Los grandes poderes ocultos que mueven los hilos del mundo quieren que la Europa actual, democrática, próspera y cuna de libertades y derechos, desaparezca y sea sustituida por otra, más sumisa, desculturizada, manejable y caótica.
España, que es un país solidario y generoso, ha creido hasta ahora que debía abrir sus puertas a los “pobres” inmigrantes, pero los abusos, mentiras y, sobre todo, la invasion descontrolada en la que llegan miles de delincuentes y tipos que no quieren trabajar y pretenden vivir de los subsidios, ha cambiado el panorama, hasta el punto de que millones de españoles ya rechazan abiertamente la política de puertas abiertas a la inmigración.
VOX ha prestado un gran servicio a España demostrando que el rescate de inmigrantes en el mar es un nuevo tráfico de esclavos, cínicamente disfrazado de solidaridad.
Pedro Sánchez, al que el pueblo identifica, cada día más, como el “padrino” de esa inmigración delictiva que llana España de ladrones, violadores y asesinos, tendrá pronto que dar marcha atrás si no quiere ser derrotado en las urnas.
España, como el resto de Europa, empieza a defenderse y no quiere que su vieja cultura humanistica y libertaria salte por los aires por culpa de políticos corruptos y ajenos a la democracia y la decencia. La idea de que inmigrantes sí, pero filtrados y seleccionados para que no entre la basura, se abre camino con una fuerza indetenible.
Europa necesita inmigrantes para nutrir su economía, pero la inmigración debe filtrarse y regularse para que en lugar de delincuentes y vagos entren personas dispuestas a rehacer sus vidas, trabajar e integrarse en las culturas que les acogen.
Francisco Rubiales
España, que es un país solidario y generoso, ha creido hasta ahora que debía abrir sus puertas a los “pobres” inmigrantes, pero los abusos, mentiras y, sobre todo, la invasion descontrolada en la que llegan miles de delincuentes y tipos que no quieren trabajar y pretenden vivir de los subsidios, ha cambiado el panorama, hasta el punto de que millones de españoles ya rechazan abiertamente la política de puertas abiertas a la inmigración.
VOX ha prestado un gran servicio a España demostrando que el rescate de inmigrantes en el mar es un nuevo tráfico de esclavos, cínicamente disfrazado de solidaridad.
Pedro Sánchez, al que el pueblo identifica, cada día más, como el “padrino” de esa inmigración delictiva que llana España de ladrones, violadores y asesinos, tendrá pronto que dar marcha atrás si no quiere ser derrotado en las urnas.
España, como el resto de Europa, empieza a defenderse y no quiere que su vieja cultura humanistica y libertaria salte por los aires por culpa de políticos corruptos y ajenos a la democracia y la decencia. La idea de que inmigrantes sí, pero filtrados y seleccionados para que no entre la basura, se abre camino con una fuerza indetenible.
Europa necesita inmigrantes para nutrir su economía, pero la inmigración debe filtrarse y regularse para que en lugar de delincuentes y vagos entren personas dispuestas a rehacer sus vidas, trabajar e integrarse en las culturas que les acogen.
Francisco Rubiales