Dinamitar y volar por los aires todo el Valle de los Caídos parece una locura, pero es una propuesta real surgida de Podemos y apoyada por gran parte de la izquierda española. Uno de sus defensores más entusiastas es el líder de Izquierda Unida Alberto Garzón. La propuesta es mucho más que una iniciativa demencial porque es el episodio de una batalla importante, dentro de la guerra universal entre Dios y el diablo, entre el bien y el mal. Los que quieren la voladura del conjunto del Valle de los Caídos son cabos y sargentos del ejército de Satanás, obsesionados por destruir la gran cruz que preside el Valle, la más grande de Europa, visible a 40 kilómetros de distancia, símbolo de libertad y de la única religión que otorga al hombre esa dignidad y libertad supremas que exaspera y enfurece al diablo y a los suyos.
Los demonios llevan mucho tiempo dominando el poder en España y han contado como colaboradores con los socialistas, las fuerzas de la derecha (PP) y el nacionalismo, todos empeñados en convertir el pais en un infierno.
La voladura de la gran Cruz no es la única medida que sueñan los discípulos del diablo para afianzar su control férreo de España. Desean también que se recuerden los crímenes del pasado (Memoria histórica), que los pueblos hispanos luchen entre sí, que el odio avance, como lo han hecho en Cataluña, que florezca el terrorismo, que la cultura retroceda, que los políticos se conviertan en los enemigos del pueblo y que los valores y principios que sirven a los ciudadanos como coraza sean también dinamitados.
Los discípulos del diablo, que en España están ganando terreno en las últimas décadas y que ahora, con Pedro Sánchez, están claramente en el poder, no pueden consentir que esa cruz gigante, símbolo de la libertad y de la única fe que eleva al ser humano hasta la máxima dignidad de ser hijos del Dios Creador, se alce como monumento a la reconciliación y símbolo de libertad, sólo a unos kilómetros de Madrid.
FG cree que Dios y el diablo, el bien y el mal, luchan desde el principio de los tiempos y que esa lucha tiene su plasmación en la Tierra, donde ambas partes compiten por imponer su poder, Dios respetando la libertad de los humanos y el diablo utilizando el engaño y practicando una guerra de guerrillas que pretende emponzoñar a los habitantes del planeta, llenarlos de odio y encuadrarlos en el ejército de las sombras.
A la gentuza de Satanás se les llena la boca de frases rimbombantes sobre la libertad, pero ellos, maestros del engaño, nunca han creído en ninguna ni la han practicado porque son de naturaleza esclava. Ocurre siempre: cuando ellos llegan al poder, la libertad empieza a desaparecer.
La hueste del diablo, según FG, ha logrado imponer su ley en algunos países de nuestro mundo, como la URSS, China, la Alemania nazi, la Italia fascista y las actuales Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y otras muchas sociedades, mientras la lucha es encarnizada en España, donde acaban de tomar el poder, y en Estados Unidos, Alemania, Francia, Austria, Holanda, Gran Bretaña y muchos pueblos de América, África, Asia y Oceanía, en los que se lucha por controlar el destino.
Satanás es el padre y promotor de la política totalitaria que, disfrazada de falsas promesas que jamás se cumplen, de nacionalismo, populismo y falso progreso, está avanzando en muchos espacios del planeta. Los tres principales rasgos de la estrategia del diablo son querer sustituir la religión por el culto al Estado poderoso que todo lo puede, el rechazo a la democracia, sistema de libertades que pervierten desde dentro y la desarman de defensas y valores, y su odio a las libertades individuales, que no soportan y a las que sustituyen por las libertades y promesas colectivas, más difusas y falsas, que ellos mismos, escuderos del infierno, pervierten, gestionan y administran. Su camino hacia el triunfo pasa por embrutecer a las personas, enfrentarlas, llenarlas de envidia, inculcarles el victimismo y la intolerancia, atiborrarlas de odio y evitar que se armen de valores, sean cultas, piensen, reflexionen y sean capaces de discernir donde está y donde no se encuentran la verdad y el bien.
Los servidores del diablo poseen un manual u hoja de ruta donde se marcan sus estrategias de mentira y engaño y donde queda establecido de manera clara que mientras la sociedad esté dividida, enfrentada y alienada, el reino del diablo prevalecerá.
