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Los demócratas españoles miran con miedo al PP, que tiene que abandonar su cobardía y complejos



El PP celebra su Convención Nacional, de la que deben surgir las estrategias y postulados que le conducirán a la Moncloa o a otra derrota que les mantendrá varios años más en la oposición.

Millones de españoles demócratas miran con preocupación al PP, temerosos de que una vez más sea víctima de sus complejos y no sea capaz de enfrentarse con entereza y solvencia a las izquierdas que están arruinando y demoliendo España.

Las políticas y estrategias de los populares no interesan sólo a sus militantes porque España entera necesita un PP fuerte y capaz de derrotar a la sucia coalición integrada por socialistas radicalizados, comunistas, golpistas catalanes, filoetarras y mercenarios vascos.

La convención del PP es de extraordinaria importancia y trascendencia para España, un país casi destrozado por el gobierno de Sánchez, que lo ha dividido, llenado de odio, endeudado, empobrecido y demolido, castrando las esperanzas y las ilusiones, erradicando valores y cubriendo de negrura y desprestigio el futuro de la nación.

Cuca Gamarra, la portavoz de Pablo Casado, acaba de decir que "El feminismo y el ecologismo forman parte de la esencia del Partido Popular", lo que constituye una decepcionante copia exacta de lo que afirman el PSOE y sus socios comunistas.

Millones de potenciales votantes del PP están retraídos y decepcionados ante el "progresismo" del PP y sus errores en las últimos meses, ente los que destacan el odio mortal a VOX, un partido que siempre le será necesario para gobernar, y el acoso a Isabel Díaz Ayuso, la triunfadora en las ultimas elecciones de Madrid, la mujer que mostró el camino para derrotar al sanchismo.

El PP ha decidido lanzar el anzuelo hacia la izquierda para lograr lo que ellos llaman "una amplia mayoría", pero ignora que la izquierda nunca le votará, mientras que sus votantes de la derecha, frustrados, sienten el impulso creciente de migrar a VOX.
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En lugar de apartarse de un Rajoy que engañó y decepcionó a muchos votantes de derecha, Casado reivindica su legado, acumulando así error tras error en su política
Para desgracia de los españoles, cada día es más evidente que PP y PSOE son almas gemelas. Sus diferencias son más aparentes que reales. Parece que se enfrentan cuando están en la oposición, pero respetan las leyes y políticas de la izquierda cuando llegan al poder. Lo demostró Rajoy, elegido para limpiar la España que Zapatero dejó herida y contaminada, pero el gallego, en lugar de hacerlo, condecoró al inepto y dejó sin tocar la mayoría de sus leyes, ente ellas la de Memoria Histórica, que representaba una apuesta por el odio y la voladura de la reconciliación que los españoles sellaron tras la muerte de Franco.

PP y PSOE han demostrado que no son ni la derecha ni la izquierda sino dos organizaciones de ordeñadores profesionales del Estado y de acaparadores de privilegios.

Para España, postrada tras los abusos, errores y estupideces de Pedro Sánchez, sería toda una desgracia que el PP sea nuevamente el partido que conocemos: blando y derrotado por sus complejos y su miedo a la izquierda.

España necesita que el PP se sume a la batalla ideológica que ya está librando Vox, plantando cara a la izquierda, en lugar de ser el partido que saca algo de pecho en la oposición y luego, cuando gobierna, imita en todo al PSOE y se limita a reorganizar la economía, mientras retoza en los privilegios.

España sólo conseguirá echar del poder a Pedro Sánchez y su banda de separatistas, filoetarras y comunistas, si todo el centroderecha, todo, PP y Vox, se enfrentan cara a cara a la izquierda, con verdades, sin miedo y sin complejos.

Pero de momento Pablo Casado está flaqueando y eso produce desesperación y miedo ente los demócratas y los españoles decentes.

Las últimas decisiones del líder del PP (apertura de una guerra interna absurda a cuentas de la presidencia del PP de la Comunidad de Madrid entre Ayuso y Almeida, su odio mortal a VOX y sus guiños al espacio de centro-izquierda) no presagian nada bueno.

Tras esos errores, el PP ha descendido en las encuestas y perdido la ventaja acumulada con el PSOE. Las maniobras de Casado para apropiarse de la victoria cosechada en Madrid y sus desplantes a Isabel Díaz Ayuso ya tienen un ruinoso reflejo en las aspiraciones del PP y del centro-derecha, hasta el punto de que en estos momentos, ni siquiera con el apoyo de VOX podría desbancar a la oposición del totalitarismo, el odio a España y la corrupción que encabeza Pedro Sánchez.

El rumbo que tome el PP en esta Convención será crucial para el futuro de España. ¿Saldrá de ella un PP "progre" que siente vértigo ante el cambio y reniega a dar la batalla frontal a las izquierdas y al nacionalismo radical o vencerá un partido apegado a la regeneración, cargado de fortaleza y decisión, capaz de luchar contra el socialcomunismo y los hijos del odio con la verdad y sin complejos?

Mucho nos tememos, conociendo el paño, que ganará la opción cobarde.

Francisco Rubiales

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Martes, 28 de Septiembre 2021
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