Colaboraciones

SOBRE EL DERECHO A LA PROPIEDAD





A lo largo de miles de años, antes de la Historia, el derecho a la propiedad se ha consagrado como un derecho fundamental y los poderes públicos lo han defendido casi sin dudas. Sin embargo en los últimos tiempos, tal vez desde la Revolución y sobre todo con el marxismo, estamos asistiendo a un deterioro de este concepto bastante acusado.

Se nos dice que la propiedad es un bien social y si bien es cierto que el concepto romano de propiedad no es razonable, supeditar la propiedad al bien común sin amplios matices muy ponderados, tampoco es razonable porque siempre hay quien cae en la demagogia, como estamos viendo.

La propiedad es un bien social en cuanto a que contribuye al progreso de la sociedad, no a que la propiedad está disponible para que la sociedad haga lo que le parezca con ella, que es, precisamente, lo que está ocurriendo en estos momentos en España.

Hablar de propiedad en España es hablar de pisos, de viviendas en general. Los españoles hemos considerado, tal vez desde siempre, que tener una casa en propiedad era la aspiración lógica de toda persona. En los 60, con el desarrollo, esa aspiración se convirtió en algo real y poco después se convirtió en una forma de ahorro, al principio como forma de dejar una vivienda a los hijos y luego como una forma de aportar dinero extra a la familia.

Las cosas marchaban razonablemente bien hasta la crisis. Entonces nos dimos cuenta que se habían construido más viviendas de las necesarias y por tanto los precios cayeron y nadie compraba. Y además, conforme se muere la gente, las viviendas quedan vacías, con lo que se incrementa su número, entre otras cosas porque muere más gente que la que nace. ¿Pudieron ser tan irresponsables los gobiernos de la época para no ser capaces de ver que se construían más viviendas de las necesarias? Lo dudo, los ministerios saben exactamente las ofertas y las demandas en todos los productos.

Y ahora aparecen los okupas, una fauna que siempre estuvo pero, minoritaria y controlada. Y descubrimos con estupor que las leyes favorecen a esta gente en contra del propietario. Curiosamente no suelen meterse en pisos propiedad de los bancos, prefieren pisos en espera de alquiler o venta, pero tampoco le hacen ascos a viviendas utilizadas por sus propietarios.

El proceso es muy simple: cuando no hay nadie en la casa entran y la ocupan, a continuación llaman a la policía y piden que se declare la ocupación. A partir de ahí, el propietario se queda en la calle, no puede cortar la luz ni el agua, que tiene que seguir pagando y su único recurso es un interminable proceso judicial, que con suerte le permitirá recuperar lo que quede de la vivienda, en uno o dos años y tras muchos gastos.

Si la casa está vacía y no tiene suministros, ellos los conectan, hay ya “profesionales” que lo hacen y a gastar a costa de las empresas suministradoras. Entonces el proceso para echarlos puede ser infinito, pues los juzgados tienen mucho trabajo.

Lo que antes eran los ahorros para los tiempos difíciles, ahora son un infierno y encima tienes que pagar los gastos de la casa, al menos los impuestos, en cualquier caso y si los suministros son clandestinos, estos los pagamos entre todos, pues las empresas subirán los precios para compensar las pérdidas.

Y con este ambiente ¿quién va a comprar una casa como forma de ahorro? Y con tantos inmuebles vacíos, la construcción no levanta y la construcción era un sector productivo importantísimo en España. No es sólo los albañiles, es el cemento, el hierro, las puertas, ventanas, sanitarios… Así vemos como empresas de toda la vida, están cerradas o tienen graves dificultades. Tal vez la más significativa sea la siderurgia, orgullo de la industria española y ahora en manos de una empresa indú y con pérdidas.

Y la pregunta obligada es ¿por qué estos gobiernos permiten esto? ¿Qué ganan con ello? Porque la destrucción de la economía es algo muy serio, porque si la construcción funcionara, por ejemplo como antes del disparate de antes de la crisis, en estos momentos tendríamos dos millones de parados, que es el suelo de empleo en España. Sin duda algo tienen que ganar. No concibo que puedan ser tan tontos.

Con tanta tontería han destruido el concepto de propiedad y no sé como piensan que la economía funcione sin los pequeños propietarios. Si alguien tiene una explicación estaré encantado de escucharla.

Vanlop


- -
Sábado, 26 de Noviembre 2016
Artículo leído 1105 veces

También en esta sección: