El régimen venezolano, ante el masivo rechazo de la mayoría de sus ciudadanos, ha abandonado la hipocresía y exhibe ahora, con toda crueldad y espanto, su verdadero rostro: el de un régimen tiránico, siempre dispuesto a asesinar a su pueblo con tal de conservar el poder.
Hace 17 meses, cuando la oposición venezolana ganó las elecciones del 6 de diciembre de 2015, Nicolás Maduro inició un proceso de auto golpe a la democracia y consolidación de la dictadura que ahora ya es plenamente visible tras firmar el lunes el decreto para convocar una Asamblea Constituyente que, pasando por alto al actual Poder Legislativo, reforme la Constitución a la medida del régimen chavista.
La reforma tiene como meta blindar el poder y eliminar todo proceso electoral libre, de manera que el poder pueda seguir eternamente en manos del chavismo.
Para pilotar ese "proceso" hacia la tiranía, ha nombrado una Comisión Presidencial Constituyente que presidirá el ministro de Educación, Elías Jaua, y en la que participará la propia esposa del presidente, Cilia Flores. Además, formarán parte de ella otras figuras destacadas del chavismo, como Aristóbulo Istúriz, Hermann Escarrá, Isaías Rodríguez, Earle Herrera, Delcy Rodríguez, Iris Varela, Noelí Pocaterra, Francisco Ameliah, Elvis Amoroso y Reinaldo Muñoz.
En este blog Voto en Blanco vengo denunciando, desde hace más de una década, la naturaleza auténtica del régimen venezolano. En el año 2009 publiqué un artículo revelador sobre el nuevo disfraz del comunismo ideado en Cuba, titulado El Socialismo del Siglo XXI. Si desea leerlo y conocerlo en detalle, pulse AQUÍ. En marzo de 2010 publiqué otro, titulado Venezuela es ya un país ocupado por la tiranía cubana, uno de cuyos párrafos decía:
"Venezuela es el primer éxito real de un "castrismo" marcado por el fracaso, que sólo ha sabido generar opresión y miseria desde que Fidel Castro derrotó a Fulgencio Batista y entró en la Habana, en enero de 1959. Eufóricos porque han puesto la zarpa en un país con inmensas reservas de petróleo, los hermanos Castro están decididos a "colonizar" Venezuela y a mantenarla bajo control a cualquier precio, aunque para ello tengan que librar un guerra para la que se sienten preparados. Para "asegurar la pieza", los Castro han "invadido" la colonia venezolana con 60.000 cubanos, la mayoría de los cuales son agentes de inteligencia, agitadores profesionales y expertos en asuntos militares, pero también hay médicos, técnicos, expertos en propaganda y cuadros especializados en someter al pueblo. Se trata de una invasión cuidadosamente ocultada a la opinión pública internacional y de la que ni siquiera es plenamente consciente el pueblo venezolano."
Los que crean que el actual "autogolpe" es el definitivo y final mecanismo de defensa del régimen, se equivocan porque todavía queda otro escalón, que sería la intervención de las fuerzas armadas para aplastar a la oposición con miles de muertos, si fuera necesario.
Los que conocíamos los mecanismos del Socialismo del Siglo XXI no hemos experimentado sorpresa alguna ante los brutales acontecimientos recientes en Venezuela. El manual de aplicación de ese sistema, ideado en Cuba por los hermanos Castro e instalado firmemente en Venezuela, establece que una vez alcanzado el poder, éste no puede perderse jamás, aunque para retenerlo sea necesaria una guerra civil.
El "Socialismo del Siglo XXI" es el último disfraz del comunismo internacional, un sistema que después de la brutalidad de Stalin decidió disfrazarse y disimular su brutalidad e instinto criminal para poder expandirse por el mundo. En esa expansión utilizó distintos métodos, desde la socialdemocracia hasta el comunismo de rostro humano, sin olvidar la guerrilla, el terrorismo y el simple golpe de Estado.
Fueron los hermanos Castro y sus estrategas cubanos los que idearon que el camino más eficaz para tomar el poder en estos tiempos era aprovechar las contradicciones, errores y debilidades de las democracias para conquistar el poder a través de las urnas, legalmente, y una vez logrado ese poder, realizar los movimientos y reformas necesarios para conservarlo eternamente, consistentes en: primero infiltrar y controlar a las fuerzas de inteligencia; después adoctrinar y someter a las fuerzas armadas; mas tarde fortalecer el partido único y debilitar a los partidos adversarios; después practicar el clientelismo y beneficiar a una parte de la población, precisamente la más inculta y fácil de fanatizar, para convertirla en incondicional del régimen; mas adelante,m utilizar los mecanismos de defensa del sistema, si fueran necesarios, consistentes en la reforma de las leyes y de la misma Constitución para que el poder nunca pueda perderse, reprimir a la oposición con toda crudeza, si fuera necesario y, finalmente, utilizar a las fuerzas armadas para aplastar la oposición y todo enemigo interno.
