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Sánchez transita de la democracia a la dictadura



Millones de ciudadanos de España, conscientes de que sus libertades, derechos y dignidad están en peligro, al igual que la democracia, han decidido organizar mañana, domingo, al medio día, delante de todos los ayuntamientos de todas las ciudades y pueblos de España, concentraciones para protestar contra la amnistía a los delincuentes catalanes que el gobierno prepara y para detener también la fuga hacia la dictadura que han emprendido Pedro Sánchez y los suyos.

España, tras la muerte de Franco, transito desde la dictadura a la democracia, un camino que se hizo gracias a la fuerza de las leyes, pero hoy Pedro Sánchez está recorriendo el camino en sentido contrario, de la democracia a la dictadura, gracias a la desvergüenza del presidente y devaluando el valor de las leyes.

El sanchismo, en su avance loco hacia la dictadura, no sólo ignora la Constitución y otras leyes, sino que desprecia e ignora la opinión de las mayorías y viola la voluntad popular, que es sagrada en democracia.
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Miquel Gimenez, periodista de gran audiencia, llama traidor a Sánchez y argumenta con solidez esa traición a España y su ruta de tirano peligroso.
Los sociólogos cifran en más de un 70 por ciento los españoles que se oponen a una amnistía a los delincuentes catalanes amigos de Sánchez y el porcentaje es todavía mayor cuando se juzga un posible referendo de independencia. Dentro del propio partido socialista, la oposición a esas medidas supera el 30 por ciento, pero Sánchez o hace caso y se comporta del mismo modo que lo hicieron en el pasado miserables tiranos como Stalin, Pol Pot, Ceaucescu, Fidel Castro, Hugo Chaves y otros, todos ellos marcados por el sucio y opresor socialismo.

Sánchez necesita los votos de Puigdemont para seguir siendo presidente y parece dispuesto a hacer lo que sea necesario para conseguirlos, aunque para ello tenga que acuchillar a España.

Sánchez, borracho de egolatría, ni siquiera hace caso a las voces que desde su partido rechazan y critican con fuerza la posible amnistía de los delincuentes catalanes: Felipe Gonzáles, Alfonso Guerra, Joaquín Almunia, Joaquín Leguina, Nicolás Redondo, Ramón Jauregui, Lamban y otros.

El avance de Sánchez hacia la tiranía parece indetenible, pero él tiene los pies de barro porque bastaría con que se le aplicaran las leyes vigentes para que el sanchismo se convirtiera en proscrito.

Las criticas a Sánchez se agudizan y algunos comentaristas y expertos en derecho le llaman abiertamente "traidor", pero su respuesta es ignorarlos a todos y, sintiéndose blindado tras haber colocado a los suyos al frente de numerosas instituciones decisivas, como la Fiscalía y el Tribunal Constitucional, prostituyéndolas, sigue avanzando hacia una dictadura que ni tiene cabida en la constitución, ni sitio entre los pueblos libres del Europa y el mundo.

Lo tiranos nunca deben ser soportados y existe jurisdicción y tradición suficiente en la Historia para justificar una rebelión con ese tipo de abominación ética, canallada política y abuso de poder.

El balance de destrucción del sanchismo hasta hoy es terrible, aunque muchos no lo perciban en toda su gravedad gracias al apoyo de los medios de comunicación comprados y de la propaganda del gobierno, que funciona a toda potencia. Ha dividido España en dos bandos que se odian, ha reforzado a los separatistas, ha llenado el país de delincuentes, cuyas fechorías y delitos se ocultan en gran parte a la opinión pública, ha endeudado el país hasta limites peligrosos, ha despilfarrado, ha corrompido todo lo que toca, ha asesinado la democracia, ha destrozado al PSOE, convirtiéndolo en una banda de sostenedores del tirano que se reparte el botín del Estado, ha mentido hasta el vómito, ha traicionado a los saharauis, se ha entregado a Marruecos como una fulana, y hasta ha sembrado dudas sobre la limpieza de las elecciones.

En la Wikipedia puede leerse que "En la Filosofía política universal, el derecho de rebelión, derecho de revolución o derecho de resistencia a la opresión es un derecho reconocido a los pueblos frente a gobernantes de origen ilegítimo, o que teniendo origen legítimo han devenido en ilegítimos durante su ejercicio, que autoriza la desobediencia civil o familiar y el uso de la fuerza con el fin de derrocarlos y reemplazarlos por gobiernos que posean legitimidad. En otro sentido, se puede considerar que es el deber del pueblo de una nación a deponer un gobierno que actúe en contra del interés común y/o que atente contra la seguridad del pueblo sin ninguna razón".

Muchos españoles tienen puestos sus ojos en el Rey, como Jefe del Estado y de las fuerzas armadas, con la esperanza de que detengan la peligrosa y sucia deriva de Pedro Sánchez hacia la tiranía y la destrucción de las libertades en España. Algunos comentaristas, juristas y analistas se atreven a decir ue hay motivo suficiente para que el pueblo de rebele contra la ignominia y se lance a la calle para protestar, sin usar la violencia, contra el abuso y la iniquidad que están impulsando Pedro Sánchez y su banda.

Francisco Rubiales

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Sábado, 9 de Septiembre 2023
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