La valiente y digna periodista y escritora Oriana Fallaci, defensora de la civilización Occidental y fustigadora de la cobardía de muchos líderes políticos europeos frente al islamismo radical y terrorista, ha muerto a los 77 años de edad.
El pasado 10 de mayo, España pudo haber premiado su valor y ejemplar lucha por sus ideas, pero, una vez más, vencieron la cobardía y la mediocridad. Era la candidata favorita para recibir el premio "Principe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2006 ", que, finalmente, fue concedido a National Geographic.
El debate del jurado fue muy duro, pero al final se impusieron los amigos del Zapaterismo, la solución light, la que menos ofendía al poder político dominante, la políticamente correcta, y quedó descartada la candidatura de Oriana Fallaci.
La Fallaci, periodista indomable, era la candidata favorita de la media España que quería escapar del agobiante pensamiento dominante que impone el gobierno socialista que preside Zapatero. Los defensores de la candidatura de la italiana temíamos que el miedo y la prudencia se impusieran en un jurado integrado por las siguientes personas: Carmen Alborch, Lluis Xabel Álvarez, Ignacio Bayón, Raúl Bocanegra, Alejandro Echevarría, Javier Gómez Cuesta, Javier González Ferrari, José Luis Gutiérrez, Manuel Lombardero, Ramón López Vilas, Catalina Luca de Tena, Jaime Montalvo Correa, Beatriz de Moura, Elena Ochoa, Manuel Olivencia, Pedro Páramo, Alberto Pico, José Antonio Sánchez, Ricardo Senabre, Jesús De La Serna, Enrique Ybarra y Juan Luis Iglesias Prada.
Oriana Fallaci estaba enferma, devorada por el cancer, y muchos advertimos que aquella quizás fuera la última ocasión de premiar su valentía y su crítica al totalitarismo islamista. Sin embargo, no siempre gana la justicia y se impuso la cobardía de una cultura occidental dominante que prefiere responder con cuentos de hadas como la "Alianza de civilizaciones" a lo que es una simple y directa agresión islamista a la cultura occidental, un ataque mortal a la democracia y a los derechos humanos perpetrado por los amigos del alfanje y el cinturón de dinamita.
El pasado 10 de mayo, España pudo haber premiado su valor y ejemplar lucha por sus ideas, pero, una vez más, vencieron la cobardía y la mediocridad. Era la candidata favorita para recibir el premio "Principe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2006 ", que, finalmente, fue concedido a National Geographic.
El debate del jurado fue muy duro, pero al final se impusieron los amigos del Zapaterismo, la solución light, la que menos ofendía al poder político dominante, la políticamente correcta, y quedó descartada la candidatura de Oriana Fallaci.
La Fallaci, periodista indomable, era la candidata favorita de la media España que quería escapar del agobiante pensamiento dominante que impone el gobierno socialista que preside Zapatero. Los defensores de la candidatura de la italiana temíamos que el miedo y la prudencia se impusieran en un jurado integrado por las siguientes personas: Carmen Alborch, Lluis Xabel Álvarez, Ignacio Bayón, Raúl Bocanegra, Alejandro Echevarría, Javier Gómez Cuesta, Javier González Ferrari, José Luis Gutiérrez, Manuel Lombardero, Ramón López Vilas, Catalina Luca de Tena, Jaime Montalvo Correa, Beatriz de Moura, Elena Ochoa, Manuel Olivencia, Pedro Páramo, Alberto Pico, José Antonio Sánchez, Ricardo Senabre, Jesús De La Serna, Enrique Ybarra y Juan Luis Iglesias Prada.
Oriana Fallaci estaba enferma, devorada por el cancer, y muchos advertimos que aquella quizás fuera la última ocasión de premiar su valentía y su crítica al totalitarismo islamista. Sin embargo, no siempre gana la justicia y se impuso la cobardía de una cultura occidental dominante que prefiere responder con cuentos de hadas como la "Alianza de civilizaciones" a lo que es una simple y directa agresión islamista a la cultura occidental, un ataque mortal a la democracia y a los derechos humanos perpetrado por los amigos del alfanje y el cinturón de dinamita.