Los periodistas libres estamos de fiesta porque la tesis de que es necesario rebelarse, armados de la verdad, contra la mentira del poder dominante queda enormemente reforzada con el libro "¡Basta de mentiras!", publicado por RBA Libros, que recoge 21 historias de periodismo de investigación en las que la insurrección de la verdad subyugada se alzó contra la mentira dominante, esparcida desde el poder.
Los 21 hitos del periodismo de investigación recogen hechos como la bomba atómica de Hiroshima, la matanza de My Lay, la Guerra de Irak, la vida de los trabajadores turcos en Alemania, los escuadrones de la muerte y otros, recopilados y prologados por John Pilger, periodista angloaustraliano de gran prestigio.
El libro agita las conciencias de los miles de periodistas que, vergonzosamente, se someten al poder y a sus mentiras, a los que sirven traicionando la primera regla de la profesión, que es la búsqueda y difusión de la verdad. Es, también, un homenaje a los desgraciadamente pocos profesionales de la información cuyo desacato al autoritarismo del poder ha permitido desvelar injusticias y crímenes, incorporándolos a la historia de la Humanidad como denuncias edificantes.
Pero el libro es, sobre todo, una bella página que narra un capitulo más de la lucha del hombre contra la opresión, como casi siempre, encarnada en estados y gobiernos con tendencias totalitarias más o menos ocultas y en políticos aparentemente democráticos pero muchas veces corruptos y delincuentes.
Los 21 hitos del periodismo de investigación recogen hechos como la bomba atómica de Hiroshima, la matanza de My Lay, la Guerra de Irak, la vida de los trabajadores turcos en Alemania, los escuadrones de la muerte y otros, recopilados y prologados por John Pilger, periodista angloaustraliano de gran prestigio.
El libro agita las conciencias de los miles de periodistas que, vergonzosamente, se someten al poder y a sus mentiras, a los que sirven traicionando la primera regla de la profesión, que es la búsqueda y difusión de la verdad. Es, también, un homenaje a los desgraciadamente pocos profesionales de la información cuyo desacato al autoritarismo del poder ha permitido desvelar injusticias y crímenes, incorporándolos a la historia de la Humanidad como denuncias edificantes.
Pero el libro es, sobre todo, una bella página que narra un capitulo más de la lucha del hombre contra la opresión, como casi siempre, encarnada en estados y gobiernos con tendencias totalitarias más o menos ocultas y en políticos aparentemente democráticos pero muchas veces corruptos y delincuentes.