Sergio Ramírez con Fidel y Daniel Ortega
Sergio Ramírez fue sandinista hasta que lo excluyeron de la dirección del Frente Sandinista, en 1994, cuando sus críticas a la línea de Ortega se agudizaron. Entre 1984 y 1990 fue vicepresidente del Gobierno de los hermanos Ortega. Tardó demasiado en darse cuenta de lo que muchos sabíamos desde el principio, que Daniel Ortega era un comunista formado en Cuba, disfrazado de oveja, dispuesto a todo con tal de controlar el poder, incluso de matar a su pueblo, como está haciendo estos días de abril de 2018.
El comunismo nunca duda en utilizar las armas contra su pueblo para mantenerse en el poder. En tiempos de paz maniobra y usa disfraces para hacerse pasar por populista, pacifista, feminista, progresista y filántropo, pero esos rostros son falsos y no tienen otro fin que esconder la verdadera naturaleza del sistema, que es una tiranía corrupta y sanguinaria, que explota a su propio pueblo y que tiende siempre a convertir el poder en una dinastía tiránica, como están demostrando ahora los hechos en Nicaragua, donde el ejército y la policía, cuidadosamente adoctrinados en las tesis marxista-leninistas y la lealtad al régimen y no al pueblo, están disparando a matar contra los manifestantes que protestan por el abuso y la corrupción del gobierno nica.
La lucha de los nicaragüenses por expulsar del poder a la corrupta tiranía de Daniel Ortega es una de las causas más nobles y conmovedoras de la lucha mundial contra los sátrapas.
Francisco Rubiales
El comunismo nunca duda en utilizar las armas contra su pueblo para mantenerse en el poder. En tiempos de paz maniobra y usa disfraces para hacerse pasar por populista, pacifista, feminista, progresista y filántropo, pero esos rostros son falsos y no tienen otro fin que esconder la verdadera naturaleza del sistema, que es una tiranía corrupta y sanguinaria, que explota a su propio pueblo y que tiende siempre a convertir el poder en una dinastía tiránica, como están demostrando ahora los hechos en Nicaragua, donde el ejército y la policía, cuidadosamente adoctrinados en las tesis marxista-leninistas y la lealtad al régimen y no al pueblo, están disparando a matar contra los manifestantes que protestan por el abuso y la corrupción del gobierno nica.
La lucha de los nicaragüenses por expulsar del poder a la corrupta tiranía de Daniel Ortega es una de las causas más nobles y conmovedoras de la lucha mundial contra los sátrapas.
Francisco Rubiales