Colaboraciones

PRONTUARIO DE UNA OPORTUNIDAD DESAPROVECHADA





Al parecer, según se cuenta, dice o rumorea por los garitos que frecuento (y más aún en los cenáculos y mentideros, donde se trafica impunemente con chismes de este jaez, similar calaña o todavía peor ralea); que no lo digo yo, que servidor únicamente se limita a ser una sencilla esponja y/o una simple caja de resonancia, o sea, que se hace eco de lo que, como el incorregible oyente furtivo que es, escucha; el mandamás del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, andaba estos días cabizbajo, meditabundo, rumiando qué hacer con la titular del Ministerio de la Vivienda, después de considerar en serio y toda su crudeza, dureza, rudeza, lacónica amplitud y máxima extensión, los escasos resultados positivos alcanzados por María Antonia Trujillo y los muchos y alarmantes negativos cosechados u obtenidos por la extremeña. Tras el affaire del uso indebido de un Falcon 20, avión militar más conocido por “Mystere”, no se descarta ninguna contingencia.

Así mismo, itero, según apetecen soltar por sus respectivas muis, de doble filo, las víboras, el jefe del Gabinete resolvió la situación con un “no toca (crisis de Gobierno, se sobreentiende)”. Sin embargo, a nadie le cabe la menor duda de que, en el caso (o supuesto) de que el PSOE gane los comicios generales del próximo año, la Trujillo será uno de los descartes seguros, que no tendrá sitio en el propincuo Gobierno, o sea.

Qué coyuntura para subsanar el mayúsculo error de haberle concedido una Cartera a la sin moño ni maña (voz que sirve tanto para lo bueno como para lo malo) conocida. Qué sazón para que dejara de meter la gamba la gaznápira (acaso no huelgue recordar aquí que llamo gaznápiro a quien se cree a pies juntillas que el dinero que maneja el departamento o negociado que dirige le pertenece).

Y es que, si es verdad incontrovertible, que, al menos, parece que lo es, que la ocasión sólo muestra su guedeja, melena o vedeja cuando se deja, acerca o la vemos venir de frente, no es menos cierto, manifiesto, notorio o palmario que la tal aparenta ser calva (y con razón la dibujan de tal guisa quienes dominan el arte de distribuir sobre el lienzo los colores con la sola ayuda de unos pinceles y el manejo experto de las diversas técnicas pictóricas) cuando ésta se aleja o vemos de espaldas.

E. S. O., un andoba de Cornago

   
Jueves, 3 de Mayo 2007
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