En el pasado, los ancianos eran respetados y cuidados en los hogares; hoy estorban, son depositados en asilos y muchos políticos piensan en la conveniencia de exterminarlos
En el pasado, los mejores eran coronados como reyes y si se convertían en tiranos eran ejecutados por sus pueblos, pero ahora son los peores los que gobiernan y los tiranos son los que asesinan a sus ciudadanos. Las leyes las cumplían todos, pero ahora sólo las tienen que cumplir los ciudadanos porque los poderosos suelen gozar de impunidad. Los impuestos actuales son los más elevados de la historia, En países como España, el ciudadano debe trabajar más de la mitad del año para pagar al Estado y sólo unos meses para mantener a sus familia. La verdad ha presidido la Historia como un faro indeleble y deslumbrante, pero ahora es la mentira la que se ha adueñado de la Tierra. El poder estaba obligado a ser ejemplar, pero hoy el poder suele ser todo lo contrario, motivo de escándalo, impregnado de corrupción, abuso, mentira y bajeza. La Libertad, que ha sido el gran distintivo de la raza humana, está en retirada, acosada por los políticos y los multimillonarios en las sombras. En algunos países deteriorados, como Cuba, Irán, Venezuela, Rusia, Nicaragua, Corea del Norte y otros, la vida de los ciudadanos depende del capricho de los que mandan y la vida diaria es un suplicio.
En otros muchos países, entre ellos España, las libertades y derechos retroceden, víctimas de gobiernos que anteponen su propio interés al bien común y que lo supeditan todo a la permanencia en el poder.
El Estado, creado para imponer justicia, orden y la vigencia de los valores, libertades y derechos, se ha convertido en un monstruo incontrolable en manos de partidos políticos que también han traicionado sus raíces y que hoy son asociaciones de mediocres para disfrutar del poder y la riqueza.
La economía esta basada en la confianza en los estados y la moneda carece ya de respaldo alguno, después de que se abandonara el patrón oro, pero los estados cada día son menos confiables y la economía, aplastada por deudas tan enormes que nunca podrán pagarse, se tambalea y pende de un hilo.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha fracasado y hoy está dominada por los anglosajones, que ya meditan como despojar a Rusia y a China de su derecho de veto.
En este contexto de perversión, degeneración y miseria moral, el asesinato masivo de los ancianos no es sólo un pensamiento macabro sino una realidad posible, hasta el punto de que muchos creen que el holocausto de los ancianos y los débiles ya ha comenzado con las vacunas anti COVID, fabricadas con una tecnología de ARN mensajero que nunca había sido probada y con ingredientes nuevos amenazantes.
La desconfianza y la sospecha se han apoderado de un mundo despojado de la verdad, de la información fiable y de respeto a sus dirigentes. El mundo tiene todos los síntomas del desastre.
El mundo no puede seguir sospechando y contemplando al poder político como el enemigo y necesita con urgencia un reseteo, pero no el que proyectan los defensores del Nuevo Orden Mundial (NOM), interesados en imponer un sistema totalitario en todo el planeta, sino un reseteo moral que erradique a los canallas instalados en el corazón de los estados, que imponga ética y decencia en el liderazgo y que garantice al ser humano su derechos a vivir en paz y armonía en este nuestro planeta.
Francisco Rubiales
Nota: visionen el video que ilustra este artículo y descubran con horror las amenazas que acosan a los ancianos del mundo.
En otros muchos países, entre ellos España, las libertades y derechos retroceden, víctimas de gobiernos que anteponen su propio interés al bien común y que lo supeditan todo a la permanencia en el poder.
El Estado, creado para imponer justicia, orden y la vigencia de los valores, libertades y derechos, se ha convertido en un monstruo incontrolable en manos de partidos políticos que también han traicionado sus raíces y que hoy son asociaciones de mediocres para disfrutar del poder y la riqueza.
La economía esta basada en la confianza en los estados y la moneda carece ya de respaldo alguno, después de que se abandonara el patrón oro, pero los estados cada día son menos confiables y la economía, aplastada por deudas tan enormes que nunca podrán pagarse, se tambalea y pende de un hilo.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha fracasado y hoy está dominada por los anglosajones, que ya meditan como despojar a Rusia y a China de su derecho de veto.
En este contexto de perversión, degeneración y miseria moral, el asesinato masivo de los ancianos no es sólo un pensamiento macabro sino una realidad posible, hasta el punto de que muchos creen que el holocausto de los ancianos y los débiles ya ha comenzado con las vacunas anti COVID, fabricadas con una tecnología de ARN mensajero que nunca había sido probada y con ingredientes nuevos amenazantes.
La desconfianza y la sospecha se han apoderado de un mundo despojado de la verdad, de la información fiable y de respeto a sus dirigentes. El mundo tiene todos los síntomas del desastre.
El mundo no puede seguir sospechando y contemplando al poder político como el enemigo y necesita con urgencia un reseteo, pero no el que proyectan los defensores del Nuevo Orden Mundial (NOM), interesados en imponer un sistema totalitario en todo el planeta, sino un reseteo moral que erradique a los canallas instalados en el corazón de los estados, que imponga ética y decencia en el liderazgo y que garantice al ser humano su derechos a vivir en paz y armonía en este nuestro planeta.
Francisco Rubiales
Nota: visionen el video que ilustra este artículo y descubran con horror las amenazas que acosan a los ancianos del mundo.