Información y Opinión

¿Por qué temen tanto a VOX?



Temen tato a VOX que lo han expulsado del debate a cinco que iba a celebrarse en televisión. Ignoran que el acoso a VOX es un comportamiento miserable e indigno que muchos ciudadanos van a corregir en las urnas votando a ese partido y despreciando a sus verdugos.

La excusa técnica de la Junta Electoral es que VOX es un partido extra parlamentario, pero en 2015 hubo debates con la inclusión de Ciudadanos y Podemos, que también eran extra parlamentarios y la Junta Electoral no apreció entonces irregularidad alguna. La verdadera causa de la expulsión de VOX es el miedo a ese partido y a las preguntas que haría.

El miedo a VOX es el rasgo principal de las elecciones generales de abril de 2019. Los políticos tradicionales sienten pánico ante el fenómeno VOX porque ese partido demuestra tener una capacidad única para conectar con los deseos del pueblo y los sentimientos más profundos de la ciudadanía.

Aquellos que se niegan a debatir con VOX y vetan un debate en televisión de los cinco partidos perderán ese debate ante los ojos de los ciudadanos, que les cobrarán su cobardía con un elevado número de votos.
—-



VOX congrega a miles de personas y llena a rebosar los espacios donde celebra sus actos, algo que causa terror a sus adversarios
Vetar en un debate a VOX, un partido que ya ha demostrado estar entre los preferidos por los españoles, equivale a escamotear sus ideas y opiniones al ciudadano, cosa de cobardes, que es también contraria a la Constitución y que constituye una injusticia que el pueblo se encargará de reparar y compensar con votos.

El miedo a VOX ha marcado la pre campaña y está marcando también la campaña. Es un miedo que devalúa a los partidos políticos, les hace perder apoyos ante los ciudadanos y termina beneficiando a VOX, partido al que sus enemigos convierten en víctima y empujan hacia la victoria.

¿Por que temen a VOX? La respuesta es sencilla: porque VOX es libre y tiene la osadía de los recién llegados, que no han tenido tiempo de ser domesticados y pervertidos por el sistema. Esa osadía les hace temibles porque se atreven a plantear temas y a esgrimir argumentos que habían sido vetados por los demás partidos y cuidadosamente escondidos para que el ciudadano nunca los tenga en cuenta.

Los debates que ha abierto VOX han sido pura terapia para España, tanto el de la marginación y acoso al varón en las leyes de género como el de la idefensión del ciudadano frente a los que invaden sus hogares, ya sea para ocupar la vivienda o para robar y causar daños. Otros debates apuntados, pero todavía no abiertos por completo, como el de la perversión de las autonomías, la impunidad de los políticos, los privilegios exagerados e inmerecidos de la casta y la pésima gestión de la inmigración, sin filtrar y abierta para miles de delincuentes y vagos, esperan su turno para incendiar el país y desatar la indignación y las pasiones.

El problema es que esos temas "tabú" son, precisamente, los que más interesan y preocupan a los ciudadanos. Al plantear los temas que de verdad interesan al ciudadano, VOX está ya haciendo limpieza en la pocilga española y regenerándola.

Mencionemos algunos: las autonomías son una ruina y un despropósito que tiende a disgregar y a romper a nación; la inmigración, tal como está siendo gestionada, además de ruinosa es un peligro para la identidad, la cultura, la seguridad y la estabilidad de España; el ciudadano está marginado ye indefenso ante el sistema; la democracia está adulterada y degradada porque los políticos han dinamitados los controles, frenos y contrapesos, hasta el pundo de que los que mandan son prácticamente impunes; el número de aforados es una vergüenza para España; la permisividad y cobardía frente a los independentistas y golpistas, a los que se les permite atentar contra la nación e intentar destruirla a plena luz del día, es un comportamiento ignominioso y tal vez delictivo de los partidos políticos que han gobernado España; esos partidos nunca deberían financiarse con fondos públicos; los impuestos en España son los más elevados de Europa, a juzgar por los servicios y prestaciones que el ciudadano recibe a cambio; los privilegios de los políticos son inmerecidos y escandalosos; la Justicia está vergonzosamente politizada; la corrupción de los políticos es un cáncer que el sistema no reprime y tolera; los políticos, a los que no se les exige nada para desempeñar sus cargos, demuestran ser de una incapacidad e ineficacia intolerables; el prestigio de España en el mundo está seriamente dañado y su peso en el concierto mundial no para de descender; las leyes de género y otras imposiciones de la socialdemocracia imperante, como el poder de los colectivos de feministas, gays y lesbianas, son una afrenta para la igualdad y la dignidad de los españoles; los políticos gobiernan de espaldas al pueblo y muchas veces en contra del criterio de las mayorías y de la voluntad popular; el incumplimiento de las promesas electorales ha alcanzado niveles de escándalo; el divorcio entre políticos y ciudadanos es brutal y el rechazo a la clase política se transforma, poco a poco, en odio; la compra de medios de comunicación y el sometimiento de periodistas es otro escándalo antidemocrático que los partidos practican con interés creciente; las más pervertidas factorías de mentiras y de fake news están hoy al servicio de los partidos, que las financian... y un larguísimo etcétera que incluye desigualdad de oportunidades, corrupción masiva en las concesiones de subvenciones y contratos públicos, acoso y marginación de los adversarios, favores inconfensables para los amigos del poder, nopotismo, amiguismo, clientelismo y un uso masivo del dinero público para fines perversos.

La gente está llegando a la conclusión de que la política está tan podrida que es imposible que los mismos que la han prostituido quieran regenerarla. Por eso buscan a partidos nuevos y limpios que, además, tengan valor y osadía para desafiar a las mafias y cambiar el podrido sistema político español.

Todo ese panorama convierte a VOX en e partido favorito de los españoles, salvo para la masa de los abducidos, militantes, cargos públicos designados a dedo y los beneficiados por la corrupción y la política degenerada.

Francisco Rubiales

- -
Miércoles, 17 de Abril 2019
Artículo leído 1658 veces

También en esta sección: