La decisión de que Ángela Merkel sea la próxima jefa del gobierno alemán representa un nuevo revés para el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que, sin demasiada prudencia, minusvaloró su victoria el día de las elecciones alemanas y alabó los resultados electorales del partido socialdemocrata de su amigo Schröeder.
Merkel al frente del poder en Alemania representa un nuevo revés internacional para la España de Zapatero, un país que no consigue superar su mala relación con el gobierno de George Bush y cuya pérdida de peso en el plano internacional es preocupante.
Zapatero ya cometió un error de tacto similar al apoyar al perdedor Kerry frente a Bush durante la campaña electoral norteamericana.
La llegada de Merkel al poder representa también un cambio de rumbo para Europa, precisamente en una dirección contraria a los intereses del gobierno español, donde el eje París-Berlín se debilita, mientras se fortalecen la postura británica y la alianza con Estados Unidos.
Malas noticias para el gobierno español, que vinculó demasiado su política europea a los destinos y tesis de la Alemania de Schröeder y la Francia de Chirac, las estrellas equivocadas.
Son conocidas las posturas de Merkel contrarias a la hipertrofiada política europea de subvenciones agrícolas y partidarias de un esfuerzo europeo en productividad, investigación y desarrolla científico y tecnológico, políticas estas que también chocan con los intereses del gobierno español.
En fin: un grano más para Zapatero en otro espacio vital de la política internacional.
Merkel al frente del poder en Alemania representa un nuevo revés internacional para la España de Zapatero, un país que no consigue superar su mala relación con el gobierno de George Bush y cuya pérdida de peso en el plano internacional es preocupante.
Zapatero ya cometió un error de tacto similar al apoyar al perdedor Kerry frente a Bush durante la campaña electoral norteamericana.
La llegada de Merkel al poder representa también un cambio de rumbo para Europa, precisamente en una dirección contraria a los intereses del gobierno español, donde el eje París-Berlín se debilita, mientras se fortalecen la postura británica y la alianza con Estados Unidos.
Malas noticias para el gobierno español, que vinculó demasiado su política europea a los destinos y tesis de la Alemania de Schröeder y la Francia de Chirac, las estrellas equivocadas.
Son conocidas las posturas de Merkel contrarias a la hipertrofiada política europea de subvenciones agrícolas y partidarias de un esfuerzo europeo en productividad, investigación y desarrolla científico y tecnológico, políticas estas que también chocan con los intereses del gobierno español.
En fin: un grano más para Zapatero en otro espacio vital de la política internacional.