Cataluña reune todos los requisitos para que los ciudadanos libres y honrados opten hoy por el Voto en Blanco y, sin perder fe en la democracia, castiguen a sus mediocres y vulgares políticos:
-- Los partidos polítcos están obsesionados por el poder y han relegado al ciudadano.
-- Los partidos políticos han alcanzado más poder del que es prudente en democracia.
-- Los partidos políticos carecen de control ciudadano o institucional.
-- Los partidos políticos han ocupado la sociedad civil e infiltrado y dominado a los poderes básicos del Estado (legislativo, Ejecutivo y Judicial), que es necesario que funcionen con autonomía e independencia para que existe una democracia auténtica.
-- La sociedad civil catalana, tradicionalmente el bastión más fuerte y saludable de Cataluña, está hoy narcotizada y ocupada por los partidos políticos, que dominan las instituciones civiles básicas, como son los sindicatos, las confesiones religiosas, las universidades, las asociaciones, los clubes, las fundaciones, los medios de comunicación, las cajas de ahorro y muchas instituciones y empresas que han perdido la independencia frente al Estado o han sido compradas o controladas con dinero e influencias.
-- El nacionalismo catalán, descontrolado y borracho de ambición, está convirtiendo a Cataluña en una sociedad cerrada, retrógrada, dominada por el autoritarismo, hostil al resto de los pueblos que integran España y con graves dificultades para afrontar el progreso con garantías.
-- La oferta general que esos partidos políticos catalanes presentan es poco atractiva.
-- Los ciudadanos han perdido su derecho a elegir, a pesar de estar garantizado por la Constitución, al verse forzados a optar, en las urnas, entre listas cerrada y bloqueadas confeccionadas por las elites de los partidos políticos, que son, en realidad, los que realmente eligen a los candidatos.
-- La política catalana, en general, la que se presenta hoy ante el ciudadano para ser juzgada en las urnas, no merece el apoyo de la ciudadanía, que, a pesar de ser la soberana en democracia y la única con poder legitimador, ha sido desplazada de la política por unos partidos políticos cuajados de profesionales, que ejercen la política como monopolio.
Por todas estas razones y por muchas más que es imposible reproducir en un post, el Voto en Blanco es la opción más digna para aquellos catalanes que se sientan ciudadanos, libres y demócratas y que, sin renunciar a su fe en la democracia, deseen enviar a los políticos corruptos e ineptos un mensaje claro: "No mereceis mi voto".
-- Los partidos polítcos están obsesionados por el poder y han relegado al ciudadano.
-- Los partidos políticos han alcanzado más poder del que es prudente en democracia.
-- Los partidos políticos carecen de control ciudadano o institucional.
-- Los partidos políticos han ocupado la sociedad civil e infiltrado y dominado a los poderes básicos del Estado (legislativo, Ejecutivo y Judicial), que es necesario que funcionen con autonomía e independencia para que existe una democracia auténtica.
-- La sociedad civil catalana, tradicionalmente el bastión más fuerte y saludable de Cataluña, está hoy narcotizada y ocupada por los partidos políticos, que dominan las instituciones civiles básicas, como son los sindicatos, las confesiones religiosas, las universidades, las asociaciones, los clubes, las fundaciones, los medios de comunicación, las cajas de ahorro y muchas instituciones y empresas que han perdido la independencia frente al Estado o han sido compradas o controladas con dinero e influencias.
-- El nacionalismo catalán, descontrolado y borracho de ambición, está convirtiendo a Cataluña en una sociedad cerrada, retrógrada, dominada por el autoritarismo, hostil al resto de los pueblos que integran España y con graves dificultades para afrontar el progreso con garantías.
-- La oferta general que esos partidos políticos catalanes presentan es poco atractiva.
-- Los ciudadanos han perdido su derecho a elegir, a pesar de estar garantizado por la Constitución, al verse forzados a optar, en las urnas, entre listas cerrada y bloqueadas confeccionadas por las elites de los partidos políticos, que son, en realidad, los que realmente eligen a los candidatos.
-- La política catalana, en general, la que se presenta hoy ante el ciudadano para ser juzgada en las urnas, no merece el apoyo de la ciudadanía, que, a pesar de ser la soberana en democracia y la única con poder legitimador, ha sido desplazada de la política por unos partidos políticos cuajados de profesionales, que ejercen la política como monopolio.
Por todas estas razones y por muchas más que es imposible reproducir en un post, el Voto en Blanco es la opción más digna para aquellos catalanes que se sientan ciudadanos, libres y demócratas y que, sin renunciar a su fe en la democracia, deseen enviar a los políticos corruptos e ineptos un mensaje claro: "No mereceis mi voto".