su lugar, nada más. El brazo del ciudadano es demasiado corto para llegar arriba, arriba donde está el poder económico.
¿Hay un resurgir de la izquierda?
J.S. La izquierda tiene que redefinirse. En el fondo somos un poco personas en busca de ideas, algunas se quedaron en el camino, otras han sido desvirtuadas, otras han sido traicionadas, entonces estamos en una situación de complejidad muy incomoda.