Hace algunos años, en la primera legislatura del presidente Aznar, hubo una manifestación contra la política del gobierno y el entonces ministro portavoz, un joven de nombre Pio Cabanillas, hizo pública por televisión y para la prensa la cifra de 170.000 asistentes.
La protesta fue clamorosa. Todo el mundo se alzó en contra de esa cifra, mostrando imágenes y haciendo estimaciones. El portavoz fue destituido y acabó su carrera política, apenas iniciada.
Está claro que hoy se le debía haber recordado, sobre todo en El País, que fue el periódico que "sacudió bofetadas" a diestro y siniestro por lo que entonces suponía el intento de engañar al pueblo por parte del ministro.
Gundisalvo
Nota informativa: Pio Cabanillas Alonso fue nombrado por José María Aznar ministro Portavoz del Gobierno, el 27 de abril del año 2000, y destituido dos años después, entre otras razones por las protestas de la prensa, especialmente de medios "pro-socialistas" como "El País", que lo acusaba de exagerar cifras y ser un "adulador" del gobierno.
Hoy, apenas cinco años después, la mentira política se practica con frecuencia insultante y ya ni siquiera escandaliza en la degradada democracia española. Por supuesto, es impensable que un ministro del gobierno de Zapatero sea destituido ahora por mentir o exagerar.