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Pronto el sanchismo y sus defensores sentirán vergüenza y horror por lo que han hecho con España



Los ministros, altos cargos, colaboradores, militantes y hasta los votantes del sanchismo pronto sentirán horror y vergüenza, cuando el mundo conozca lo que Pedro Sánchez y sus secuaces han hecho en España.

Por el momento, el poder y el dinero ocultan el alcance del mal esparcido por el sanchismo, su corrupción, abuso de poder y cúmulo de traiciones y corrupciones, pero nada es eterno y más pronto que tarde los españoles conocerán la poderosa abominación que los ha llevado hasta el borde de la destrucción y la ruina de la prosperidad, la convivencia y la paz.

Millones de españoles han roto su amistan con defensores de Sánchez porque no pueden empatizar con cómplices de la monstruosidad que gobierna nuestra nación. La virulencia política y la división de la sociedad generados por el sanchismo en España tiene tantos voltios y la insensatez y bajeza de los que apoyan al sanchismo es de tal envergadura que ninguna persona limpia y decente puede mantener su amistad con esas tribus dañinas, descerebradas y ciegas de odio y parcialidad.
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Cuando el sanchismo caiga, poco a poco irán saliendo a la luz sus miserias y el enorme alcance de los daños causados a la nación y a sus ciudadanos, que descubrirán con horror que el sanchismo nunca fue una ideología, ni siquiera una degeneración del socialismo, sino una vulgar perversión de los valores y principios que han sustentado la civilización y han hecho grande al ser humano.

Básicamente, el sanchismo consiste en dinamitar la democracia y las leyes que controlan el poder de los gobiernos para conseguir un poder casi absoluto, que no teme ni a la ley ni al ciudadano y cuyo objetivo no es el bien común sino la permanencia eterna en el poder. Esa política conlleva vicios tiránicos como la mentira, la compra de voluntades, el uso abusivo del dinero público, impuestos injustos y desproporcionados, privilegios inmerecidos, endeudamiento atroz, despilfarro, intromisión del poder en la vida privada, crecimiento incontrolado del Estado, acoso a las libertades, desprecio a la libre empresa y un avance constante hacia la tiranía, disimulado gracias a los hipertrofiados aparatos de propaganda.

Cuando el sanchismo caiga, aparecerán suciedades casi infinitas que por ahora están ocultas porque el poder las esconde utilizando el dinero de los impuestos y su enorme poder acumulado: uso abusivo y mafioso de los fondos reservados, mentiras, estafas, complicidades, traiciones, negocios sucios, compra masiva de voluntades, medios de comunicación, jueces, periodistas, diputados y votos, malversaciones, contratos y subvenciones corruptos, tratos con las mafias, acogida benévola al dinero sucio mundial, colaboración con regímenes asesinos y narco tiranías, prevaricaciones, concesiones inconfesables a los nacionalistas y golpistas vascos y catalanes, filtraciones al enemigo, manipulación de empresas publicas y de los procesos electorales y un larguísimo etcétera cuya consecuencia más destacada ha sido la injusticia generalizada, la degradación, el empobrecimiento, el retroceso y la pérdida de prestigio y solvencia de España en el mundo.

La destitución de la funcionaria ejemplar que estaba al frente del Centro Nacional de Inteligencia español (CNI) ha sido el última bajeza del sanchismo, realizada sólo porque sus amigos golpistas catalanes exigieron su cabeza. Esos "socios" catalanes de Sánchez que han sido "premiados" con la cabeza de Paz Esteban son los mismos independentistas que negociaron con Putin el envío a España de 10.000 soldados rusos cuyo objetivo era apuntalar la independencia de Cataluña matando soldados españoles.

El hecho de que los destinos de España dependan de golpistas, comunistas y amigos de Putin y del terrorismo constituye, por si sólo, una bajeza suficiente para que el sanchismo en pleno reciba en su cogote el aliento indignado de la España decente que quede en pie tras su desgraciado mandato, víctima de uno de los peores y más inmorales gobiernos de España desde que se escribe la historia.

Cuando se descubra toda la pestilencia que había debajo de las mantas, los sanchistas dirán como dijeron los alemanes que apoyaron el nazismo después de su derrota y cuando el mundo conoció su barbarie y monstruosidad: "No sabíamos nada. Fuimos engañados".

Pero la verdad es que lo saben todo y si no lo saben lo sospechan con datos sólidos y sólo permanecen en las filas sanchistas por conveniencia propia, porque odian a la derecha de manera enfermiza y porque el sanchismo alimenta sus rencores y les reparte el botín del poder y los privilegios.

Y eso no tiene excusa y merece el oprobio y el desdén de un pueblo español al que ellos, los sanchistas, con el monstruo a la cabeza, han martirizado sin piedad y lo han hecho retroceder, empobrecerse, desprestigiarse y envilecerse.

Francisco Rubiales

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Martes, 7 de Junio 2022
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