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Los servicios de inteligencia norteamericano, británico, israelí y de otros países aliados han advertido a España que es un objetivo prioritario para el yihadismo y que atacar a España es para los radicales islamistas tan importante o mas que atacar Nueva York, Londres y París.
España es un objetivo de alta prioridad para los yihadistas porque España es Al Andalus, la tierra mítica que marca la máxima expresión del poderío musulmán que se inició a finales del siglo VII y que perduró hasta destrucción del Imperio Turco. En esa guerra de siglos, la derrota mas humillante de los musulmanes fue la expulsión de la España conquistada por parte de los guerreros cristianos.
Recuperar Al Andalus es, en consecuencia, el gran símbolo de esa nueva guerra desatada, que pretende restablecer el poderío de los antiguos califatos de Damasco y Bagdad.
Los objetivos inmediatos del yihadismo son los siguientes:
- Destruir a Israel
- Destronar las monarquías árabes aliadas de Estados Unidos
- Aniquilar la herejía chií
- Borrar las fronteras que separan a unos países musulmanes de otros e integrar todos los territorios en el nuevo Gran Califato
- Acosar y debilitar con actos terroristas y ataques estratégicos sangrientos a los países que sostienen en Occidente la batalla militar contra el yihadismo, especialmente Estados Unidos, Inglaterra y Francia
- Aniquilar a todos los habitantes de la tierra que no se conviertan a la "verdadera" religión de Alá
- Reconquistas Al Andalus (España) y desde ahí avanzar por Europa
- Atacar y derrotar a otros países que también oprimen a los musulmanes, sobre todo a Rusia y China
- Instaurar el nuevo Gran Califato que dominará el mundo
España es un país seriamente amenazado y debe prepararse con rapidez para combatir el terror con las armas, única vía posible. Los yihadistas llegarán a España cortando cuellos y cercenando pechos, no para negociar ni para establecer lazos de amistad y concordia, como creen los buenistas entreguistas acomplejados de la izquierda española y también un sector de la derecha acomplejada, que se ha hecho fuerte en el Partido Popular.
Hay aproximadamente un centenar de españoles combatiendo en las filas del Estado Islámico, según datos de la inteligencia norteamericana, aunque la española admite solo medio centenar de combatientes, 30 de los cuales habrían muerto en combate. Los restantes, perfectamente entrenados y habituados a matar, conformarán la punta de lanza del nuevo terror, unidos a algunas decenas de lobos solitarios dormidos que, según las fuerzas policiales españolas, están agazapados en nuestras ciudades, en espera de recibir la orden de abrir fuego.
España es un objetivo de alta prioridad para los yihadistas porque España es Al Andalus, la tierra mítica que marca la máxima expresión del poderío musulmán que se inició a finales del siglo VII y que perduró hasta destrucción del Imperio Turco. En esa guerra de siglos, la derrota mas humillante de los musulmanes fue la expulsión de la España conquistada por parte de los guerreros cristianos.
Recuperar Al Andalus es, en consecuencia, el gran símbolo de esa nueva guerra desatada, que pretende restablecer el poderío de los antiguos califatos de Damasco y Bagdad.
Los objetivos inmediatos del yihadismo son los siguientes:
- Destruir a Israel
- Destronar las monarquías árabes aliadas de Estados Unidos
- Aniquilar la herejía chií
- Borrar las fronteras que separan a unos países musulmanes de otros e integrar todos los territorios en el nuevo Gran Califato
- Acosar y debilitar con actos terroristas y ataques estratégicos sangrientos a los países que sostienen en Occidente la batalla militar contra el yihadismo, especialmente Estados Unidos, Inglaterra y Francia
- Aniquilar a todos los habitantes de la tierra que no se conviertan a la "verdadera" religión de Alá
- Reconquistas Al Andalus (España) y desde ahí avanzar por Europa
- Atacar y derrotar a otros países que también oprimen a los musulmanes, sobre todo a Rusia y China
- Instaurar el nuevo Gran Califato que dominará el mundo
España es un país seriamente amenazado y debe prepararse con rapidez para combatir el terror con las armas, única vía posible. Los yihadistas llegarán a España cortando cuellos y cercenando pechos, no para negociar ni para establecer lazos de amistad y concordia, como creen los buenistas entreguistas acomplejados de la izquierda española y también un sector de la derecha acomplejada, que se ha hecho fuerte en el Partido Popular.
Hay aproximadamente un centenar de españoles combatiendo en las filas del Estado Islámico, según datos de la inteligencia norteamericana, aunque la española admite solo medio centenar de combatientes, 30 de los cuales habrían muerto en combate. Los restantes, perfectamente entrenados y habituados a matar, conformarán la punta de lanza del nuevo terror, unidos a algunas decenas de lobos solitarios dormidos que, según las fuerzas policiales españolas, están agazapados en nuestras ciudades, en espera de recibir la orden de abrir fuego.