Colaboraciones

"NO ES ESTO, NO ES ESTO"





"No es esto", ni es ni era, decimos nosotros con Ortega. Estas elecciones del veinticuatro de mayo, a medida que se piensa y se sopesa la cuestión, se van coligiendo más evidencias. PP y PPSOE siguen siendo los más votados, primero el PP y después el PSOE, pero sin mayorías que les posibiliten gobernar. Un escollo municipal y autonómico del que únicamente se debe responsabilizar a la parsimonia e inacción del Gobierno de Rajoy que no ha sabido explicar, comunicar y recalcar en televisión lo que hacían y lo que no; demasiada macroeconomía y poco salir a la calle. Algo hemos hecho mal los españoles para merecernos este doble castigo, primero la arribada de Zapatero y ahora la de Rajoy, dos criaturos que han hecho sólo una parte de lo que debían y tenían que hacer: cumplir su programa, reparar la injusticia y salvar de la pobreza a los miles de familias que están al borde de la pobreza. Los electores le han dicho que NO a Rajoy con una sonora bofetada; y él no se ha enterado, no ha hecho una valoración correcta de ello, para tomar medidas y enderezar el rumbo, ha dilapidado la mayoría absoluta, no ha acometido las reformas necesarias: la electoral, la docente, el aborto, la independencia judicial, supresión del Senado,...

Los españoles no han castigado en las urnas los recortes perentorios para librarnos del rescate; el "principal motivo del hastío de los dos millones y medio de ciudadanos, que antes lo votaron y ahora lo han abandonado, no es la crisis, afirma I. San Sebastián, en ABC, sino el abuso de poder en la corrupción, el amiguismo, el uso de las instituciones y organismos del Estado en su propio beneficio, la instrumentalización de la justicia, entre otras. Les repugna el pragmatismo demoscópico o relativismo, que ha imperado en el tratamiento débil de los asesinos y sus cómplices, con las víctimas del terrorismo y los enemigos de la Nación; les subleva el incumplimiento de lo prometido, la constatación de que el Ejecutivo ha gobernando contra nuestros intereses y es que la gran pagana del ajuste ha sido la gente común, laboriosa y honesta: las familias en paro, la clase media trabajadora, víctima de impuestos inicuos, que no pueden eludir, mediante "regularizaciones" de fortunas en dinero negro". «Hacen falta caras nuevas, aire limpio, democracia interna, dar voz a la militancia, escuchar a la ciudadanía, recuperar el pulso de una sociedad asqueada que se aleja de la vida pública. Es preciso cambiar antes de que sea tarde, porque ahora mismo la euforia anida donde no debiera, mientras la mayoría, que pone y quita gobiernos, se dice: «No era esto».

Vivimos tiempos de cambio; asistimos al declive de una era y vemos que emergen nuevos brotes con pujanza primaveral, aunque alguno viene contaminado de savia infecciosa y ya periclitada. Va a resultar que esa regeneración, hoy tan en candelero viene referida más a las edades que a la política, porque parece que han caído en la cuenta de lo que al pronto no vieron: que la crisis de 2008 no era sólo una crisis económica, una de esas purgas periódicas que tiene el capitalismo, para eliminar las toxicidades acumuladas y volver a nacer con más energía después. Ha sido un cambio de ciclo, como los que se han dado a lo largo de la historia de la humanidad. Han cambiado las convicciones y las esperanzas, las motivaciones y las preferencias, los paradigmas y las concepciones del hombre y de la colectividad. Véase el ejemplo que nos ofrece la extensa Europa en sus extremos: Irlanda ha aprobado, el "homomonio" (¡matrimonio!) de los homosexuales, y Polonia, que se alzó contra el imperio soviético, ha votado de presidente a un nacionalista de la extrema derecha. Son cambios e inesperados, más los que vienen.



C. Mudarra

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Viernes, 5 de Junio 2015
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