El nacionalismo catalán ha reaccionado con insultos, rabia y frustración ante la concesión a Mario Vargas Llosa del premio nobel de literatura 2010. Cargado de rencor y odio frente a todo lo español, el nacionalismo radical catalán, ante la exaltación mundial de la lengua española, ha reaccionado así:
“El inclasificable Víctor Alexandre, en un artículo en El Singular Digital, calificaba a Vargas Llosa de ‘lameculos peruano’ de ‘mentalidad profundamente reaccionaria’ y le acusaba de ser un ‘nacionalista español’ que ‘necesita recurrir a mentiras como la de la supuesta discriminación de la lengua española en Cataluña’.
David Castillo, en Avui, subrayaba su ‘odio’ hacia Cataluña como uno de sus ‘episodios más oscuros’. Y Toni Cruanyes, en el mismo diario, escribía que ‘Vargas Llosa está resentido con una sociedad catalana que se mira demasiado el ombligo y utiliza las herramientas políticas a su alcance para defender el uso social del catalán. Para que nos entendamos: siguendo sus artículos podemos deducir que, en Cataluña, Vargas Llosa votaría a Ciudadanos‘.
Eva Vázquez, tambien en Avui, ironizaba con que Vargas Llosa censuró el nacionalismo catalán ‘que hace tanto daño a la humanidad porque es rencoroso, violento y xenófobo, y sobre todo, tiene el defecto imperdonable de no ser un nacionalismo español’, lo que achacaba a que ‘tal vez la obtención de la nacionalidad española en 1993 llevaba implícito el desdén a Cataluña‘.
Desde El Periódico, Juancho Dumall ha criticado sus ‘posiciones extremas’ el nacionalismo catalán, y Antoni Traveria cargaba contra ‘sus coincidencias con el partido de Rosa Díez, genuina representante del nacionalismo español‘.
El escritor Toni Cucarella también se ha despachado a gusto: ‘[Los catalanes] somos un pueblo gafe. Nos empeñamos en el Nobel de Literatura y no solo no nos lo han dado, sino que se lo han otorgado a alguien que menosprecia profundamente la lengua y la literatura catalanas. [..] Detesta el catalán y lamenta y critica, como un Savater cualquiera, nuestra tozuda resistencia a continuar manteniéndolo vivo. [..] Para Vargas Llosa el catalán, como lengua literaria, le es tan repugnante como el aimara o el quechua’. Según Cucarella, Vargas Llosa querría que el catalán ‘hubiese desaparecido’, y sospecha que sus ‘oscuras intenciones’ podrían derivarse de ‘las investigaciones que sobre el Lazarillo de Tormes (Llàtzer de Tormos) y El Quijote (El Quixot) ha hecho Jordi Bilbeny, esclarecedor de la ya indiscutible catalanidad de Cristóbal Colón y de la trama castellana que le convirtió en un atrevido navegante genovés’…”
(La revista de prensa ha sido tomada de www.lagrancorrupcion.com)
“El inclasificable Víctor Alexandre, en un artículo en El Singular Digital, calificaba a Vargas Llosa de ‘lameculos peruano’ de ‘mentalidad profundamente reaccionaria’ y le acusaba de ser un ‘nacionalista español’ que ‘necesita recurrir a mentiras como la de la supuesta discriminación de la lengua española en Cataluña’.
David Castillo, en Avui, subrayaba su ‘odio’ hacia Cataluña como uno de sus ‘episodios más oscuros’. Y Toni Cruanyes, en el mismo diario, escribía que ‘Vargas Llosa está resentido con una sociedad catalana que se mira demasiado el ombligo y utiliza las herramientas políticas a su alcance para defender el uso social del catalán. Para que nos entendamos: siguendo sus artículos podemos deducir que, en Cataluña, Vargas Llosa votaría a Ciudadanos‘.
Eva Vázquez, tambien en Avui, ironizaba con que Vargas Llosa censuró el nacionalismo catalán ‘que hace tanto daño a la humanidad porque es rencoroso, violento y xenófobo, y sobre todo, tiene el defecto imperdonable de no ser un nacionalismo español’, lo que achacaba a que ‘tal vez la obtención de la nacionalidad española en 1993 llevaba implícito el desdén a Cataluña‘.
Desde El Periódico, Juancho Dumall ha criticado sus ‘posiciones extremas’ el nacionalismo catalán, y Antoni Traveria cargaba contra ‘sus coincidencias con el partido de Rosa Díez, genuina representante del nacionalismo español‘.
El escritor Toni Cucarella también se ha despachado a gusto: ‘[Los catalanes] somos un pueblo gafe. Nos empeñamos en el Nobel de Literatura y no solo no nos lo han dado, sino que se lo han otorgado a alguien que menosprecia profundamente la lengua y la literatura catalanas. [..] Detesta el catalán y lamenta y critica, como un Savater cualquiera, nuestra tozuda resistencia a continuar manteniéndolo vivo. [..] Para Vargas Llosa el catalán, como lengua literaria, le es tan repugnante como el aimara o el quechua’. Según Cucarella, Vargas Llosa querría que el catalán ‘hubiese desaparecido’, y sospecha que sus ‘oscuras intenciones’ podrían derivarse de ‘las investigaciones que sobre el Lazarillo de Tormes (Llàtzer de Tormos) y El Quijote (El Quixot) ha hecho Jordi Bilbeny, esclarecedor de la ya indiscutible catalanidad de Cristóbal Colón y de la trama castellana que le convirtió en un atrevido navegante genovés’…”
(La revista de prensa ha sido tomada de www.lagrancorrupcion.com)