Torpedos
Políticos impunes y millonarios
De todos los males que padece el mundo, el de los políticos es el peor. Son cada día más impunes, han despedazado la democracia y se han fabricado un sistema, a su medida, en el que todo son beneficios y privilegios para ellos mismos.
Las personas con méritos y valores huyen de la política porque no quieren entrar en un mundo de basura y cieno y sólo los inmorales y sin escrúpulos tienen cabida en el rebaño de los miserables que utilizan el poder en beneficio propio.
El bien común ha sido sustituido por el privilegio de los políticos y de sus partidos. Las ideas han caído, víctimas de ideologías montadas para ganar el poder. La política ha dejado de ser el camino para mejorar el mundo y los ciudadanos ya no son el núcleo del poder, ni los dueños de la soberanía.
Los políticos son como las termitas: lo han invadido todo, lo controlan todo y apenas queda ya espacio para la sociedad civil. Odian la libertad y anhelan la sumisión. No quieren ciudadanos libres, sino esclavos. Han prostituido el lenguaje y llaman progreso a lo que es retroceso y solidaridad al egoísmo. Han desmontado todas las cautelas, pesos, contrapesos y barreras que la democracia tenía en sus orígenes para impedir el poder excesivo de la clase gobernante y han creado un sistema engañoso, donde ellos lo deciden y controlan todo.
Los ciudadanos han perdido la confianza en el poder y sospechan de todo, incluso de los resultados de las elecciones. Las sospechas de fraude en el recuento de los votos crecen cada año y son ya una plaga que invalida el gobierno decente.
Es cierto que hay países que todavía se resisten a la prostitución plena del sistema y que conservan algunos rasgos de la vieja democracia de hombres y mujeres libres, pero cada día son menos.
El país que fue durante mas de dos siglos abanderado de la democracia mundial, Estados Unidos, está hoy dividido en dos bandos y tanto el presidente como el aspirante (Biden y Trump) se sientan ante los tribanales de Justicia por delitos de corrupción.
Hay países como China, Cuba, Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y otros donde la tiranía del gobierno es plena y sus ciudadanos son esclavos. En esos establos humanos no existe la libertad y no hay otra ley que no sea el capricho de los que mandan.
Otros países que eran modelo de libertad y que amaban la democracia de manera ejemplar, como España, el socialismo se ha apoderado del poder y conduce a la nación hacia la esclavitud, bajo el mandato de un sátrapa tirano como Pedro Sánchez, capaz de todo con tal de controlar el poder y mantenerse en la cumbre.
Los grandes valores están siendo asesinados. La verdad ha sido el primer valor en caer, victima de la corrupción, el egoísmo y el odio que promueve la clase política. En la vieja España, el poder político gobernante está sostenido por la escoria de la sociedad: golpistas, separatistas, delincuentes, resentidos, ilegales, vagos, adictos a las subvenciones, inadaptados, invasores y etnias incapaces de incorporarse a la cultura.
En esa España, las dos asociaciones más delictivas existentes, a juzgar por sus delincuentes bajo sospecha, imputados y condenados por la Justicia, son los dos grandes partidos políticos, el PSOE y el PP.
En esa misma España que, poco a poco, se convierte en modelo mundial de deterioro, avance de la corrupción y abuso de poder, el gobierno compra medios de comunicación y periodistas con dinero público, sin otro fin que esparcir la propaganda y las mentiras del poder y ocultar las verdades molestas.
La ciudadanía está adormecida y tan manipulada y asustada que soporta todo tipo de abusos y arbitrariedades del poder, desde la opresión y el despilfarro hasta el enriquecimiento ilegal, sin olvidar los impuestos abusivos, las violaciones a la Constitución y el endeudamiento más atroz, el que hipoteca la vida de las próximas generaciones.
El principal objetivo de la mayoría de los políticos no es ya mejorar la sociedad sino alcanzar para ellos la impunidad y la riqueza.
Han aprendido a domesticar a los pueblos sin torturar ni derramar sangre. Utilizan como palanca de dominio el miedo, la división, el odio, la inseguridad, el acoso al disidente y la marginación.
Aunque parezca increíble, la peor de las doctrinas creadas por el hombre, el socialismo, autor de más de cien millones de asesinatos tan sólo en el siglo XX, está hoy resurgiendo y es la inspiración secreta de todos los poderosos del planeta, incluso de aquellos que desde sus espacios oscuros mueven los hilos del poder, todo empeñados en que el poder mundial se parezca al vigente en China, donde el Estado lo controla todo, el pueblo es esclavo y los negocios son permitidos y favorecidos por el poder, sin escrúpulos ni normas éticas.
Los políticos, salvo pocas excepciones, están convirtiendo el mundo en una inmensa pocilga.
Francisco Rubiales
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Martes, 4 de Junio 2024
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