El socialismo, contaminado y degradado por el sanchismo, se hunde en España. La imagen es una de las miles que denuncian al PSOE actual en España
El sanchismo sabe que ningún español libre, demócrata y decente le va a votar y por eso apuesta por la chusma, a la que beneficia con sus leyes y decisiones. Sabe que los pobres suelen votar a la izquierda y los ricos a la derecha y por eso trabaja para que la pobreza avance y conquiste espacios en España. Por eso está aniquilando a la clase media y esquilmando a los que trabajan, a las empresas y a los autónomos con impuestos insoportables e injustos.
La nueva Ley de Vivienda es un claro ejemplo de esa política sanchista que apuesta por el avance hacia la pobreza, el atraso y el conflicto. Esa ley va a provocar que las viviendas en alquiler suban de precio y que los pobres tengan más dificultades para alquilar, pero el gobierno la aprueba porque crea conflicto y así puede acusar a los propietarios de ser capitalistas sin corazón, cuando el único culpable es el gobierno por aprobar una ley que favorece a los okupas y acorrala y perjudica a los arrendadores.
El gobierno de la chusma, la gentuza y los subvencionados es el que ha liberado a mas de un centenar de violadores y pederastas y reducido las penas a mas de un millar de delincuentes sexuales. Es también el que reparte con injusticia los recursos públicos, entregando más a las autonomía desleales, como Vascongadas y Cataluña, en detrimento de las leales y fieles a España. El sanchismo, que se vanagloria de ser ecologista, nunca afrontó los problemas de Doñana durante las cuatro décadas que gobernó Andalucía y ahora las únicas inversiones que ha hecho son para introducir lujo en el palacio donde veranea el sátrapa Pedro Sánchez. El falso gobierno de la gente es el que ha suprimido el delito de malversación, que era el que frenaba a los corruptos con poder, y eliminado el delito de sedición, que frenaba a los golpistas.
El sanchismo ha cometido graves atentados contra la democracia y muchos atropellos al ciudadano y a sus libertades y derechos. Ha asaltado el poder Judicial, ha domesticado al Parlamento, ha indultado a golpistas que quieren destruir España, se ha aliado para gobernar con los promotores del odio y el rencor, ha protegido a los ladrones de viviendas y ampara y blinda a los corruptos y delincuentes, cuando son compañeros de filas o aliados, como ha hecho con el corrupto Griñán, condenado a ingresar en prisión, pero todavía libre gracias a maniobras y argucias indecentes del socialismo.
El de Sánchez no es el “gobierno de la gente”, como afirma su propaganda, sino el gobierno de los peores: los nacionalistas radicales, los golpistas, los amigos del terrorismo, los ladrones de viviendas, los enchufados, los vagos y todos los que viven como parásitos o merodeando el delito.
Francisco Rubiales
La nueva Ley de Vivienda es un claro ejemplo de esa política sanchista que apuesta por el avance hacia la pobreza, el atraso y el conflicto. Esa ley va a provocar que las viviendas en alquiler suban de precio y que los pobres tengan más dificultades para alquilar, pero el gobierno la aprueba porque crea conflicto y así puede acusar a los propietarios de ser capitalistas sin corazón, cuando el único culpable es el gobierno por aprobar una ley que favorece a los okupas y acorrala y perjudica a los arrendadores.
El gobierno de la chusma, la gentuza y los subvencionados es el que ha liberado a mas de un centenar de violadores y pederastas y reducido las penas a mas de un millar de delincuentes sexuales. Es también el que reparte con injusticia los recursos públicos, entregando más a las autonomía desleales, como Vascongadas y Cataluña, en detrimento de las leales y fieles a España. El sanchismo, que se vanagloria de ser ecologista, nunca afrontó los problemas de Doñana durante las cuatro décadas que gobernó Andalucía y ahora las únicas inversiones que ha hecho son para introducir lujo en el palacio donde veranea el sátrapa Pedro Sánchez. El falso gobierno de la gente es el que ha suprimido el delito de malversación, que era el que frenaba a los corruptos con poder, y eliminado el delito de sedición, que frenaba a los golpistas.
El sanchismo ha cometido graves atentados contra la democracia y muchos atropellos al ciudadano y a sus libertades y derechos. Ha asaltado el poder Judicial, ha domesticado al Parlamento, ha indultado a golpistas que quieren destruir España, se ha aliado para gobernar con los promotores del odio y el rencor, ha protegido a los ladrones de viviendas y ampara y blinda a los corruptos y delincuentes, cuando son compañeros de filas o aliados, como ha hecho con el corrupto Griñán, condenado a ingresar en prisión, pero todavía libre gracias a maniobras y argucias indecentes del socialismo.
El de Sánchez no es el “gobierno de la gente”, como afirma su propaganda, sino el gobierno de los peores: los nacionalistas radicales, los golpistas, los amigos del terrorismo, los ladrones de viviendas, los enchufados, los vagos y todos los que viven como parásitos o merodeando el delito.
Francisco Rubiales