La gran equivocación de Joseph Lluis fue no darse cuenta de que estaba en Copenhague, en Dinamarca, un país serio donde es necesario ir con papeles legales y solventes, llevar un pasaporte sin caducar o un carné de identidad en condiciones.
A Josep Lluís Carod Rovira le dieron con las puertas en las narices cuando intentó entrar en la Cumbre del Clima sin documentación española. Después de esperar tres horas en la cola, sus acreditaciones de la Red de Gobiernos Regionales de Desarrollo Sostenible no le sirvió de nada. Los daneses hilan muy fino. Aquellos que llevaban acreditación española no tuvieron problema alguno.
El independentista Carod Rovira, vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, se quedó en la calle y, con su impericia infantiloide, dejó en ridículo al catalanismo radical, mientras que el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, que sí llevaba acreditación española, entró. Le acompañaban Elena Espinosa y otro catalán adecuadamente documentado, el director general de Políticas Ambientales y Sostenibilidad de la Generalidad, Frederic Ximeno.
Ligur
A Josep Lluís Carod Rovira le dieron con las puertas en las narices cuando intentó entrar en la Cumbre del Clima sin documentación española. Después de esperar tres horas en la cola, sus acreditaciones de la Red de Gobiernos Regionales de Desarrollo Sostenible no le sirvió de nada. Los daneses hilan muy fino. Aquellos que llevaban acreditación española no tuvieron problema alguno.
El independentista Carod Rovira, vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, se quedó en la calle y, con su impericia infantiloide, dejó en ridículo al catalanismo radical, mientras que el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, que sí llevaba acreditación española, entró. Le acompañaban Elena Espinosa y otro catalán adecuadamente documentado, el director general de Políticas Ambientales y Sostenibilidad de la Generalidad, Frederic Ximeno.
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