Son palabras para todos los españoles, pero los expertos y analistas independientes tienen claro que estaban destinadas, principalmente, a Pedro Sánchez, un tipejo peligroso, que bordea los límites de la Constitución en sus negociaciones para ser investido con la parte más miserable, desleal y anticonstitucional de España, la que quiere romper muestra unidad y perjudicar la nación.
El "Dentro de la Constitución" resuena hoy en la mente de España y representa una clara advertencia a un Sánchez que ha dejado de poner la Constitución por delante en sus negociaciones con el independentismo catalán más radical, representado en ERC. Sánchez, en lugar de utilizar como referencia la Constitución, habla ahora de un difuso "orden democrático" en el que todos sospechamos que caben más bajezas, traiciones y miserias que en la Constitución española.
Por si hay dudas, el rey aclaró que la Carta Magna ya "reconoce la diversidad territorial que nos define" y, además, "preserva la unidad que nos da fuerza".
Así que, Pedro Sánchez y el PSOE quedan advertidos, junto a sus socios catalanes, esos maestros del odio y promotores de la ruptura de España ante los que los socialistas españoles deberían sentir asco al negociar, de que la Constitución es y será siempre el marco y que si ese marco se rompe, la España paciente y serena, esa que está presente en la sociedad, los cuarteles, la Monarquía y en millones de ciudadanos decentes, actuará contra los infractores y lo hará con rabia y honor.
Que el mensaje del rey ha surtido efecto en el PSOE y en la gente catalana del odio no cabe duda, sobre todo después de conocerse la reacción del rufián de Rufián, uno de los principales negociadores de la investidura de Sánchez, que comparó el discurso del Rey con un "mitin de VOX".
El mensaje está claro, Pedro: ¡Ándate con cuidado!
Francisco Rubiales
El "Dentro de la Constitución" resuena hoy en la mente de España y representa una clara advertencia a un Sánchez que ha dejado de poner la Constitución por delante en sus negociaciones con el independentismo catalán más radical, representado en ERC. Sánchez, en lugar de utilizar como referencia la Constitución, habla ahora de un difuso "orden democrático" en el que todos sospechamos que caben más bajezas, traiciones y miserias que en la Constitución española.
Por si hay dudas, el rey aclaró que la Carta Magna ya "reconoce la diversidad territorial que nos define" y, además, "preserva la unidad que nos da fuerza".
Así que, Pedro Sánchez y el PSOE quedan advertidos, junto a sus socios catalanes, esos maestros del odio y promotores de la ruptura de España ante los que los socialistas españoles deberían sentir asco al negociar, de que la Constitución es y será siempre el marco y que si ese marco se rompe, la España paciente y serena, esa que está presente en la sociedad, los cuarteles, la Monarquía y en millones de ciudadanos decentes, actuará contra los infractores y lo hará con rabia y honor.
Que el mensaje del rey ha surtido efecto en el PSOE y en la gente catalana del odio no cabe duda, sobre todo después de conocerse la reacción del rufián de Rufián, uno de los principales negociadores de la investidura de Sánchez, que comparó el discurso del Rey con un "mitin de VOX".
El mensaje está claro, Pedro: ¡Ándate con cuidado!
Francisco Rubiales