La cadena estadounidense CNBC ha entrevistado al inversor multimillonario George Soros sobre la situación en Europa y éste ha dicho cosas importantes, entre ellas que la Unión Europea se está transformando en algo diferente del concepto original, una vez roto el principio de cooperación en igualdad entre naciones, y que algunos países, como Alemania, extraen beneficios de la crisis y ganan dinero, mientras que otros, como España, Portugal, Italia y Grecia, se están endeudando tanto, desprestigiando y hundiéndose de tal manera que podrían quedar en una peligrosa situación de "Debilidad Permanente".
Afirma que la crisis ha creado dos clases de sistemas, los que dan crédito y los que están endeudados, y advierte: “no creo que Europa pueda vivir politicamente con una situación en la que hay paises ricos, como Alemania, que se aprovechan de la situación para ganar dinero y ventajas, sin espíritu solidario alguno, y otros, como Italia o España, que se ven condenados a la inferioridad perpetua.
Tras reconocer que el euro se ha fortalecido gracias al esfuerzo de Alemania, asegura Soros que “Están transformando la Unión Europea en algo muy diferente del concepto original, que consistía en la asociación voluntaria entre estados iguales. Ahora la crisis financiera ha creado dos clases de sistemas: los que dan crédito y los que están endeudados. Creo que la situación política va a empeorar el año que viene, quizá en dos años. Si la UE sobrevive entonces puede que dure mucho tiempo, pero no para siempre. Porque no creo que Europa pueda vivir políticamente con una situación en la que hay países como Italia o España, que se ven condenados a la inferioridad perpetua”.
En la entrevista Soros añade: “El mayor peligro es que haya una posible guerra de divisas. El resto del mundo sigue una receta diferente a la de los alemanes. Los alemanes creen en la austeridad y el resto del mundo cree en la flexibilización cuantitativa, lanzando más y más dinero a la crisis. Y de hecho funciona, en el sentido de que evita una depresión”.
Los vaticinios de Soros suelen cumplirse casi siempre y sus diagnósticos son respetados por gran parte de los expertos y gurús de la economía mundial, lo que convierte en importante la advertencia de que un país como España, endeudado hasta la locura por su clase política inepta, egoísta y poco preparada, pueda entrar en una situación de debilidad permanente y sometimiento a sus acreedores, a los que jamás podrá pagar su deuda.
La situación de España, a pesar de algunos síntomas de recuperación económica, empeora, sobre todo políticamente, no sólo por el avance del endeudamiento y la corrupción sino porque se está comprobando que el foso que separa a los políticos y a los ciudadanos se agranda y se hace cada día más insalvable. El Partido Popular, acosado y acorralado por el escándalo Bárcenas de los sobres en dinero negro, ha comprobado en sus propias carnes que se encuentra solo y que en todo el drama que está viviendo no ha recibido apoyo alguno de una ciudadanía que ya desprecia a los políticos, sean del color que sean, porque a todos, sin excepción, con razón o sin ella, los considera delincuentes.
La democracia no existe si no existe confianza de los administrados en sus administradores. Europa debería tomar nota de la muerte de la democracia en España y forzar una profunda reforma de un sistema político que está podrido, desacreditado y en descomposición.
Afirma que la crisis ha creado dos clases de sistemas, los que dan crédito y los que están endeudados, y advierte: “no creo que Europa pueda vivir politicamente con una situación en la que hay paises ricos, como Alemania, que se aprovechan de la situación para ganar dinero y ventajas, sin espíritu solidario alguno, y otros, como Italia o España, que se ven condenados a la inferioridad perpetua.
Tras reconocer que el euro se ha fortalecido gracias al esfuerzo de Alemania, asegura Soros que “Están transformando la Unión Europea en algo muy diferente del concepto original, que consistía en la asociación voluntaria entre estados iguales. Ahora la crisis financiera ha creado dos clases de sistemas: los que dan crédito y los que están endeudados. Creo que la situación política va a empeorar el año que viene, quizá en dos años. Si la UE sobrevive entonces puede que dure mucho tiempo, pero no para siempre. Porque no creo que Europa pueda vivir políticamente con una situación en la que hay países como Italia o España, que se ven condenados a la inferioridad perpetua”.
En la entrevista Soros añade: “El mayor peligro es que haya una posible guerra de divisas. El resto del mundo sigue una receta diferente a la de los alemanes. Los alemanes creen en la austeridad y el resto del mundo cree en la flexibilización cuantitativa, lanzando más y más dinero a la crisis. Y de hecho funciona, en el sentido de que evita una depresión”.
Los vaticinios de Soros suelen cumplirse casi siempre y sus diagnósticos son respetados por gran parte de los expertos y gurús de la economía mundial, lo que convierte en importante la advertencia de que un país como España, endeudado hasta la locura por su clase política inepta, egoísta y poco preparada, pueda entrar en una situación de debilidad permanente y sometimiento a sus acreedores, a los que jamás podrá pagar su deuda.
La situación de España, a pesar de algunos síntomas de recuperación económica, empeora, sobre todo políticamente, no sólo por el avance del endeudamiento y la corrupción sino porque se está comprobando que el foso que separa a los políticos y a los ciudadanos se agranda y se hace cada día más insalvable. El Partido Popular, acosado y acorralado por el escándalo Bárcenas de los sobres en dinero negro, ha comprobado en sus propias carnes que se encuentra solo y que en todo el drama que está viviendo no ha recibido apoyo alguno de una ciudadanía que ya desprecia a los políticos, sean del color que sean, porque a todos, sin excepción, con razón o sin ella, los considera delincuentes.
La democracia no existe si no existe confianza de los administrados en sus administradores. Europa debería tomar nota de la muerte de la democracia en España y forzar una profunda reforma de un sistema político que está podrido, desacreditado y en descomposición.