Colaboraciones

MONTILLA, CAROD Y SAURA, POLÍTICOS GENIALES





A Montse y José, madre y padre, respectivamente, de mis cuñadas María José y Elena, recientemente operados, deseándoles a ambos sendas y prontas recuperaciones.

“Y fueme peor, como v. m. verá en la segunda parte, pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres”.

“Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos”, Francisco de Quevedo y Villegas


Cuentan (y, mientras unos, los de lengua luenga, acortan, otros, los de viperina o de doble filo, alargan) en Barcelona que, el futuro president de la Generalitat de Catalunya, el charnego (xarnego) José Montilla, como cada quien o cada cual, una amalgama de virtudes y defectos, y los mandamases de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, e ICV, Joan Saura, como cualesquiera hijos de vecino o quisques, sendas urdiduras (o “urdiblandas”) de luces y sombras, después de los comicios autonómicos celebrados el pasado primero de Noviembre, día de Todos los Santos, se juntaron en un restaurante, “el Tonel de Diógenes de Sínope”, en terreno cínico y neutral, para redactar este escueto manifiesto apologético o lacónica nota defensiva de la reedición del Tripartito (rebautizado, por arte de birlibirloque con la gracia, escasa de ídem, de Entendimiento –Entesa-), que titularon “INOPIA DE DEMÓCRATAS GENIALES Y SU CORRESPONDIENTE ENVIDIA” y que dice de esta guisa:

"Los demócratas geniales escaseamos porque somos los únicos políticos del orbe capaces de encontrar el mejor discurso o la solución apropiada, correcta, óptima, rauda y válida ante el auditorio, ciudadanía u opinión pública (y aun publicada) que sea y problema de que se trate, saltándonos a la torera los pasos o pases (y hasta tercios enteros) intermedios, que son, precisamente, los que vienen a entorpecer, dificultar y demorar su pintiparado descubrimiento (que no miento) o hallazgo”.

“José Montilla, Josep Lluís Carod-Rovira y Joan Saura, políticos de altura (o hartura –no se distingue bien-)”.

(Firmas, asimismo, ilegibles)

Ángel Sáez García

Franky  
Miércoles, 8 de Noviembre 2006
Artículo leído 1118 veces

También en esta sección: