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Sánchez abraza el fascismo



Sánchez, el gran maestro de la mentira y del engaño, se ha hecho fascista después de sus cinco días de encierro, pero quiere hacer pasar por "democracia" lo que es puro "fascismo", llama "regeneración" a la "degeneración" y denomina "progreso" a lo que es un evidente "retroceso" histórico hacia el totalitarismo.

Todos los fascismos y tiranías en la historia han transitado por la misma ruta: acaparación de más poder, búsqueda de inmunidad, control de los jueces, mordaza para los periodistas y pensamiento único en la sociedad.

A partir de ahora, luchar contra Sánchez en España equivaldrá a luchar contra el fascismo. Ser antisanchista es ser antifascista.
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imagen de un Sánchez semejante a Hitler que circula por Internet en España
Hay una frase certera y sabia, falsamente atribuida a Winston Churchill, que dice “Los fascistas del futuro se llamarán a sí mismos antifascistas”. Es lo que está ocurriendo en España con los socialistas, que acusan de fascistas a sus adversarios cuando ellos son los que siguen al pie de la letra los pasos siniestros del nazi-fascismo y el comunismo, que es el peor de los fascismos.

Durante su retiro de cinco días, Pedro Sánchez, en lugar de reflexionar, parece que se ha leído el “Mein Kamfp”, de Adolf Hitler, y el “Libro Rojo” de Mao Tse tung, que son los dos manuales más famosos del fascismo histórico, tanto del negro como del rojo.

Sánchez comparte con Hitler, Mussolini, Stalin y Mao sus raíces socialistas. Nadie discute en la esfera del pensamiento político mundial que el fascismo es una evolución del socialismo.

Ayuso ha entendido a la perfección lo que está ocurriendo en el pensamiento de Sánchez: «No me ha sorprendido, Sánchez va ahora a por los jueces y a por la prensa independiente»-. La presidenta advierte que ahora “viene una etapa mucho más dura para todo lo que sea un contrapeso al Gobierno”.

He buceado en mi biblioteca y he elegido la definición de fascismo que he creído más certera y clara: "Fascismo es un movimiento de masas que pretende hacerse con todo el poder y busca subordinar por la fuerza a todas las esferas de la sociedad a su visión ideológica”.

Es fácil discernir que eso es justo lo que está haciendo Pedro Sánchez y que ahora quiere acentuar: acabar con la disidencia, sobre todo con los jueces y la prensa crítica, acaparar todo el poder para un Estado fuerte que él controlaría y someter a todos bajo un pensamiento único, basado en el socialismo descarnado.

El fascismo es incompatible con la democracia, pero se disfraza de democracia porque es cobarde y falso y no se atreve a reconocer abiertamente que es una tiranía que odia la libertad y los derechos humanos.

Es lo que hacen los sanchistas cuando instauran un fascismo puro al mismo tiempo que predican y defienden la democracia.

Una prueba de lo que se cuece en el alma del presidente: Ha llamado "rueda de prensa" lo que hizo después de su retiro de cinco días, cuando compareció solo ante las cámaras, sin periodistas y sin preguntas. Para un fascista, las ruedas de prensa siempre son dictados, órdenes y monólogos del poder.

Desde Varsovia han llegado voces de los jueces europeos que parecen dirigidas contra Sánchez: que los políticos dejen de invadir el poder judicial, que respeten la separación de los poderes básicos del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), que es la esencia de la democracia y que los jueces deben ser elegidos por los propios jueces, sin interferencias los políticos, justo lo contrario de lo que pretende el Sánchez autoritario que ha emergido de su retiro de cinco días.

A partir de ahora, Sánchez decidirá quién es demócrata y quien no lo es y los demócratas y ciudadanos dignos y decentes de España tendrán que enfrentarse a una de las peores bestias ideadas por el hombre para dominar a sus semejantes y esclavizarlos: el fascismo.

Francisco Rubiales


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Martes, 30 de Abril 2024
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