Reconozco que para los subvencionados, vagos y totalitarios tengo un perfil de facha total. Soy defensor de la familia tradicional, un padre, una madre y unos hijos, soy antiabortista y provida, soy creyente, estoy en contra de la inmigración ilegal, estoy en contra de los chiringuitos LGTBI y de todos esos alborotadores que llevan en la frente el letrero "Soy homosexual", creo en la cultura del esfuerzo, en la disciplina, en la autoridad de los padres y los profesores, en los principios y en los valores, soy un patriota y me encanta España, me repugna la corrupción, adoro mi país y sufro cuando lo veo maltratado y expoliado por políticos desalmados. Me encanta la historia milenaria de mi país y respeto a mis mayores. Para colmo, soy del Betis y del Real Madrid.
Soy consciente de que todo esto, a los ojos de los energúmenos de la inepta y vaga progresía española totalitaria, me convierte en un facha, pero en realidad sólo soy un hombre libre y un demócrata convencido, respetuoso de las leyes, si se trata de leyes asumidas por el pueblo, como manda la democracia, cumplidor y siempre procurando ser ejemplar. No soporto a los tiranos, que casi siempre son corruptos, psicópatas hasta asesinos reprimidos, y he decidido combatirlos de manera legal y pacífica, utilizando la palabra, los argumentos y las ideas, que son mis armas favoritas.
Estoy seguro de que esa chusma que gobierna fabricando pobreza y esclavitud terminará siendo derrotada de nuevo en España, a pesar de que, por el momento, cuenta con todos los recursos del Estado, que los dedican a financiar su poder, fortalecer su propio bando y comprar voluntades y medios.
Tiene razón Cayetana Álvarez de Toledo cuando dice que en la España actual "si no te llaman facha no eres nadie". Ser señalado como "facha" es un honor en esta España podrida y gobernada por corruptos, totalitarios, amigos del terrorismo y golpistas llenos de odio.
Para ser digno y decente en la España gobernada por Pedro Sánchez y sus tribus de comunistas totalitarios, por terroristas, golpistas catalanes y mercenarios vascos, todos unidos por el denominador común del odio a España y a las libertades individuales, tienes que ser llamado "facha", lo que en realidad equivale a ser decente, cumplidor, defensor de los valores y tradiciones, amante de España y partidario de la paz y la prosperidad para todos.
La mayoría de los actuales "fachas" luchamos en nuestra juventud contra el franquismo, cada uno a su modo, y por traer la democracia a España. No nos gustaba el fascismo y sólo admitíamos ser demócratas y libres, pero cuando los más cobardes y miserables empezaron a llamarnos "fachas", sólo porque éramos diferentes y no queríamos someternos a la tiranía de un Estado totalitario, entonces comprendimos que ser llamado "facha" por esa chusma irredenta y degenerada era y es un privilegio y un honor.
La frase "Los fascistas del futuro se llamarán a si mismos antifascistas" no es de Churchill, ni de Saramago, pero es certera como un misil guiado y da en el blanco. Quien te llama "facha" en España probablemente tiene sobre sus espaldas comunistas más de cien millones de muertos o es un tonto útil que acompaña a los totalitarios en sus ruta de terror, pobreza y sangre.
Francisco Rubiales
Soy consciente de que todo esto, a los ojos de los energúmenos de la inepta y vaga progresía española totalitaria, me convierte en un facha, pero en realidad sólo soy un hombre libre y un demócrata convencido, respetuoso de las leyes, si se trata de leyes asumidas por el pueblo, como manda la democracia, cumplidor y siempre procurando ser ejemplar. No soporto a los tiranos, que casi siempre son corruptos, psicópatas hasta asesinos reprimidos, y he decidido combatirlos de manera legal y pacífica, utilizando la palabra, los argumentos y las ideas, que son mis armas favoritas.
Estoy seguro de que esa chusma que gobierna fabricando pobreza y esclavitud terminará siendo derrotada de nuevo en España, a pesar de que, por el momento, cuenta con todos los recursos del Estado, que los dedican a financiar su poder, fortalecer su propio bando y comprar voluntades y medios.
Tiene razón Cayetana Álvarez de Toledo cuando dice que en la España actual "si no te llaman facha no eres nadie". Ser señalado como "facha" es un honor en esta España podrida y gobernada por corruptos, totalitarios, amigos del terrorismo y golpistas llenos de odio.
Para ser digno y decente en la España gobernada por Pedro Sánchez y sus tribus de comunistas totalitarios, por terroristas, golpistas catalanes y mercenarios vascos, todos unidos por el denominador común del odio a España y a las libertades individuales, tienes que ser llamado "facha", lo que en realidad equivale a ser decente, cumplidor, defensor de los valores y tradiciones, amante de España y partidario de la paz y la prosperidad para todos.
La mayoría de los actuales "fachas" luchamos en nuestra juventud contra el franquismo, cada uno a su modo, y por traer la democracia a España. No nos gustaba el fascismo y sólo admitíamos ser demócratas y libres, pero cuando los más cobardes y miserables empezaron a llamarnos "fachas", sólo porque éramos diferentes y no queríamos someternos a la tiranía de un Estado totalitario, entonces comprendimos que ser llamado "facha" por esa chusma irredenta y degenerada era y es un privilegio y un honor.
La frase "Los fascistas del futuro se llamarán a si mismos antifascistas" no es de Churchill, ni de Saramago, pero es certera como un misil guiado y da en el blanco. Quien te llama "facha" en España probablemente tiene sobre sus espaldas comunistas más de cien millones de muertos o es un tonto útil que acompaña a los totalitarios en sus ruta de terror, pobreza y sangre.
Francisco Rubiales