Una de las cosas que más me llama la atención de nuestro tiempo es la caradura de los políticos actuales de machacarnos hasta agotarnos de que vivimos en una democracia, que ellos son demócratas, que democracia por aquí, democracia por allá, pero eso sí, lo de consultarnos a los afectados por tanta democracia para que decidamos democráticamente en referéndums las más importantes cuestiones que nos afectan, de eso cero. La más alta expresión de la democracia, consultar a los ciudadanos, brilla por su ausencia (excepto en Suiza). Pero ¿Qué cachondeo es este de inundarnos de democracia las 24 horas del día y no consultarnos nada de lo que nos interesa y afecta?
Por ejemplo, yo estoy ansioso porque se convoque un referéndum sobre la invasión, en un país en quiebra técnica (135% de endeudamiento sobre PIB) y con un 16% de paro, de africanos ajenos a nuestra cultura que lo único que nos provoca es un infinito océano de problemas y amenaza con destruir España. Es un asunto muy grave que en esta supermegademocracia (según los políticos y sus perros, los periodistas) se nos hurta.
Pero es que la cantidad de referéndums que en estos momentos urge convocar es bastante larga:
- Referéndum sobre el robo de herencias (bueno, los políticos utilizan otras denominaciones engañosas)
- Referéndum sobre el regalo de nacionalidad a cualquiera que pase por aquí
- Referéndum sobre el robo del producto de tu trabajo y ahorros hasta extremos de servidumbre (los políticos a esto lo llaman impuestos, del verbo imponer y no tienen ningún límite)
- Referéndum sobre la limitación de dinero que los políticos, manu militari, te puede quitar por la fuerza
- Referéndum sobre la financiación de partidos políticos (o dicho de otro modo, lo que los partidos políticos se auto otorgan para su negocio y a su capricho de nuestro dinero)
- Referéndum sobre la ley electoral para que tengamos representantes de distrito
- Referéndum sobre sueldos de políticos y otros privilegios que se auto otorgan, como coches, helicópteros y aviones que nos obligan a pagarles para su uso y disfrute
- Referéndum para que podamos elegir directamente al jefe de gobierno por mayoría absoluta (en segunda vuelta si fuera necesario) y que no tenga que ser elegido por el parlamento (sede del poder legislativo, lo que supone un disparate antidemocrático)
- Referéndum para unificar ayuntamientos (y así dejemos que tener que mantener a tanto mangante y parásito)
- Referéndum para ver si seguimos con esta locura destructiva que son las autonomías (el más fastuoso invento creado por los políticos en beneficio propio)
- Referéndum sobre la existencia de órganos de agitación y propaganda de titularidad estatal (TVs) para comernos el coco, en manos de los políticos y que debemos de pagar nosotros
- Referéndum para prohibir o no las subvenciones que los políticos otorgan a su capricho y siempre en beneficio propio
- Referéndum sobre los infinitos organismos y tinglados estatales que los políticos montan en beneficio propio y sin ningún límite (obviamente el objetivo de este referéndum es limitar y desmantelar el negocio de los políticos).
Podría seguir enumerando más referéndums imprescindibles, pero no quiero cansar.
Los ciudadanos deberían ser conscientes de que al votar eligen a un amo entre varios que se promocionan, porque aunque son nuestros empleados, se comportan como nuestros amos. Yo nunca he votado, nunca he legitimado a los amos. El problema está en el 75% de la población, que vota y legitima esta situación. Evidentemente, tienen espíritu de esclavos.
Javierito
Por ejemplo, yo estoy ansioso porque se convoque un referéndum sobre la invasión, en un país en quiebra técnica (135% de endeudamiento sobre PIB) y con un 16% de paro, de africanos ajenos a nuestra cultura que lo único que nos provoca es un infinito océano de problemas y amenaza con destruir España. Es un asunto muy grave que en esta supermegademocracia (según los políticos y sus perros, los periodistas) se nos hurta.
Pero es que la cantidad de referéndums que en estos momentos urge convocar es bastante larga:
- Referéndum sobre el robo de herencias (bueno, los políticos utilizan otras denominaciones engañosas)
- Referéndum sobre el regalo de nacionalidad a cualquiera que pase por aquí
- Referéndum sobre el robo del producto de tu trabajo y ahorros hasta extremos de servidumbre (los políticos a esto lo llaman impuestos, del verbo imponer y no tienen ningún límite)
- Referéndum sobre la limitación de dinero que los políticos, manu militari, te puede quitar por la fuerza
- Referéndum sobre la financiación de partidos políticos (o dicho de otro modo, lo que los partidos políticos se auto otorgan para su negocio y a su capricho de nuestro dinero)
- Referéndum sobre la ley electoral para que tengamos representantes de distrito
- Referéndum sobre sueldos de políticos y otros privilegios que se auto otorgan, como coches, helicópteros y aviones que nos obligan a pagarles para su uso y disfrute
- Referéndum para que podamos elegir directamente al jefe de gobierno por mayoría absoluta (en segunda vuelta si fuera necesario) y que no tenga que ser elegido por el parlamento (sede del poder legislativo, lo que supone un disparate antidemocrático)
- Referéndum para unificar ayuntamientos (y así dejemos que tener que mantener a tanto mangante y parásito)
- Referéndum para ver si seguimos con esta locura destructiva que son las autonomías (el más fastuoso invento creado por los políticos en beneficio propio)
- Referéndum sobre la existencia de órganos de agitación y propaganda de titularidad estatal (TVs) para comernos el coco, en manos de los políticos y que debemos de pagar nosotros
- Referéndum para prohibir o no las subvenciones que los políticos otorgan a su capricho y siempre en beneficio propio
- Referéndum sobre los infinitos organismos y tinglados estatales que los políticos montan en beneficio propio y sin ningún límite (obviamente el objetivo de este referéndum es limitar y desmantelar el negocio de los políticos).
Podría seguir enumerando más referéndums imprescindibles, pero no quiero cansar.
Los ciudadanos deberían ser conscientes de que al votar eligen a un amo entre varios que se promocionan, porque aunque son nuestros empleados, se comportan como nuestros amos. Yo nunca he votado, nunca he legitimado a los amos. El problema está en el 75% de la población, que vota y legitima esta situación. Evidentemente, tienen espíritu de esclavos.
Javierito