Colaboraciones

R. ZAPATERO CON EL KEFYA AL HOMBRO





El hombrecete del talante y la sonrisa no anda bien; es que no tiene arreglo. Conste antetodo nuestra absoluta repulsa por la violencia y las bombas de ambos lados y del signo que sean. El dolor de los indefensos, el llanto y la sangre de los niños nos destrozan el alma.

Desde la posición que ocupa, se le ocurre, en pleno conflicto en que silban las bombas, reunirse con una asamblea imberbe pro palestina y vociferante contra Israel, y va se deja, entre risas y veras, colgar al cuello el kefya, símbolo del pueblo que hostiga y manda suicidas al vecino, que no ara ni come, pero tiene metralletas, que vota a Hamás y sigue a Hezbolá, dos bandas provocadoras de la guerra con el secuestro y asesinato de soldados israelíes. Ello no cabe más que en las entendederas de la ingenuidad e ignorancia, o, en los propósitos estudiados de la provocación y de la irresponsabilidad políticas de un dirigente que a toda costa quiere andar con las causas perdidas, con las bajezas de los chávez y los castros, gentes que desconocen la democracia y significar su descaro contra un Estado constituido. En esto, Moratinos, lumbrera de Exteriores, ha de salir, sin muleta que contenga la embestida, a torear el desmán inoportuno e innecesario de su jefe. Tal vez, con su alto conocimiento de política internacional, no conozca el derecho a la defensa nacional, a responder al ataque y a la continua hostilidad que sangra y acribilla a la población.

Su inoportunidad y su actitud pone en entredicho el prestigio y el valor de España en el marco internaciones y la delicada labor de nuestros diplomáticos en el exterior que apuntalan el equilibrio y la concordia. Ya surgen trompetas de aislamiento por la posición gubernamental. Jeswish Scene dice: “En España, la moda es el antisemitismo internacional de Zapatero” y pide a Washington y a la UE que “acentúen el aislamiento de España”. El argentino Clarín insta a los países americanos a romper relaciones con Teherán. En Viena, Die Jüdische señala que Teherán y Damasco han provocado el estallido de las bombas. En el parisino Le Monde, Olivier Roy afirma que “la clave de la situación actual está en Irán; la acción de Siria y Teherán son una amenaza global, que no sólo inquieta a Israel, sino a Jordania, a Arabia Saudí y a los países del Golfo”. Jean Daniel, en el Nouvel Observateur, asegura: “Hezbolá, Damasco y Teherán sabían lo que conseguirían con su provocación: la devastación del Líbano” y habla de la “demencia de Hezbolá y de la estrategia de Irán y sus mercenarios a sueldo”.

Y el repaso de prensa termina con dos penúltimas. El Liberation de París, sobre el movimiento de la inmigración en sus aspectos humanitarios, indica la aparición de guetos urbanos en el barrio de Lavapiés de Madrid; y, respecto a la “burbuja” inmobiliaria, Le Figaro, explica que “las hipotecas a cincuenta años son la última locura española” y finaliza preguntándose, “si tales riesgos no vendrán a convertirse en regalos envenenados”.

En fin, con estas peligrosas situaciones y las otras cuestiones, el panorama se presenta sombrío. Esperemos que esta nueva crisis de oscura salida y enorme riesgo en Oriente Medio y la amenaza insistente del integrismo islámico terminen y Alá y Jehová se acuerden de nosotros y nos salven. Shalom. Salam malikun.



Camilo Valverde Mudarra

Franky  
Sábado, 29 de Julio 2006
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