A pesar de nuestra natural y razonada aversión a los partidos políticos, a los que identificamos como el principal obstáculo para la regeneración de la sociedad y para el triunfo de una verdadera democracia, Voto en Blanco se atreve a recomendar la opción planteada por Ciudadanos en Blanco, un partido que pretende "capitalizar" la fuerte tendencia a votar en blanco, comprometiéndose a que los escaños que ganen en las elecciones queden vacíos, como testimonio claro y patende del rechazo ciudadano a la política corrupta e ineficiente que gobierna España.
El partido va a presentarse a las próximas elecciones catalanas, donde creen tener opciones de conseguir algún escaño. Ojalá triunfen porque son parte de la reacción sana de la España que se resiste a ser carroña en manos de políticos profesionales sin alma.
Corren el riesgo de que sus representantes, dueños de sus escaños según la ley española, caigan en la tentación de acudir al Parlamento, de cobrar sus sueldos, de disfrutar sus privilegios y de ocupar sus sillones, a pesar de haber prometido lo contrario antes de que se abran las urnas. Sería un verdadero drama que eso ocurriera, aunque aseguran que han tomado todas las precauciones para evitarlo.
Pero, si consiguen algún escaño y lo dejan vacío, para escarnio y vergüenza de la lamentable "casta" política catalana, corrompida hasta el tuétano y víctima de lamentables inclinaciones totalitarias, esos sillones servirán como poderoso símbolo del rechazo de los ciudadanos a la degradada democracia española y del deseo cívico de una regeneración democrática a gran escala.
Desde Voto en Blanco deseamos a Ciudadanos en Blanco todo el éxito que merecen.
El partido va a presentarse a las próximas elecciones catalanas, donde creen tener opciones de conseguir algún escaño. Ojalá triunfen porque son parte de la reacción sana de la España que se resiste a ser carroña en manos de políticos profesionales sin alma.
Corren el riesgo de que sus representantes, dueños de sus escaños según la ley española, caigan en la tentación de acudir al Parlamento, de cobrar sus sueldos, de disfrutar sus privilegios y de ocupar sus sillones, a pesar de haber prometido lo contrario antes de que se abran las urnas. Sería un verdadero drama que eso ocurriera, aunque aseguran que han tomado todas las precauciones para evitarlo.
Pero, si consiguen algún escaño y lo dejan vacío, para escarnio y vergüenza de la lamentable "casta" política catalana, corrompida hasta el tuétano y víctima de lamentables inclinaciones totalitarias, esos sillones servirán como poderoso símbolo del rechazo de los ciudadanos a la degradada democracia española y del deseo cívico de una regeneración democrática a gran escala.
Desde Voto en Blanco deseamos a Ciudadanos en Blanco todo el éxito que merecen.