Francisco Rubiales
Hace 17 meses, cuando la oposición venezolana ganó las elecciones del 6 de diciembre de 2015, Nicolás Maduro inició un proceso de auto golpe a la democracia y consolidación de la dictadura que ahora ya es plenamente visible tras firmar el lunes el decreto para convocar una Asamblea Constituyente que, pasando por alto al actual Poder Legislativo, reforme la Constitución a la medida del régimen chavista.
La reforma tiene como meta blindar el poder y eliminar todo proceso electoral libre, de manera que el poder pueda seguir eternamente en manos del chavismo.
Para pilotar ese "proceso" hacia la tiranía, ha nombrado una Comisión Presidencial Constituyente que presidirá el ministro de Educación, Elías Jaua, y en la que participará la propia esposa del presidente, Cilia Flores. Además, formarán parte de ella otras figuras destacadas del chavismo, como Aristóbulo Istúriz, Hermann Escarrá, Isaías Rodríguez, Earle Herrera, Delcy Rodríguez, Iris Varela, Noelí Pocaterra, Francisco Ameliah, Elvis Amoroso y Reinaldo Muñoz.
En este blog Voto en Blanco vengo denunciando, desde hace más de una década, la naturaleza auténtica del régimen venezolano. En el año 2009 publiqué un artículo revelador sobre el nuevo disfraz del comunismo ideado en Cuba, titulado El Socialismo del Siglo XXI. Si desea leerlo y conocerlo en detalle, pulse AQUÍ. En marzo de 2010 publiqué otro, titulado Venezuela es ya un país ocupado por la tiranía cubana, uno de cuyos párrafos decía:
"Venezuela es el primer éxito real de un "castrismo" marcado por el fracaso, que sólo ha sabido generar opresión y miseria desde que Fidel Castro derrotó a Fulgencio Batista y entró en la Habana, en enero de 1959. Eufóricos porque han puesto la zarpa en un país con inmensas reservas de petróleo, los hermanos Castro están decididos a "colonizar" Venezuela y a mantenarla bajo control a cualquier precio, aunque para ello tengan que librar un guerra para la que se sienten preparados. Para "asegurar la pieza", los Castro han "invadido" la colonia venezolana con 60.000 cubanos, la mayoría de los cuales son agentes de inteligencia, agitadores profesionales y expertos en asuntos militares, pero también hay médicos, técnicos, expertos en propaganda y cuadros especializados en someter al pueblo. Se trata de una invasión cuidadosamente ocultada a la opinión pública internacional y de la que ni siquiera es plenamente consciente el pueblo venezolano."
Los que crean que el actual "autogolpe" es el definitivo y final mecanismo de defensa del régimen, se equivocan porque todavía queda otro escalón, que sería la intervención de las fuerzas armadas para aplastar a la oposición con miles de muertos, si fuera necesario.
Los que conocíamos los mecanismos del Socialismo del Siglo XXI no hemos experimentado sorpresa alguna ante los brutales acontecimientos recientes en Venezuela. El manual de aplicación de ese sistema, ideado en Cuba por los hermanos Castro e instalado firmemente en Venezuela, establece que una vez alcanzado el poder, éste no puede perderse jamás, aunque para retenerlo sea necesaria una guerra civil.
El "Socialismo del Siglo XXI" es el último disfraz del comunismo internacional, un sistema que después de la brutalidad de Stalin decidió disfrazarse y disimular su brutalidad e instinto criminal para poder expandirse por el mundo. En esa expansión utilizó distintos métodos, desde la socialdemocracia hasta el comunismo de rostro humano, sin olvidar la guerrilla, el terrorismo y el simple golpe de Estado.
Fueron los hermanos Castro y sus estrategas cubanos los que idearon que el camino más eficaz para tomar el poder en estos tiempos era aprovechar las contradicciones, errores y debilidades de las democracias para conquistar el poder a través de las urnas, legalmente, y una vez logrado ese poder, realizar los movimientos y reformas necesarios para conservarlo eternamente, consistentes en: primero infiltrar y controlar a las fuerzas de inteligencia; después adoctrinar y someter a las fuerzas armadas; mas tarde fortalecer el partido único y debilitar a los partidos adversarios; después practicar el clientelismo y beneficiar a una parte de la población, precisamente la más inculta y fácil de fanatizar, para convertirla en incondicional del régimen; mas adelante,m utilizar los mecanismos de defensa del sistema, si fueran necesarios, consistentes en la reforma de las leyes y de la misma Constitución para que el poder nunca pueda perderse, reprimir a la oposición con toda crudeza, si fuera necesario y, finalmente, utilizar a las fuerzas armadas para aplastar la oposición y todo enemigo interno.
Francisco Rubiales