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Los graves errores de Pedro Sánchez y Susana Diaz enterrarán al PSOE





El nuevo Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, ha protagonizado ya errores lo suficientemente mayúsculos para llevar al PSOE a la tumba. El peor de todos no ha sido el de no haber respetado el pacto con la derecha europea para repartirse el poder en las grandes instituciones de Europa, sino el de haberse negado a renovar y regenerar un partido abrasado y desprestigiado hasta la médula, que ha perdido casi cuatro millones de votantes y al que muchos millones de españoles ya desprecian y han jurado no volver a votar nunca. Lo que pudo haber sido una regeneración, una reforma profunda o al menos un lavado intenso de cara, sólo ha sido una continuidad que ni siquiera contiene suficiente cosmética, con fantasmas fracasados regresando del pasado, como Pepiño Blanco y Leire Pajín, entre otros.

El lider socialista se ha equivocado al afirmar que el del domingo 27 de julio ha sido un día malo para el PP y Rajoy porque ha sido todo lo contrario. Con un PSOE incapaz de regenerarse, sin capacidad de pedir perdón, afirmando que todo lo bueno en España ha llegado de la mano del PSOE y admirando a un Zapatero que, ante la ciudadanía, es el paradigma del fracaso de un político español, quien tiene garantizado el éxito y la continuidad es Rajoy y sus muchachos de la derecha española, cada día mas montaraz, arrogante y también fracasada.

La presencia triunfal en el congreso socialista de un personaje como Cándido Méndez, líder de una UGT implicada en corrupciones terribles, es todo un síntoma de la clase de renovación que los socialistas están imponiendo al partido. Méndez, en lugar de exhibir su rostro en el Congreso debería haber dimitido hace meses y estar escondido para no provocar la indignación de los españoles.

El líder socialista tiene razón al opinar que Rajoy ha convertido a España es un país "hastiado, indignado y herido", pero ha cometido un error garrafal al no admitir en público que el PSOE ha sido tan protagonista y culpable como la derecha en la actual tragedia de España, convertida en un país injusto, empobrecido y desprestigiado por culpa de los dos grandes partidos que han gobernado el país durante las últimas décadas.

Los expertos dicen, con razón, que la andaluza Susana Diaz es la verdadera fuerza del PSOE, pero si eso es cierto, como parece, Susana esta demostrando ser tan torpe como sus colegas, incapaces de ver que el PSOE es un cadáver que no podrá resucitar si no es refundado y sometido al bisturí mas agresivo e implacable.

Algunas de las promesas de cambios y reformas presentadas en el Congreso son interesantes y responden de algún modo a demandas de los votantes de izquierda. Destacan la derogación de la reforma laboral del PP, publicación trimestral de las cuentas del PSOE en Internet y del patrimonio e intereses de sus altos cargos, derogación de los acuerdos con la Santa Sede, endurecimiento del Código Penal para los delitos de corrupción, expulsión de los representantes políticos del Tribunal de Cuentas, una ley de Igualdad salarial para hombres y mujeres, eliminación del aforamiento para los cargos públicos, limitación del mandato del presidente del Gobierno a dos legislaturas, nueva ley de financiación de partidos y una reforma fiscal que equipare las rentas del trabajo a las del capital y acabe con las ventajas de las sicavs. El nuevo PSOE promoverá también una ley Electoral que no incluirá, como reclama el PP, que salga elegido alcalde el cabeza de lista más votado.

Pero esas promesas carecen de credibilidad ante una ciudadanía cansada de ser engañada, si no llegan acompañadas de otras medidas drásticas que la "casta" no está dispuesta a admitir, como el cese de la financiación pública de los partidos políticos y sindicatos, la limitación de poderes a los partidos políticos, la devolución del dinero robado por los políticos en el saqueo de las cajas y otras canalladas, el respeto irrestricto a una Justicia independiente y la eliminación de privilegios y de poderes que hacen impunes a los políticos y que son totalmente incompatibles con la democracia.

Quizás el problema radique en que ni Pedro ni Susana son capaces de asumir que los españoles ya no son los imbéciles de antaño, que se tragaban todas las mentiras y argucias de la casta política. No se puede regenerar un partido que está hasta las trancas de suciedad y corrupción con palabras de victoria y nutriendo las filas de la Ejecutiva con cadáveres y fracasados. El bisturí y la crítica han sido los dos grandes ausentes del Congreso extraordinario, cuando tenían que haber sido los invitados de honor.

El nuevo secretario general del PSOE ha cerrado este domingo el congreso extraordinario exigiendo a Mariano Rajoy que comparezca en el Parlamento para explicar los 12.000 millones que ha perdido el erario público con la venta de Catalunya Bank al BBVA. Ante ese ataque, millones de españoles preguntan: ¿porque no exige también que sus muchos compañeros de filas implicados en corrupción ingresen en prisión y devuelvan lo robado? ¿Donde está el espíritu regenerador y de limpieza en un partido que sigue con un discurso parecido al vigente y que solo habla de "ganar".

La política de Pedro Sánchez, sorprendentemente escasa de regeneración, cambios y crítica a los profundos errores de su propio partido, anticipa un rápido entierro del socialismo español, que será sustituido, con toda probabilidad, por un partido nuevo como Podemos, cuyo único mérito habrá sido aprovechar el profundo descontento de los españoles ante las carencias, errores, suciedades y abusos de los socialistas y de sus "colegas" de la derecha, un rechazo que, ante la arrogancia y terquedad de los grandes partidos a la hora de conservar sus privilegios y vicios, se convierte cada día mas en odio puro y duro a la llama "casta" política.


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Lunes, 28 de Julio 2014
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