Hay más de 700 millones de niños pobre y desprotegidos en el mundo
Hay un hecho real del que no se habla, pero que está al alcance de cualquiera y son las desapariciones de niños. Basta consultar las estadísticas que publican todos los años los gobiernos.
Estas desapariciones se producen en todos los países, pero especialmente en los países pobres, puesto que ni tienen que secuestrarlos, basta con ofrecer cosas a los padres. Los campos de refugiados son el mejor sitio, pues la gente desaparece y nadie los echa de menos.
¿Y para qué se quieren los niños? Pues básicamente para tres cosas: la pederastia, los trasplantes y las transfusiones de sangre. Seguramente habrá más aplicaciones, pero casi todas se pueden englobar en estas tres.
No creo necesario insistir en los trasplantes, quién tiene dinero, consigue un órgano en perfecto estado y de compatibilidad total.
Al parecer, cuando se llega a un cierto nivel social, los pequeños o grandes placeres de la vida no sirven y es necesario llegar al extremo del sexo con niños. Cada día sale algún personaje acusado de esto. Es tan abundante el número de casos que para aparecer en los medios tiene que tratase de alguien muy importante.
El autor o uno de los autores de las teorías de género fue un notorio pederasta. Curiosamente o no, son cosas que están ligadas y es común encontrar defensores de las leyes de género en ese mundo. Hasta tal punto que se va a cambiar el concepto y se va a legislar para favorecer el sexo con menores.
La justificación, porque todo se justifica, es que los niños tienen pulsiones sexuales y para expresarlas necesitan la guía de un adulto. No he visto en niños, ni he sentido, cuando niño, ninguna pulsión sexual, pero si lo dicen los que saben, pues será verdad. Porque aquí la verdad es lo que nos dicen los ‘expertos’ y todos a callar.
La tercera pata del banco, son las transfusiones de sangre que se hacen los ancianos, a partir de niños. Aparentemente, la sangre infantil tiene un componente que revierte el envejecimiento. Así que se montan granjas donde se ordeñan los niños. Y dado que hay muchos ancianos, con poder, se necesitan muchos niños, pero muchos.
La clave parece estar en una sustancia llamada adrenocromo, que resulta de la oxidación de la adrenalina y que estaría en la sangre de los niños. Según la Wikipedia, el adrenocromo es una droga de las más prohibidas y no menciona nada sobre el rejuvenecimiento que supuestamente produce.
La pederastia es un hecho conocido, pero no se tiene constancia que haya un plan organizado, al igual que los trasplantes, pero, haberlos, hailos, como las meigas.
De lo que no se habla en absoluto es de los “planes de rejuvenecimiento” de los que mandan. Tal vez porque alcanzan edades demasiado provectas para el resto de la población, se especule con esto, sin pararse a considerar que podría haber otros factores, como el acceso a una sanidad de élite. Sin embargo la cosa se mueve y ya se sabe que cuando el río suena…
vanlop
Estas desapariciones se producen en todos los países, pero especialmente en los países pobres, puesto que ni tienen que secuestrarlos, basta con ofrecer cosas a los padres. Los campos de refugiados son el mejor sitio, pues la gente desaparece y nadie los echa de menos.
¿Y para qué se quieren los niños? Pues básicamente para tres cosas: la pederastia, los trasplantes y las transfusiones de sangre. Seguramente habrá más aplicaciones, pero casi todas se pueden englobar en estas tres.
No creo necesario insistir en los trasplantes, quién tiene dinero, consigue un órgano en perfecto estado y de compatibilidad total.
Al parecer, cuando se llega a un cierto nivel social, los pequeños o grandes placeres de la vida no sirven y es necesario llegar al extremo del sexo con niños. Cada día sale algún personaje acusado de esto. Es tan abundante el número de casos que para aparecer en los medios tiene que tratase de alguien muy importante.
El autor o uno de los autores de las teorías de género fue un notorio pederasta. Curiosamente o no, son cosas que están ligadas y es común encontrar defensores de las leyes de género en ese mundo. Hasta tal punto que se va a cambiar el concepto y se va a legislar para favorecer el sexo con menores.
La justificación, porque todo se justifica, es que los niños tienen pulsiones sexuales y para expresarlas necesitan la guía de un adulto. No he visto en niños, ni he sentido, cuando niño, ninguna pulsión sexual, pero si lo dicen los que saben, pues será verdad. Porque aquí la verdad es lo que nos dicen los ‘expertos’ y todos a callar.
La tercera pata del banco, son las transfusiones de sangre que se hacen los ancianos, a partir de niños. Aparentemente, la sangre infantil tiene un componente que revierte el envejecimiento. Así que se montan granjas donde se ordeñan los niños. Y dado que hay muchos ancianos, con poder, se necesitan muchos niños, pero muchos.
La clave parece estar en una sustancia llamada adrenocromo, que resulta de la oxidación de la adrenalina y que estaría en la sangre de los niños. Según la Wikipedia, el adrenocromo es una droga de las más prohibidas y no menciona nada sobre el rejuvenecimiento que supuestamente produce.
La pederastia es un hecho conocido, pero no se tiene constancia que haya un plan organizado, al igual que los trasplantes, pero, haberlos, hailos, como las meigas.
De lo que no se habla en absoluto es de los “planes de rejuvenecimiento” de los que mandan. Tal vez porque alcanzan edades demasiado provectas para el resto de la población, se especule con esto, sin pararse a considerar que podría haber otros factores, como el acceso a una sanidad de élite. Sin embargo la cosa se mueve y ya se sabe que cuando el río suena…
vanlop