Aunque parezca increíble, cada día es mayor y más fuerte el grupo de empresarios y de lideres de la comunidad en Marbella que apoyan la candidatura del socialista Paulino Plata como próximo alcalde de la perla turística de la Costa del Sol.
El PSOE está tan implicado en la trama de corrupción marbellí y tan desprestigiado en la ciudad que parecía imposible que su candidato pudiera ganar las próximas elecciones municipales, pero esa posibilidad se abre camino cada día con más fuerza, al amparo de una curiosa tesis, mitad amenaza, mitad promesa, que algunos emisarios del PSOE se están encargando de difundir.
He interrogado a muchos empresarios y profesionales de Marbella sobre la situación en la hermosa ciudad turística azotada por la corrupción y todos me dicen lo mismo: "quizás nos convenga que Paulino Plata sea el próximo alcalde de Marbella. Es la única forma de arreglar este lio".
Ese es, precisamente, el argumento que está difundiendo el PSOE para apoyar a Paulino Plata como candidato a la alcaldía y, por lo visto, la idea está abriéndose paso. La tesis socialista sostiene que sólo un gobierno del PSOE en el Ayuntamiento es capaz de normalizar la situación y que una victoria del PP en las municipales sólo representaría más enfrentamientos y conflictos en los próximos años.
La sutileza de la tesis llega hasta afirmar que Paulino Plata se comprometería a normalizar todo durante su mandato.
Nadie sabe que significa eso de "normalizar todo", si implica que los que están en la carcel podrán salir y que las ilegalidades urbanísticas pueden volverse legales, pero el argumento está surtiendo efecto, sobre todo entre los que creen que la situación de crisis perjudica a la economía marbellí y a su futuro como foco tu´rístico de primer rango.
Las encuestas reflejan en Marbella una clara intención de voto favorable al PP, el único partido que no ha quedado contaminado por la corrupción municipal, que hasta podría lograr una mayoría absoluta, pero el PSOE confía en cambiar la tendencia de aquí a las elecciones porque quiere conquistar la alcaldía de Marbella a toda costa y, para lograrlo, ha designado a un candidato de lujo, nada menos que Paulino Plata, malagueño y uno de los más brillantes consejeros del gobierno de Chaves, de quien incluso se llegó a decir que podría ser el "sucesor" de Manuel Chaves, en el poder desde hace casi dos décadas.
Aseguran mis interlocutores de Marbella, que son empresarios muy preocupados por la situación presente, quelos directamente implicados en la corrupción, tanto los que están en la cárcel como los que están en libertad bajo fianza, son los que sostienen con mayor énfasis la candidatura de Paulino Plata y suscriben la tesis de que la vuelta a la normalidad solo es posible si el Ayuntamiento es gestionado por los socialistas.
El PSOE está tan implicado en la trama de corrupción marbellí y tan desprestigiado en la ciudad que parecía imposible que su candidato pudiera ganar las próximas elecciones municipales, pero esa posibilidad se abre camino cada día con más fuerza, al amparo de una curiosa tesis, mitad amenaza, mitad promesa, que algunos emisarios del PSOE se están encargando de difundir.
He interrogado a muchos empresarios y profesionales de Marbella sobre la situación en la hermosa ciudad turística azotada por la corrupción y todos me dicen lo mismo: "quizás nos convenga que Paulino Plata sea el próximo alcalde de Marbella. Es la única forma de arreglar este lio".
Ese es, precisamente, el argumento que está difundiendo el PSOE para apoyar a Paulino Plata como candidato a la alcaldía y, por lo visto, la idea está abriéndose paso. La tesis socialista sostiene que sólo un gobierno del PSOE en el Ayuntamiento es capaz de normalizar la situación y que una victoria del PP en las municipales sólo representaría más enfrentamientos y conflictos en los próximos años.
La sutileza de la tesis llega hasta afirmar que Paulino Plata se comprometería a normalizar todo durante su mandato.
Nadie sabe que significa eso de "normalizar todo", si implica que los que están en la carcel podrán salir y que las ilegalidades urbanísticas pueden volverse legales, pero el argumento está surtiendo efecto, sobre todo entre los que creen que la situación de crisis perjudica a la economía marbellí y a su futuro como foco tu´rístico de primer rango.
Las encuestas reflejan en Marbella una clara intención de voto favorable al PP, el único partido que no ha quedado contaminado por la corrupción municipal, que hasta podría lograr una mayoría absoluta, pero el PSOE confía en cambiar la tendencia de aquí a las elecciones porque quiere conquistar la alcaldía de Marbella a toda costa y, para lograrlo, ha designado a un candidato de lujo, nada menos que Paulino Plata, malagueño y uno de los más brillantes consejeros del gobierno de Chaves, de quien incluso se llegó a decir que podría ser el "sucesor" de Manuel Chaves, en el poder desde hace casi dos décadas.
Aseguran mis interlocutores de Marbella, que son empresarios muy preocupados por la situación presente, quelos directamente implicados en la corrupción, tanto los que están en la cárcel como los que están en libertad bajo fianza, son los que sostienen con mayor énfasis la candidatura de Paulino Plata y suscriben la tesis de que la vuelta a la normalidad solo es posible si el Ayuntamiento es gestionado por los socialistas.