Pienso, como muchos españoles, que María Teresa Fernández de la Vega es la mejor pieza del gobierno Zapatero, con gran diferencia. Sin embargo, siendo la mejor, comete insensateces con una frecuencia desquiciante y dice barbaridades inconsistentes, como las dos que pronunció el viernes 9 de mayo, después del Consejo de Ministros:
Refiriéndose al escándalo de Coslada, donde parte de la policía se transformó en mafia y, durante años, amedrentó y extorsionó a los ciudadanos, tras condenar lo sucedido, afirmó que "afortunadamente, el Estado de Derecho en España expulsa del sistema a los corruptos y a los que abusan del poder".
Si eso es así y no una insensatez propagándistica y mentirosa, ¿por qué el Estado de Decho no expulsa a los que impiden el uso del idioma español en Cataluña, el País Vasco y Galicia, marginan a los castellanoparlantes en el acceso a puestos públicos e, incluso, multan a los que rotulan sus negocios en español? ¿Por qué no expulsa el Estado de Derecho a los cientos y quizás miles de políticos corruptos que en decenas o quizás en centenares de ayuntamientos se financian ilegalmente, a través del urbanismo?
La segunda barbaridad es, quizás, de más grueso calibre. Refiriéndose a la renovación del órgano rector del Poder Judicial, un asunto en el que el gobierno necesita la adhesión del Partido Popular, la "Vice" dijo algo tan insensato y antidemocrático como lo siguiente: "la mejor noticia que podríamos dar a los ciudadanos es que (ambos partidos) tenemos un acuerdo para renovar el Poder Judicial".
Desde aquí le recordamos a Doña Mary Tere que contemplar a dos partidos políticos metiendo sus manos en la Justicia es un espectáculo bochornoso en democracia y que las dos únicas buenas noticias que los ciudadanos decentes y demócratas de España esperamos en relación con la Justicia, son que el gobierno dote, como es su deber, a la Justicia de medios y recursos dignos para que cumpla su cometido sin los retrasos y fallos dramáticos actuales, y el anuncio de que los partidos políticos retiran sus manos del Poder Judicial, permitiéndole, como es preceptivo en democracia, ser independiente y autónomo.
No entendemos cómo es posible que la Vicepresidenta de un gobierno presuntamente democrático no sepa que sin una justicia independiente y capaz de funcionar sin ser mediatizada por el Ejecutivo, el Legislativo y los partidos políticos, no puede existir democracia, ni en España ni en ningún otro lugar del mundo.
Mary Tere debería ser más conscientes de las enormes carencias democráticas del gobierno del que ella forma parte, uno de cuyos rasgos es que ampara a los que cometen errores y fracasan, evitando que dimitan, como ha ocurrido ya con varios de sus ministros y altos funcionarios y ahora está ocurriendo también en Coslada, donde el drama ha sido tan grande que el alcalde y el concejal responsable de seguridad ciudadana deberían haber dimitido de manera fulminante.
Refiriéndose al escándalo de Coslada, donde parte de la policía se transformó en mafia y, durante años, amedrentó y extorsionó a los ciudadanos, tras condenar lo sucedido, afirmó que "afortunadamente, el Estado de Derecho en España expulsa del sistema a los corruptos y a los que abusan del poder".
Si eso es así y no una insensatez propagándistica y mentirosa, ¿por qué el Estado de Decho no expulsa a los que impiden el uso del idioma español en Cataluña, el País Vasco y Galicia, marginan a los castellanoparlantes en el acceso a puestos públicos e, incluso, multan a los que rotulan sus negocios en español? ¿Por qué no expulsa el Estado de Derecho a los cientos y quizás miles de políticos corruptos que en decenas o quizás en centenares de ayuntamientos se financian ilegalmente, a través del urbanismo?
La segunda barbaridad es, quizás, de más grueso calibre. Refiriéndose a la renovación del órgano rector del Poder Judicial, un asunto en el que el gobierno necesita la adhesión del Partido Popular, la "Vice" dijo algo tan insensato y antidemocrático como lo siguiente: "la mejor noticia que podríamos dar a los ciudadanos es que (ambos partidos) tenemos un acuerdo para renovar el Poder Judicial".
Desde aquí le recordamos a Doña Mary Tere que contemplar a dos partidos políticos metiendo sus manos en la Justicia es un espectáculo bochornoso en democracia y que las dos únicas buenas noticias que los ciudadanos decentes y demócratas de España esperamos en relación con la Justicia, son que el gobierno dote, como es su deber, a la Justicia de medios y recursos dignos para que cumpla su cometido sin los retrasos y fallos dramáticos actuales, y el anuncio de que los partidos políticos retiran sus manos del Poder Judicial, permitiéndole, como es preceptivo en democracia, ser independiente y autónomo.
No entendemos cómo es posible que la Vicepresidenta de un gobierno presuntamente democrático no sepa que sin una justicia independiente y capaz de funcionar sin ser mediatizada por el Ejecutivo, el Legislativo y los partidos políticos, no puede existir democracia, ni en España ni en ningún otro lugar del mundo.
Mary Tere debería ser más conscientes de las enormes carencias democráticas del gobierno del que ella forma parte, uno de cuyos rasgos es que ampara a los que cometen errores y fracasan, evitando que dimitan, como ha ocurrido ya con varios de sus ministros y altos funcionarios y ahora está ocurriendo también en Coslada, donde el drama ha sido tan grande que el alcalde y el concejal responsable de seguridad ciudadana deberían haber dimitido de manera fulminante.