Aviso genuinamente logsiano en un ascensor
"A los pocos años de implantarse la LOGSE nos preguntamos en los institutos, que ocurriría cuando estos alumnos llegaran al poder. Ya están en el poder o al menos lo intentan y, desgraciadamente, se han cumplido los peores vaticinios.
No es que estos políticos sean especialmente tontos, son bastante normalitos y alguno hasta es brillante en su campo. El problema es que un político debe ser una persona completa, de una cultura enciclopédica, capaz de relacionar conceptos muy alejados entre sí, pero que dan un conjunto coherente.
Ya en la transición se comenzó a perder eso. Suárez era un inculto absoluto, que no tenía ni idea de lo que supuso la formación de España. Por eso pudo cometer tan alegremente los disparates que cometió, resumidos en aquel "hagamos legal, lo que es normal en la calle".
Los felipistas que le sucedieron, mirando la vida con las anteojeras del marxismo, empeoraron la cosa y los siguientes, ya directamente echados en brazos no demasiado proclives al buen porvenir de España, remataron la faena.
Los políticos que nos mandan, muy mal por cierto, son unos listillos incultos que necesitan asesores hasta para encontrar el baño. Pero eso es lo que votamos y eso es lo que tenemos. De momento las carencias las suplen con experiencia y asesores. Experiencia para contestar las preguntas sin decir nada y asesores que les dicen lo que tienen que hacer.
Pero los miembros de podemos son "logsianos" en estado puro, sin experiencia y sin asesores, el cóctel perfecto para meter la pata cada vez que hablan.
La poca Historia que han estudiado, además, ha estado basada en el marxismo, que puede que explique la historia de Alemania, por ejemplo, pero que no explica la historia de España. Esas carencias las ha suplido con los cuatro tópicos de la lucha de clases, el anticlericalismo y considerar que todo lo que hay en España es fruto de la opresión y debe desaparecer.
Así sale uno un día hablando del derecho de autodeterminación, porque el día anterior habló con un batasuno, que tampoco tiene ni idea de nada, pero al menos tiene claro que en la Euscadi independiente, él será de la nomenklatura y lucha como una fiera por eso.
O habla de la relaciones internacionales según le han dicho los que les han dado las subvenciones, sin comprender que no se puede tomar dinero de países extranjeros.
O después de hablar con un converso a Marruecos suelta que debemos devolver Ceuta y Melilla. ¿Devolver? ¿A cambio de qué? Al desconocimiento histórico que le hace pensar que estamos ocupando territorios ajenos, sumamos la idiotez de pensar que se pueden dar las cosas alegremente sin nada a cambio. El pensamiento inocente del inculto que cree que él tiene razón y las sucesivas generaciones anteriores han vivido en la oscuridad.
Y fruto de esa incultura y de los prejuicios, en este caso anticlericales, es la contestación de esa joven a la maliciosa pregunta sobre la Semana Santa de Sevilla.
Con un mínimo de cultura y un mínimo de astucia, podía haber contestado algo como que es un hecho cultural que lleva muchos siglos y que nadie ha planteado su supresión. O cualquier cosa similar.
Porque las preguntas se las hacen con toda la mala leche del mundo ¿O son tan inocentes que piensan que la casta se va a dejar arrebatar las poltronas sin lucha?
Se han estancado y ya estarían en caída libre de no ser por las ganas de sangre que tiene el personal. Y si saliera un partido medio decente, no les votaba nadie. Lo malo es que no va a salir ese partido porque la casta no va a permitir que los medios aúpen a un partido. Con un podemos es suficiente."
No es que estos políticos sean especialmente tontos, son bastante normalitos y alguno hasta es brillante en su campo. El problema es que un político debe ser una persona completa, de una cultura enciclopédica, capaz de relacionar conceptos muy alejados entre sí, pero que dan un conjunto coherente.
Ya en la transición se comenzó a perder eso. Suárez era un inculto absoluto, que no tenía ni idea de lo que supuso la formación de España. Por eso pudo cometer tan alegremente los disparates que cometió, resumidos en aquel "hagamos legal, lo que es normal en la calle".
Los felipistas que le sucedieron, mirando la vida con las anteojeras del marxismo, empeoraron la cosa y los siguientes, ya directamente echados en brazos no demasiado proclives al buen porvenir de España, remataron la faena.
Los políticos que nos mandan, muy mal por cierto, son unos listillos incultos que necesitan asesores hasta para encontrar el baño. Pero eso es lo que votamos y eso es lo que tenemos. De momento las carencias las suplen con experiencia y asesores. Experiencia para contestar las preguntas sin decir nada y asesores que les dicen lo que tienen que hacer.
Pero los miembros de podemos son "logsianos" en estado puro, sin experiencia y sin asesores, el cóctel perfecto para meter la pata cada vez que hablan.
La poca Historia que han estudiado, además, ha estado basada en el marxismo, que puede que explique la historia de Alemania, por ejemplo, pero que no explica la historia de España. Esas carencias las ha suplido con los cuatro tópicos de la lucha de clases, el anticlericalismo y considerar que todo lo que hay en España es fruto de la opresión y debe desaparecer.
Así sale uno un día hablando del derecho de autodeterminación, porque el día anterior habló con un batasuno, que tampoco tiene ni idea de nada, pero al menos tiene claro que en la Euscadi independiente, él será de la nomenklatura y lucha como una fiera por eso.
O habla de la relaciones internacionales según le han dicho los que les han dado las subvenciones, sin comprender que no se puede tomar dinero de países extranjeros.
O después de hablar con un converso a Marruecos suelta que debemos devolver Ceuta y Melilla. ¿Devolver? ¿A cambio de qué? Al desconocimiento histórico que le hace pensar que estamos ocupando territorios ajenos, sumamos la idiotez de pensar que se pueden dar las cosas alegremente sin nada a cambio. El pensamiento inocente del inculto que cree que él tiene razón y las sucesivas generaciones anteriores han vivido en la oscuridad.
Y fruto de esa incultura y de los prejuicios, en este caso anticlericales, es la contestación de esa joven a la maliciosa pregunta sobre la Semana Santa de Sevilla.
Con un mínimo de cultura y un mínimo de astucia, podía haber contestado algo como que es un hecho cultural que lleva muchos siglos y que nadie ha planteado su supresión. O cualquier cosa similar.
Porque las preguntas se las hacen con toda la mala leche del mundo ¿O son tan inocentes que piensan que la casta se va a dejar arrebatar las poltronas sin lucha?
Se han estancado y ya estarían en caída libre de no ser por las ganas de sangre que tiene el personal. Y si saliera un partido medio decente, no les votaba nadie. Lo malo es que no va a salir ese partido porque la casta no va a permitir que los medios aúpen a un partido. Con un podemos es suficiente."