Reconozco que es difícil creer en la tesis de mi amigo FG, pero deben reconocer que al menos es una teoría acorde con la Biblia, que es una narración de la lucha entre Dios y el diablo y que explica y conecta racionalmente con esa lucha eterna entre el bien y el mal que ha sido, es y será la espina dorsal de la Historia.
Francisco Rubiales
Los demonios llevan mucho tiempo dominando el poder en España y han contado como colaboradores con los socialistas, las fuerzas de la derecha (PP) y el nacionalismo, todos empeñados en convertir el pais en un infierno.
La voladura de la gran Cruz no es la única medida que sueñan los discípulos del diablo para afianzar su control férreo de España. Desean también que se recuerden los crímenes del pasado (Memoria histórica), que los pueblos hispanos luchen entre sí, que el odio avance, como lo han hecho en Cataluña, que florezca el terrorismo, que la cultura retroceda, que los políticos se conviertan en los enemigos del pueblo y que los valores y principios que sirven a los ciudadanos como coraza sean también dinamitados.
Los discípulos del diablo, que en España están ganando terreno en las últimas décadas y que ahora, con Pedro Sánchez, están claramente en el poder, no pueden consentir que esa cruz gigante, símbolo de la libertad y de la única fe que eleva al ser humano hasta la máxima dignidad de ser hijos del Dios Creador, se alce como monumento a la reconciliación y símbolo de libertad, sólo a unos kilómetros de Madrid.
FG cree que Dios y el diablo, el bien y el mal, luchan desde el principio de los tiempos y que esa lucha tiene su plasmación en la Tierra, donde ambas partes compiten por imponer su poder, Dios respetando la libertad de los humanos y el diablo utilizando el engaño y practicando una guerra de guerrillas que pretende emponzoñar a los habitantes del planeta, llenarlos de odio y encuadrarlos en el ejército de las sombras.
A la gentuza de Satanás se les llena la boca de frases rimbombantes sobre la libertad, pero ellos, maestros del engaño, nunca han creído en ninguna ni la han practicado porque son de naturaleza esclava. Ocurre siempre: cuando ellos llegan al poder, la libertad empieza a desaparecer.
La hueste del diablo, según FG, ha logrado imponer su ley en algunos países de nuestro mundo, como la URSS, China, la Alemania nazi, la Italia fascista y las actuales Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y otras muchas sociedades, mientras la lucha es encarnizada en España, donde acaban de tomar el poder, y en Estados Unidos, Alemania, Francia, Austria, Holanda, Gran Bretaña y muchos pueblos de América, África, Asia y Oceanía, en los que se lucha por controlar el destino.
Satanás es el padre y promotor de la política totalitaria que, disfrazada de falsas promesas que jamás se cumplen, de nacionalismo, populismo y falso progreso, está avanzando en muchos espacios del planeta. Los tres principales rasgos de la estrategia del diablo son querer sustituir la religión por el culto al Estado poderoso que todo lo puede, el rechazo a la democracia, sistema de libertades que pervierten desde dentro y la desarman de defensas y valores, y su odio a las libertades individuales, que no soportan y a las que sustituyen por las libertades y promesas colectivas, más difusas y falsas, que ellos mismos, escuderos del infierno, pervierten, gestionan y administran. Su camino hacia el triunfo pasa por embrutecer a las personas, enfrentarlas, llenarlas de envidia, inculcarles el victimismo y la intolerancia, atiborrarlas de odio y evitar que se armen de valores, sean cultas, piensen, reflexionen y sean capaces de discernir donde está y donde no se encuentran la verdad y el bien.
Los servidores del diablo poseen un manual u hoja de ruta donde se marcan sus estrategias de mentira y engaño y donde queda establecido de manera clara que mientras la sociedad esté dividida, enfrentada y alienada, el reino del diablo prevalecerá.
Reconozco que es difícil creer en la tesis de mi amigo FG, pero deben reconocer que al menos es una teoría acorde con la Biblia, que es una narración de la lucha entre Dios y el diablo y que explica y conecta racionalmente con esa lucha eterna entre el bien y el mal que ha sido, es y será la espina dorsal de la Historia.
Francisco Rubiales