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McCain, el más que probable próximo presidente de Estados Unidos





Todo parece indicar que el próximo presidente de los Estados Unidos será el senador republicano John McCain, querido por los liberales por su independencia, patriotismo y moderación. Su discurso sobre Irak es tan brillante como sorprendente, entre otras razones porque apuesta por aumentar las tropas americanas en ese país y por no hacerse ilusiones sobre la ayuda internacional a Estados Unidos en ese conflicto.

El domingo 13 de noviembre, el influyente senador McCain declaró que la imagen exterior de Estados Unidos podría verse arruinada si el Congreso no prohibe que se torture a los prisioneros bajo custodia estadounidense.

McCain, que fue sometido a torturas durante la guerra de Vietnam, es el principal defensor de una estipulación que prohibe el trato inhumano. También es considerado como el principal candidato de los republicanos para suceder a Bush en la Presidencia.

La Casa Blanca sin embargo ha amenazado con vetar cualquier ley que incluya restricciones en el manejo de los detenidos, alegando que sólo limitaría la capacidad del presidente de proteger a los estadounidenses y de impedir los ataques terroristas.

"Si somos vistos como un país en que se practica la tortura, ... cualquier posible información que pudiéramos obtener tendrá un contrapeso extremo por el efecto que tendría en la opinión pública", destacó McCain en un programa político dominical en la cadena CBS.

Los terroristas son "la quintaesencia del demonio", agregó. "Pero no sólo se trata de ellos, sino de nosotros. Esta batalla en que nos encontramos tiene que ver sobre aquello en que creemos y en lo que practicamos. Y eso es en que respetemos los derechos humanos, no importa lo terribles que puedan ser nuestros adversarios".

El Senado bajo control republicano ha aprobado la disposición planteada por McCain -una instancia de raro desafío de la autoridad del presidente George W. Bush en tiempos de guerra.

Pero la posibilidad de que la ley sea aprobada en la Cámara de Representantes es incierta, sobre todo porque el vicepresidente Dick Cheney ha movido enérgicamente sus piezas en el Congreso para que exonere a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de la prohibición a la tortura, propuesta por McCain.

El senador ha dicho que espera llegar a un compromiso con la Casa Blanca. Pero agregó que después del descubrimiento de los abusos generalizados a los prisioneros en el centro de detenidos de Abu Ghraib en Irak, la opinión pública sobre Estados Unidos ha decaído en todo el mundo.

"Actualmente tenemos dos guerras: una militar en Irak, y la guerra por la opinión pública, por los corazones y la mentes de los pueblos en el mundo", destacó McCain. "Tenemos que tener la seguridad de que no torturamos a la gente".

Stephen Hadley, asesor de seguridad nacional de Bush, dijo a la cadena CNN que la Casa Blanca negocia con McCain y otros legisladores para llegar a un punto en que "podamos defender a nuestro país del terrorismo al tiempo que cumplimos con el compromiso del presidente de que no recurriremos a la tortura".

En esta batalla moral sobre la tortura, que toca de lleno el corazón, los valores y el patriotismo de los norteamericanos, se está forjando con fuerza el prestigio político de un McCain que, después de haber sido torturado en Vietnam, sabe condenar esa práctica desde el patriotismo más garantizado.

Los expertos ven ya en McCain al futuro presidente.

FR

Franky  
Viernes, 25 de Noviembre 2005
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