En su reciente entrevista con Jesús Quintero, en TVE, Federico Jiménez Losantos dijo algo muy importante, con lo que coincido: es interesante que se produzca la alternancia y el PP gane las próximas elecciones, pero es todavía más interesante que cambie el PSOE, para bien de España.
Es cierto: la mayor urgencia para este país es que el PSOE, que es uno de nuestros dos grandes partidos, salga del triste bache en el que le ha metido Zapatero, envie a su actual secretario general a una escuela para formación de demócratas y recuperen la ruta de la grandeza y del amor a este país nuestro, abandonando sus amistades insanas con terroristas y nacionalistas extremos.
La miliatancia del PSOE debería anteponer el sentido común y el amor a España a ese falso sentido de la lealtad y de la disciplina de partido, abandonando sus alianzas y amistades con nacionalismos extremos catalanes y vascos que, en el fondo de sus almas y en la hora de la verdad, siempre desvelan su rostro de enemigos de España y de perversores de la igualdad y de la convivencia.
Es seguro que la "recuperación " del PSOE como partido político al servicio de España sea la mayor urgencia en este momento. Las insensateces que estamos soportando todos deben terminar y nadie podrá detener la marcha alocada del Ejecutivo mejor que el propio partido que lo respalda.
La última de las locuras, aunque no la peor, ha sido la imagen esperpéntica de nuestro ministro de Exteriores, Moratinos, recibiendo al catalán Carod Rovira en el Palacio de Santa Cruz, sede de una de las diplomacias mundiales más antiguas y cargadas de historia, como si fuera el representante de un país soberano. Es uno de los primeros frutos del demencial Estatuto catalán patrocinado por ZP. Y me temo que la ruleta rusa de los desastres con origen en ese Estatuto no ha hecho más que empezar.
Además de detener el carro de las locuras y errores, disciplinando al menos a su actual lider, también debería el PSOE reconciliarse con la ciudadanía española, cada día más alejada de una política que no entiende y que desaprueba por demencial y peligrosa.
Es cierto: la mayor urgencia para este país es que el PSOE, que es uno de nuestros dos grandes partidos, salga del triste bache en el que le ha metido Zapatero, envie a su actual secretario general a una escuela para formación de demócratas y recuperen la ruta de la grandeza y del amor a este país nuestro, abandonando sus amistades insanas con terroristas y nacionalistas extremos.
La miliatancia del PSOE debería anteponer el sentido común y el amor a España a ese falso sentido de la lealtad y de la disciplina de partido, abandonando sus alianzas y amistades con nacionalismos extremos catalanes y vascos que, en el fondo de sus almas y en la hora de la verdad, siempre desvelan su rostro de enemigos de España y de perversores de la igualdad y de la convivencia.
Es seguro que la "recuperación " del PSOE como partido político al servicio de España sea la mayor urgencia en este momento. Las insensateces que estamos soportando todos deben terminar y nadie podrá detener la marcha alocada del Ejecutivo mejor que el propio partido que lo respalda.
La última de las locuras, aunque no la peor, ha sido la imagen esperpéntica de nuestro ministro de Exteriores, Moratinos, recibiendo al catalán Carod Rovira en el Palacio de Santa Cruz, sede de una de las diplomacias mundiales más antiguas y cargadas de historia, como si fuera el representante de un país soberano. Es uno de los primeros frutos del demencial Estatuto catalán patrocinado por ZP. Y me temo que la ruleta rusa de los desastres con origen en ese Estatuto no ha hecho más que empezar.
Además de detener el carro de las locuras y errores, disciplinando al menos a su actual lider, también debería el PSOE reconciliarse con la ciudadanía española, cada día más alejada de una política que no entiende y que desaprueba por demencial y peligrosa.