Información y Opinión

Quemando oficinas de Hacienda



En Francia están tan cansados de pagar impuestos que están quemando oficinas de Hacienda. Los campesinos han empezado a hacerlo porque se sienten exprimidos y casi uno de cada cuatro ha tenido que pedir moratorias porque no pueden pagar lo que el gobierno socialista les exige. Pero las encuestas revelan que muchos ciudadanos tienen ganas de hacer lo mismo y que el drama de los impuestos abusivos no es exclusivamente francés; es una lacra mundial que tiene su raíz en el abuso de poder, el despilfarro de los gobiernos, el eceso de burocracia y el enorme grosor de los Estados. En Europa, sobre todo en países como España y Francia, es donde los impuestos abusivos tienen su máxima y mas sucia expresión.



La mayoría de los paises europeos y la propia Europa como estructura unificada han perdido los papeles con los impuestos, el despilfarro y dotando a los estados y a la burocracia pública de unas dimensiones escalofriantes e innecesarias. Para mantener a tantos políticos, oficinas, instituciones y masas de empleados públicos es necesario cobrar una cantidad de impuestos manifiestamente injustos y que agobian y oprimen al ciudadano. La justificación de los políticos es que hay que pagar los servicios y las infraestructuras, pero la verdad es que los servicios cada día se recortan mas y son menos eficientes, mientras una parte muy importante del gasto recae en la burocracia pública, en los políticos parásitos y en instituciones y organizaciones completamente innecesarias.

En España, el cobro desmesurado de impuestos ha sido la causa principal del cierre de miles de empresas y de la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo, víctimas todos de la voracidad de una clase política que, para colmo de males, se ha habituado al despilfarro, al endeudamiento y a engordar alocadamente al Estado, convirtiéndolo en una losa incosteable que frena el progreso y genera injusticia.

Si Europa, hoy hundiéndose económicamente porque no es capaz de competir con países emergentes mas austeros y trabajadores, quiere recuperar la prosperidad y el apoyo de sus propios ciudadanos, alejados de las castas políticas y de una forma de hacer política que les margina, tiene que empezar por reducir los impuestos, adelgazar el Estado, volver a considerar a los ciudadanos como los verdaderos soberanos del sistema y despojar a los políticos de sus absurdos e inmerecidos privilegios y ventajas, construidos todos sobre las expoliadas y explotadas espaldas del ciudadano.

En ese ridículo, injusto y a veces nauseabundo panorama político europeo hay niveles y España ocupa la parte mas baja, tocando ya las cloacas de la indignidad y la antidemocracia. Hacienda hace mucho que dejó de ser algo de todos y se ha convertido en una herramienta del poder, tan sucia e injusta como el poder mismo. Canalladas como los EREs de Andalucía, el caso Gürtel, los cobros en negro de la cúpula del PP, los escándalos de Urdangarín y de Pujol, el saqueo de las cajas de ahorro y el reciente saqueo de Caja Madrid a través de las tarjetas opacas no han sido descubiertos o destapados por Hacienda sino por medios de comunicación o ciudadanos que se han jugado el pellejo denunciando a la mafia del poder. Hacienda, simplemente, es una parte podrida del podrido Estado.

Lo peor de Europa es su clase política y la peor obra de esos políticos es haberse convertido en una casta atiborrada de privilegios que se considera con derecho a despilfarrar y a gobernar sin controles y sin rendir cuentas a los ciudadanos, que, en democracia, son sus jefes y vigilantes naturales.

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Jueves, 9 de Octubre 2014
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