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OTEGI, ¿ABALDONADOR PROCAZ O LENGUARAZ AGRAZ?





(Veamos; pero me temo que es capaz de manejar por separado, indistintamente y a la vez ambas cualidades.)

Tal y como adelantaba, en primicia, el diario EL PAÍS en la portada de su edición del País Vasco, la Sala Segunda, de lo Penal, del Tribunal Supremo (TS) ha notificado la sentencia por la que se pena a Arnaldo Otegi, dirigente de la extinta (por ilegalizada) Batasuna, a un año de prisión, por haber injuriado gravemente al Rey Juan Carlos I, a quien, en una rueda de prensa que tuvo lugar el 26 de de febrero de 2003 en San Sebastián, agravió llamándole “jefe de los torturadores”.

El TS ha revocado y anulado, por tanto, la decisión anterior (que tomó al respecto el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) y acabó absolviendo al político abertzale –al apreciar que, aunque “ofensivas, impropias, injustas, oprobiosas y ajenas a la realidad”, tales manifestaciones podían encuadrarse y entenderse dentro del amplio ámbito de la protección del derecho a la libertad de expresión-) y ha condenado a Otegi, asimismo, a la pena accesoria o supletoria de inhabilitación especial para ejercer el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo que dure dicha condena, un año.

Dicha resolución, de la que ha sido ponente el magistrado Carlos Granados, que cuenta con el voto particular discrepante de uno de los magistrados de la Sala, Perfecto Andrés Ibáñez, ha estimado, itero, el recurso que presentó la Fiscalía contra lo fallado por el TSJPV el pasado 23 de marzo, absolviendo a Otegi de tal delito.

La sentencia del TS arguye que las frases proferidas por Otegi “expresan un evidente menosprecio a Su Majestad el Rey y a la institución” que encarna, pilota y representa, la Corona, “afectando al núcleo último de su dignidad”, al atribuirle la comisión de uno de los delitos más detestables en un Estado de Derecho. Ergo, concluye el ponente, dichas manifestaciones “son ultrajantes y claramente atentatorias para la honorabilidad” del titular de la Monarquía.

La defensa de Otegi, al parecer, tiene la intención de recurrir la sentencia ante el Tribunal Constitucional (TC).

El venidero 22, de los corrientes mes y año, el TS se pronunciará a propósito de un recurso interpuesto por Otegi contra el fallo que lo condenaba a 15 meses de cárcel y ocho de inhabilitación absoluta por haber cometido un delito de apología o enaltecimiento del terrorismo con ocasión de las exequias celebradas por la etarra Olaia Kastresana.

(Como el menda lerenda sospechaba y temía en el frontispicio, Otegi es capaz de lo “huno” y de lo “hotro” –por ahorrarme el de “hambos”-.)


Ángel Sáez García


Franky  
Martes, 15 de Noviembre 2005
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